Ley de Emprendedores

Las inversiones en startups tienen premio

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Desde la llegada de la tecnología a nuestra vida, gran parte de las nuevas empresas que se crean son startups, la mayoría funcionales, que nos hacen la vida mucho más cómoda. Por este motivo, su crecimiento ha sido bastante notable en los últimos años, y con este aumento también lo ha hecho el número de inversores que deciden apostar por estas empresas emergentes.

Cada vez más, los bancos son más reticentes a conceder cualquier préstamo a nuevas empresas que no tengan una cierta solvencia. Por este motivo, los empresarios apuestan por nuevas formas de financiación para conseguir que su startup crezca, como los crowdfunding, los business angels o los inversores independientes. Personas que deciden apostar por estas empresas innovadoras y progresar en sus ganancias a medida que lo haga la empresa. Pero aparte, este tipo de inversiones también tienen unas aportaciones muy beneficiosas para éstos en cuanto a temas fiscales se refiere.

Requisitos

Como cualquier otra inversión, estas incursiones deben declararse a Hacienda. En 2013 se estableció una ley de emprendedores (ley 14/2013) en la que figura que cualquier inversión en startup tiene derecho a beneficios fiscales en sus IRPF. En base a esta ley concurren los beneficios fiscales de los inversores en empresas emergentes.

Las personas que decidan aportar capital pueden deducirse hasta el 20% del dinero invertido, siempre que cumplan una serie de requisitos: que las participaciones se adquieran directamente, que la permanencia en la empresa sea entre 3 y 12 años, que no se supere el 40% del capital total de la empresa en la participación y que la operación se haya efectuado antes de octubre de 2013.

Deducciones por comunidades autónomas

A parte de las rebajas que se consiguen a nivel nacional, el inversor también puede beneficiarse de un porcentaje más dependiendo de la comunidad autónoma donde se encuentre. Aunque no todas ofrecen esta posibilidad. En estos momentos, sólo los contribuyentes de ocho comunidades ofrecen la opción de beneficiarse de este ahorro: Andalucía, Aragón, Cataluña, Cantabria, Islas Baleares, Galicia, Madrid y Murcia.

Cada una de ellas tiene sus propios requisitos para poder aprovechar esta deducción, aunque la mayoría son bastante similares.

En Andalucía, Aragón, Galicia, Madrid y Murcia, los contribuyentes pueden aplicar una desgravación del 20% de las cantidades invertidas en una startup, con un límite de 4.000 euros anuales. En el caso de Cantabria, el porcentaje que se puede rebajar es el menor de las ocho comunidades, 15%, y el límite deducible está en 1.000 euros anuales. Baleares, por su parte, cuenta con el 20% de rebaja, pero sólo puede ahorrarse hasta 600 euros de límite anuales. Cataluña, es la comunidad autónoma que mayor porcentaje permite deducir con el 30% de las cantidades invertidas, y el importe máximo de esta deducción es de 6.000 euros al año.

Plusvalías

Cualquier ganancia que se produzca como resultado de la gestión de estas participaciones debe constar en nuestra declaración de la renta. Por ejemplo, si el inversor decide vender su parte de la compañía, deben constar las plusvalías generadas en la declaración del IRPF del contribuyente.

Aunque la cosa cambia si el inversor ha decidido reinvertir las ganancias totales generadas en otra compañía, en este caso estará exento de tributar la plusvalía. No ocurre lo mismo si la cantidad reinvertida es sólo una facción de las ganancias, en este caso sólo estaría exento de la parte proporcional reinvertida.

Por estos motivos, los expertos siempre recomiendan que las participaciones en startups se hagan como personas físicas. Así se evita al contribuyente a tributar por el Impuesto de Sociedades y luego por el IRPF, porque las inversiones en startups no se aplican a las personas jurídicas.

Mayor ahorro fiscal

En estos momentos, supone un mayor ahorro fiscal la inversión en empresas emergentes o startups, que en, por ejemplo, los planes de pensiones. El motivo es que en los planes de pensiones, la inversión se deduce de la base imponible del impuesto mientras que las inversiones en este tipo de empresas tecnológicas, como las startups, tienen una deducción directa sobre la cuota total a pagar.