
Lisboa
España resiste el huracán italiano
La prima de riesgo sube a 276 puntos lastrada por la crisis política en Italia, pero se recupera y cierra en 251. Caída generalizada de las bolsas

La prima de riesgo sube a 276 puntos lastrada por la crisis política en Italia, pero se recupera y cierra en 251. Caída generalizada de las bolsas
Los mercados bursátiles y de deuda soberana vivieron ayer una jornada convulsa, lastrados por la crisis de Gobierno en Italia y, en menor medida, por la perspectiva de una posible suspensión de pagos en Estados Unidos. No obstante, y a pesar de las tensiones financieras acaecidas a lo largo de todo el día, España logró dar la vuelta a la situación y casi esquivar las pérdidas, en una sesión que a primera hora se preveía muy difícil. Antes de la apertura de los mercados europeos, la prima de riesgo española –el diferencial entre la rentabilidad del bono español a diez años y el «bund» alemán– ya se situaba en 271 puntos básicos, frente a los 258 puntos del cierre del pasado viernes. El riesgo país español retrocedía por unas horas todo el camino de las últimas semanas y se situaba en su nivel más alto desde principios de agosto, llegando a tocar los 276 puntos. Al cierre de la sesión, la prima de riesgo española revertía la situación y terminaba en 251 puntos, siete menos que el pasado viernes.
Por su parte, la prima de riesgo italiana se disparaba hasta superar brevemente la cota psicológica de los 300 puntos, barrera que no sobrepasaba desde finales del pasado mes de junio. No obstante, luego se relajaba en línea con el resto de primas europeas, y cerraba la sesión en 277 puntos. De hecho, tras un mes de septiembre de descensos continuados, las primas de riesgo de ambos países han vuelto a cotas menos positivas. Con todo, desde que el diferencial español cayó por debajo del país transalpino a principios de mes, su comportamiento ha sido bastante mejor que el del bono italiano.
Menor rentabilidad del «bund»
En este repunte de las primas de los países periféricos influyó también el descenso de la rentabilidad del bono alemán, que cayó hasta el 1,78%, frente al 4,3% y al 4,57% que los inversores exigen a España e Italia, respectivamente. Además, la sombra del «cierre» del Gobierno estadounidense ante la falta de acuerdo en el Senado para aprobar un nuevo techo de gasto planeó sobre las plazas bursátiles, lastrando los beneficios y los mercados de deuda.
Respecto a las bolsas, las caídas fueron generalizadas en toda Europa. No obstante, el Ibex 35 –el principal selectivo del parqué madrileño– fue el que registró menores pérdidas, cediendo sólo un 0,46%. Es más, la bolsa española ha cerrado septiembre con unas ganancias acumuladas del 10,8%, lo que convierte este mes en el mejor para el Ibex desde junio de 2012. A lo largo de septiembre, el indicador ha registrado nueve máximos anuales y ha vuelto a niveles de hace dos años. Sólo en lo que va de año, el Ibex ha subido un 12,47%. En el resto del Viejo Continente, Milán sufrió el mayor retroceso, dejándose un 1,2%. Por su parte, París cayó un 1,03%, mientras que Londres y Fráncfort perdieron ambas un 0,77%. El Euro Stoxx 50, el índice de referencia de la bolsa de la eurozona, cedió un 0,9%.
España mira con lupa la evolución de la prima de riesgo, pues esta misma semana acude de nuevo a los mercados en busca de financiación. Así, el Tesoro Público subastará el próximo jueves bonos y obligaciones, con el objetivo de captar un máximo de 3.500 millones de euros. Tras los buenos resultados obtenidos en las últimas subastas, la incertidumbre que rodea a los mercados estos días podría tener su reflejo en forma de un mayor interés para colocar deuda española.
Las turbulencias en los mercados tuvieron respuesta por parte de Alemania. El Ejecutivo germano descartó que la crisis de Gobierno en Italia –tras la dimisión en bloque de cinco ministros del partido de Berlusconi– o el varapalo electoral del partido conservador en Portugal –socio mayoritario de gobierno en Lisboa– puedan volver a recrudecer la crisis de deuda de la zona euro, informa Efe. «Confiamos en que se encuentre una solución a la situación en Italia», dijo el portavoz gubernamental, Steffen Seibert. Por el contrario, la Comisión Europea rehusó pronunciarse al respecto. Para los analistas, la tormenta en los mercados podría prolongarse y malograr los esfuerzos de los últimos tiempos si finalmente cae el Gobierno italiano –mañana hay prevista una moción de confianza–. «Italia se ha convertido en una nueva amenaza que pone en jaque a las bolsas», aseguran desde Selfbank.
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