Madrid

Garamendi carga contra la CNMC por el recorte al gas

El presidente de la CEOE recalcó la necesidad de tener «predictibilidad y seguridad regulatoria para evitar vaivenes», en referencia al recorte propuesto por la CNMC

Antonio Garamendi, en la intervención que abrió la jornada sobre el papel del gas en la descarbonización
Antonio Garamendi, en la intervención que abrió la jornada sobre el papel del gas en la descarbonizaciónlarazon

«España necesita energía de base y la mejor actualmente es el gas, que también resulta fundamental para la industria». Este alegato en favor de este recurso lo pronunció ayer el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, en la jornada «El papel del gas en la descarbonización del sistema energético de la UE», organizada por la Fundación Naturgy, y en la que participaron Christopher Jones, profesor en la European University Institute y asesor en Baker McKenzie, y Walter Boltz, asesor senior en European Energy. Garamendi insistió en que mientras las renovables «no sean cien por cien fiables, necesitamos esta energía de base. En la CEOE estamos por y para el gas. La sostenibilidad del medioambiente va de la mano de la sostenibilidad económica» y criticó la «barbaridad» que se ha hecho con el sector gasista. En este sentido, demandó «predictibilidad y seguridad regulatoria para evitar vaivenes en los mercados», en referencia al recorte propuesto por la CNMC del 21,8 por ciento al transporte y del 17,8 por ciento a la distribución. «Estas decisiones hacen que las empresas pierdan 5.000 millones en un día», criticó.

Uno de los mayores interrogantes actuales es cómo regulará cada estado el nuevo marco energético. «El objetivo de las empresas es trabajar por un futuro más limpio, pero debemos atender sin duda también a la competitividad de las empresas», dijo el presidente de los empresarios. Por esta razón, Garamendi pidió al Gobierno «tranquilidad» en materia de Transición Ecológica: «Me preocupa que España quiera ir más rápido que Europa. Hay que transitar igual y a la vez, y más en un momento de desaceleración económica». También añadió que, en cuanto a la regulación, el futuro Ejecutivo deberá «escuchar y valorar el análisis y el punto de vista de las empresas. Hay que tener claro que éstas invierten cuando hay predictibilidad y seguridad regulatoria». En este sentido, Jones recordó que España está siendo «extremadamente ambiciosa» en su apuesta por energías limpias.

Y es que para máximo dirigente de la CEOE el gas sigue siendo una «pieza clave» en la industria no solo de España, sino del mundo: «Mientras que no se puedan almacenar, el día que no haya viento o sol necesitaremos la energía de base y la mejor que tenemos es el gas». Además, criticó las políticas españolas en referencia a la agenda 20/20/20, en concreto por olvidar una de las tres «patas»: «Todo el mundo dice que, en 2020, el 20% de las energías serán renovables, pero nadie habla de que el 20% del PIB deberá ser industrial. En España estamos en el 11%, en el 15 si sumamos la energía», lamentó, y puso el ejemplo del País Vasco, donde la apuesta por la industria se ha traducido en una menor tasa de paro y empleos fijos con sueldos más altos. Por último, reclamó una Unión Europea «más fuerte» capaz de hacer que todos los países miembros vayan en una misma dirección: «Es difícil hablar del objetivo 2050 si cada uno va por su cuenta».

Christopher Jones recalcó la necesidad de llevar a cabo la descarbonización de forma eficiente, de manera que no se pierdan puestos de trabajo ni tampoco aumente el precio de la energía. «La pregunta no es si se debe abordarla o no, la cuestión es cómo hacerlo. Si no la llevamos a cabo de forma eficiente será muy difícil mantener el apoyo popular», indicó. Jones aseguró después que el verdadero reto empezará el año que viene, ya que en la década anterior el uso de combustibles fósiles se logró reducir en un 20%, «pero el 80% restante se deberá eliminar en los próximos 31 años». A pesar de que el sistema energético se descarbonice en 2050, éste seguirá presente en el transporte o en la agricultura.

Sin embargo, pese a que algunos expertos abogan por ir hacia un sistema plenamente eléctrico, Jones apuesta por uno híbrido. «Nuestros nietos usarán una gran cantidad de gas natural», predijo, entre otras razones porque hay algunas áreas del planeta y ciertos ámbitos donde la electrificación total es una quimera. «Hay partes de la gran industria que sería casi imposible adaptar», subrayó. Es más, el profesor de la European University Institute recordó que en la actualidad España tiene uno de los precios de la electricidad más elevados de toda la UE. «Hay que equilibrar el mercado porque si tu economía se basa solo en energías renovables habrá periodos en los que tengas mucha y otros en los que no», aseveró. Tampoco se olvidó del papel que jugará en el futuro la energía nuclear.

Asimismo, Walter Boltz trazó tres caminos posibles hacia el ansiado objetivo: el uso de metano y biogas, el hidrógeno puro y una mezcla de ambos. Tras desgranar las ventajas y desventajas de los distintos planteamientos, puso en valor las bondades del gas descarbonizado. «Europa ha invertido mucho dinero y esfuerzo en esta fuente. Este mercado ha traído muchos beneficios y el objetivo debe ser el de que siga creciendo», apuntó.