Nissan
Ghosn se declara inocente ante el juez
Rechaza cualquier mala práctica durante su etapa al frente de Nissan
Rechaza cualquier mala práctica durante su etapa al frente de Nissan
Esposado, sin corbata y con zapatillas de plástico. Así es como acudió a declarar ante el juez el ex presidente de la alianza Nissan-Renault- Mitsubishi, Carlos Ghosn, una imagen que distaba de su habitual perfil de hombre de negocios. El traje oscuro del empresario tampoco disimulaba los kilos que según dijo su hijo habría perdido en los casi cincuenta días que ha pasado entre rejas por supuesta mala conducta financiera, cargos de los que ayer se declaró -con contundencia- inocente. «Me han acusado erróneamente y he sido detenido injustamente debido a acusaciones que no tienen ningún fundamento», aseguró ante el tribunal en Tokio.
En la primera comparecencia desde que fuera arrestado acusado de utilizar a la empresa para cubrir pérdidas de inversión personal valoradas en 15 millones de euros y ocultar durante años parte de sus ingresos millonarios, Ghosn dio su versión de los hechos a través de una declaración leída de unos 10 minutos. En ella, rechazó cualquier mala práctica durante su etapa al frente de Nissan y aseguró que no obtuvo ninguna compensación que no hubiera transmitido a los reguladores. El brasileño negó la acusación de la Fiscalía de ocultar hasta 72 millones de euros a lo largo de ocho años e indicó que sus emolumentos eran revisados por abogados de dentro y fuera de la compañía nipona.
De la misma forma, admitió haber usado a Nissan para llevar a cabo contratos de cambios de divisa, unas operaciones de las que dijo la compañía estaba al tanto y que «no le costaron nada a la empresa», afirmó su abogado Motonari Otsuru. «Soy inocente de las acusaciones hechas en mi contra. He actuado con honor, de forma legal y con el conocimiento y la aprobación de los ejecutivos dentro de la compañía», insistió Ghosn.
En su disertación, también preguntó al magistrado el porqué de su prolongada detención, ante lo que el juez explicó que esta se debía al alto riesgo de fuga y a la posibilidad de ocultar pruebas. Ghosn, que fue metido en prisión el pasado 19 de noviembre, fue destituido días después de sus puestos de presidente de Nissan y Mitsubishi, pero hasta la fecha ha mantenido su puesto en Renault. No en vano, los cargos que pesan sobre el líder de la industria automotriz internacional, podrían acarrearle una sentencia de hasta diez años de cárcel. Pasado mañana, cuando se cumple el plazo máximo de prisión preventiva desde que se presentó el último cargo, se conocerá la suerte que correrá Ghosn. Todo dependerá de la presentación o no de nuevas acusaciones. Sin ellas, podría quedar en libertad provisional pero, de lo contrario, volverá veinte días más al centro de detención.
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