I+D
Un espacio en Madrid para las jóvenes empresas industriales
Desde el año 2005, la iniciativa del ayuntamiento de Madrid para fomentar el talento empresarial de la capital: ‘Madrid Emprende’, proporciona espacios de trabajo llamados ‘viveros’, donde los jóvenes emprendedores pueden desarrollar su empresa. Cada uno de estos emplazamientos, situados en diferentes zonas de la ciudad, está especializado en un tipo de negocio. De este modo podemos encontrar, entre otros, el vivero de Carabanchel destinado a las iniciativas sociales o el de Vallecas que se ocupa de acoger a empresas de moda e industria textil.
Uno de estos viveros para emprendedores es el llamado ‘Factoría Industrial’. Situada en un polígono de Vicálvaro, esta instalación está destinada como su nombre indica a precoces empresas que precisen de un espacio para producir en la materia.
Javier Tarazona, ingeniero industrial y a la vez director del centro, es el encargado de gestionar este vivero compuesto de 15 naves de 300 m2, ocupadas por 15 empresas diferentes. Javier se dedica también a impartir en la Factoría, talleres gratuitos para emprendedores donde se tratan de aportar claves e ideas para generar o mejorar los proyectos de negocio de los asistentes.
El lunes 14, la factoría acogía el primer curso destinado a los procesos de Innovación Cruzada: una técnica creativa que consiste en la unión de dos o más empresas que no tienen por qué tener nada en común, y que tratan de crear un producto conjunto.
Tarazona comenzó exponiendo algunos ejemplos de empresas pertenecientes a mundos totalmente opuestos que, a través de unir sus habilidades, habían creado productos de enorme éxito.
Alguno de los casos que se comentaron fue el de la unión de Renault y Biotherm, quienes desarrollaron un vehículo provisto de un interior terapéutico con humidificador, aromaterapia, etc.; También la sinergia entre Google y las empresas oftalmológicas para crear las gafas de Google; O la unión de un analista de ondas y una enfermera que se juntaron sus conocimientos para desarrollar una incubadora que detectaba, a través de ecografía, cuando se producían hemorragias en los neonatos.
Posteriormente los asistentes al taller pensaron en problemas que tenían en su situación actual en cuanto a sus negocios se refería para que, tras exponerlo, el resto de participantes tuviera que dar con una clave para solucionarlo a partir del conocimiento que poseía en su empresa, de la rama desde la que podía aportar soluciones.
El taller, que contó con unos participantes muy activos y comprometidos con la actividad, finalizó el hallazgo de puntos en común entre las empresas para posteriormente, debatir sobre la innovación cruzada, y los métodos creativos de los que se dispone para poder llegar a encontrar un producto a través de la unión de fuerzas entre dos empresas.
A continuación se dedicó un pequeño tiempo para sugerencias sobre las charlas con el fin de optimizar la eficacia y la utilidad de los talleres.
Madrid Emprende ofrece además de los viveros de industria, siete viveros de oficinas en la capital y unas pre-incubadoras: espacios de trabajo y de networking donde los emprendedores pueden empezar a desarrollar su trabajo.
Los requisitos para optar a tener un espacio de trabajo ‘vivero’ es que el proyecto sea innovador; que una empresa joven: de menos de 5 años.
“El tiempo de permanecer en el vivero es de 5 años normalmente, sin embargo en la Factoría Industrial al ser empresas cuyo montaje implica una mayor dificultad, el tiempo de permanencia y la antigüedad permitida de los proyectos es de 8 años” explica Javier.
Una vez al mes se imparten cursos en la Factoría dirigidos a cualquier joven que quiera emprender. El contenido y el calendario de los encuentros está en la página web: http://www.madridemprende.com/es . El siguiente taller que se impartirá en la Factoría Industrial es el 16 de octubre y estará enfocado al paisajismo.
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