Ingeniería

Indra digitaliza los bosques para luchar contra el fuego

Su sistema Faedo está dotado de un algoritmo capaz de detectar los focos más pequeños a decenas de kilómetros de distancia

Faedo es un verdadero guardabosques electrónico. Ya protege la Sierra de El Rentín en Cádiz y zonas de Extremadura
Faedo es un verdadero guardabosques electrónico. Ya protege la Sierra de El Rentín en Cádiz y zonas de Extremaduralarazon

Su sistema Faedo está dotado de un algoritmo capaz de detectar los focos más pequeños a decenas de kilómetros de distancia

El número de incendios registrados en todo el planeta no deja de crecer y cada vez son más devastadores.Indra está protegiendo los bosques con un sistema dotado de un potente algoritmo capaz de detectar los focos de fuego más pequeños a decenas de kilómetros.

Cerca de 9.000 hectáreas de bosque han quedado destruidas en las últimas semanas en Portugal. El temor a que se repitiese el desastre vivido en 2017, cuando el fuego se llevó por delante la vida de más de 110 personas y cerca medio millón de hectáreas, volvía resurgir.

Junto a Portugal, países como Estados Unidos, Grecia o Australia saben bien lo que es enfrentarse a un «megaincendio», un tipo de fuego cada vez más frecuente y destructor causado por la despoblación del medio rural, aumento de la temperatura y acción del hombre.

Para hacer frente a este peligro, los ingenieros de Indra han desarrollado una solución dotada de un potente algoritmo capaz de detectar pequeños focos de fuego cuando aún no representan un peligro y se pueden extinguir fácilmente.

El objetivo es actuar más rápido para limitar los daños. Para ello, despliegan en puntos estratégicos una serie de torretas dotadas de potentes cámaras de visión en espectro visible e infrarrojo. Se trata de auténticos guardabosques electrónicos que monitorizan todo lo que ocurren en 15 o 20 kilómetros a la redonda, las 24 horas día, 365 días del año.

Disponen, además, de sensores para medir las características del combustible en la zona y estaciones meteorológicas para conocer con precisión el clima local y el riesgo de que se produzca un incendio.

El cerebro, la clave

Pero el secreto de este sistema, que la compañía ha bautizado con el nombre de Faedo en honor a un centenario bosque leonés, reside en su cerebro.

Indra ha refinado el algoritmo del sistema y lo ha entrenado para que sea capaz de distinguir el fuego de otras fuentes de calor, como puede ser el motor de un vehículo o un animal, por ejemplo. Lo mismo ocurre a la hora de diferenciar pequeñas columnas de humo en un día de niebla o en zonas altas de montaña, en las que puede aparecer bruma y nubes sobre el terreno.

«El grado de precisión es lo que hace único este sistema. Hemos sido capaces de reducir al mínimo las falsas alarmas, un reto que esta tecnología tenía pendiente para ser realmente eficaz», explica Hosain Badouch, responsable del Centro de Excelencia en Seguridad de Indra en León.

Una vez identificado el posible foco, el sistema determina sus coordenadas y lanza una alerta que reciben en el puesto de mando. De forma inmediata, el sistema les aporta información sobre las vías de acceso más rápido, los puntos de recogida de agua más cercanos y el nivel al que se encuentran. Faedo ofrece también datos sobre la temperatura, velocidad del viento, dirección en la que se extenderá el fuego, poblaciones que podrían verse afectadas y puntos desde los que controlar mejor la situación.

El sistema ya protege la Sierra de El Retín en Cádiz y zonas de Extremadura. La compañía también lo ha exportado a Bulgaria y está desplegándolo en la Isla de Gran Canaria.

Para Badouch, «esta tecnología nos da por primera vez la posibilidad de mantener una vigilancia constante. Cada vez más, los incendios intencionados comienzan a última hora del día o incluso en invierno, momentos en los que se baja la guardia y la vigilancia es más reducida».

El responsable explica que «el sistema refuerza la seguridad de las personas que viven en la zona, protege la biodiversidad y ahorra los enormes costes, en recursos y personal, que requiere extinguir un incendio de gran envergadura».

En caso de que el fuego se extienda, Faedo facilita a los mandos información en tiempo real de la posición de cada unidad desplegada y estado de los vehículos. «Se trata de ofrecer una visión exacta de lo que está ocurriendo en cada momento para reaccionar y garantizar la seguridad de los efectivos».

A través del móvil

Al mismo tiempo, el personal que trabaja en la zona tiene acceso a través de su móvil a toda la información del sistema y reciben las imágenes tomadas por las distintas torretas. Todos los datos quedan registrados para su posterior análisis. Se cuenta así con herramientas para determinar las causas y origen del fuego, tomar medidas que ayuden a evitar que se repita la situación, y estudiar cómo mejorar la intervención.

En los laboratorios de Indra, el sistema Faedo sigue mejorándose. Los próximos pasos contemplan la posibilidad de incorporar más sensores, aprovechar las imágenes tomadas por satélites e incorporar drones de vigilancia que permitan comprobar si una alarma es falsa o real de forma aún más rápida. «Cada vez contaremos con más datos en tiempo real para monitorizar los bosques y poder adelantarnos incluso al fuego, poniendo en marcha medidas para evitar que se produzcan catástrofes como las que tenemos que afrontar cada verano», explican desde Indra.