Opinión

Feijóo y las pensiones

Ningún candidato ha querido tratar a los españoles como adultos y hablar sobre la sostenibilidad de las pensiones y su coste

Cartel electoral de Feijóo en el Paseo de la Castellana @Gonzalo Pérez Mata
Cartel electoral de Feijóo en el Paseo de la Castellana de MadridGonzalo Pérez Mata Fotógrafos

Se ha equivocado Feijóo al decir que el PP siempre revalorizó las pensiones conforme al IPC. El PP siempre revalorizó las pensiones (nunca las congeló formalmente) pero no siempre lo hizo de acuerdo con el IPC: tanto en 2012, como en 2013 o en 2017, la inflación aumentó más que las pensiones. Es decir, que los pensionistas perdieron poder adquisitivo (si bien en el conjunto del periodo 2013-2018, los pensionistas no perdieron poder adquisitivo).

Si Feijóo era consciente de ello, mintió (tanto en el debate contra Sánchez como en la reciente entrevista en RTVE) y si, en cambio, Feijóo lo desconocía, entonces muestra un insuficiente conocimiento sobre el que quizá sea el asunto político más importante de España (la sostenibilidad del sistema público de pensiones y las distintas opciones para garantizar esa sostenibilidad).

En realidad y en rigor, el debate nunca debería haberse trasladado a quién indexa más o menos las pensiones al IPC, sino a quién garantiza en mayor medida su sostenibilidad y a qué precio lo hace.

Por ejemplo, el PSOE acaba de reindexar las pensiones al IPC pero a costa de agravar el déficit futuro de la Seguridad Social aun aumentando las cotizaciones sociales a los trabajadores durante las próximas décadas. ¿Ofrece el PP alguna alternativa que sea más sostenible y equitativa desde un punto de vista intergeneracional?

Ésos, y no otros, deberían ser los términos del debate entre ambos candidatos: pero ninguno ha querido entrar a ello, conscientes de que tratar a los españoles como adultos, decirles la verdad, no da votos y muy probablemente los quite.

Sánchez ha preferido acusar al PP de desvincular las pensiones de IPC (cuando la cuestión debería ser si esa desvinculación resultaba, y resulta, necesaria) y el PP ha preferido acusar a Sánchez de congelar las pensiones con Zapatero (cuando, nuevamente, la cuestión debería ser si esa congelación resultó necesaria en 2010 para evitar la bancarrota de España).

Los términos del debate son, en suma, muy pobres y pueriles y, en consecuencia, los errores o tergiversaciones, de Sánchez o de Feijóo, brillan con mucha mayor luz. En el pecado llevan la penitencia.