Bruselas

Francia anuncia ajustes y subidas de impuestos

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Una promesa más incumplida. La proclamada «pausa fiscal» no llegará en 2014 como François Hollande había garantizado, tornando la esperanza de un alivio en puro espejismo. El próximo año, el contribuyente galo tendrá que volver a rascarse el bolsillo y sumar nuevos tributos a la ya consecuente batería impositiva decidida el pasado año y con la que el Gobierno socialista francés recaudará este ejercicio 10.000 millones de euros. Los Presupuestos generales que presentó ayer el Ejecutivo de Hollande para 2014 suponen un ajuste de 18.000 millones de euros, concentrado principalmente en el recorte del gasto, con el objetivo de reducir el déficit al 3,6% del PIB y por debajo del 3% en 2015 para cumplir con sus compromisos y las exigencias de Bruselas.

El Ministerio de Economía cifra la nueva subida de impuestos en 3.000 millones de euros. Pero en ese cálculo obvia incluir, deliberadamente o no, los 6.700 millones que cuenta recaudar con el incremento del IVA, un impuesto que toca directamente a la cartera del consumidor, y que entrará en vigor el 1 de enero. El tipo general pasará del 19,6% al 20%; el intermedio crecerá tres puntos, del 7% al 10%, mientras que el reducido se rebajará del 5,5% al 5%. Otra impopular subida que afectará de lleno al ciudadano es la rebaja del llamado «cociente familiar», un modo de cálculo que favorece la reducción del Impuesto sobre la Renta en función del número de hijos. Después de bajar el techo máximo deducible de 2.500 a 2.000 euros en 2013, el Gobierno socialista galo lo recortará hasta 1.500 el año que viene.

De este modo, 1,3 millones de hogares –los más favorecidos según fuentes del Ejecutivo– se verán concernidos teniendo que pagar, de media, 64 euros más por mes en impuestos.

Como estaba previsto en la reforma de las pensiones, la cotización salarial al sistema de jubilación aumentará 0,15 puntos, lo que supone una pérdida de 3 euros para salarios de 2.000 euros. Además, computará en la renta la parte que hasta ahora pagaba la empresa por seguro privado y que estaba exonerada. Asimismo, la bonificación del 10% libre de impuestos que percibía todo pensionista con tres o más hijos pasará a tributar. Pero ésta no es la única desgravación fiscal que desaparece en los futuros Presupuestos. También se suprime la rebaja que se aplicaba a los padres con niños escolarizados en secundaria y jóvenes matriculados en estudios superiores. Continuando con su afán recaudatorio, el Ejecutivo galo incrementará los gastos notariales del 3,8% al 4,5% en las transacciones de compra-venta de vivienda.

Recortes y más impuestos es la receta de François Hollande para sanear las cuentas de Francia, que desde 1974 no ha vuelto a tener unos Presupuestos equilibrados. Según el socialista, los presentados ayer permitirán «la vuelta al crecimiento y favorecerán el empleo», dijo ayer en Consejo de Ministros. Sin embargo, los analistas confiesan cierto escepticismo y consideran «muy optimista» el cuadro macro-económico que maneja el Gobierno que prevé en 2014 un crecimiento del 0,9% del PIB frente al 0,1% de este año. Con este paquete de medidas, Francia hace de su presión fiscal una de las más altas de Europa y, al elevar al 46,1% del PIB el nivel de retenciones obligatorias el próximo ejercicio, un récord en su historia. También la deuda pública alcanzará umbrales históricos, 95,1% del PIB, tras revisarla al alza.

No obstante, para compensar parcialmente algunas subidas y su impacto en los hogares con ingresos más bajos, se mantendrán las desgravaciones por gastos de escolaridad mientras que el baremo del impuesto sobre la renta se vinculará de nuevo a la inflación, lo que supone 750 millones de euros menos en impuestos.

Menos dinero para gastos sociales

De los 15.000 millones de euros de gasto que el Gobierno francés quiere recortar, 9.000 millones los asumirá la Administración central. Todos los ministerios, salvo Educación, Seguridad y Empleo, sufrirán una reducción del 2% en sus presupuestos, mientras que el Estado suprimirá alrededor de 1.500 millones de euros en dotaciones a las colectividades territoriales. También recortará en un 4% el presupuesto de los operadores y organismos estatales que dependen directamente de él. Los seis mil millones restantes afectarán a partidas del sistema de protección social a excepción de las pensiones, que no sufrirán merma.