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La banca, comprometida con la formación financiera en el colegio

El programa «Tus finanzas, tu futuro» acerca a las empresas a las aulas para enseñar a los jóvenes a gestionar su economía

Cuanto antes se empiece con la educación financiera, mejor/dreamstime
Cuanto antes se empiece con la educación financiera, mejor/dreamstimelarazon

Hacer un presupuesto, elegir entre salir a cenar o ahorrar para posibles imprevistos, llevar unas cuentas claras en cuanto a ingresos y gastos se refiere... Todo ello forma parte de un mundo del que los jóvenes parecen ser poco conscientes. Por eso, el programa «Tus finanzas, tu futuro», puesto en marcha por la Asociación Española de Banca y la Fundación Junior Achievement, dota a jóvenes de entre 13 y 15 años de las herramientas necesarias para tomar conciencia de la importancia de manejar correctamente su dinero y aplicarlo en el futuro. «Cursar actividades como esta ayuda a complementar el currículo oficial de los alumnos», dice Inmaculada Santiago, profesora de Economía en el colegio Claret de Madrid, que ya lleva años recurriendo al programa. «Es necesario que los chavales introduzcan en su vida cotidiana aspectos de educación financiera que no son solo teóricos», añade. Así, por medio de actividades impartidas por profesionales del mundo laboral, pueden hacer una aproximación adaptada a su día a día.

«Idealmente la educación financiera debe comenzar en casa, no tratando el dinero como si fuera algo tabú, estableciendo una paga semanal y fomentando el ahorro o enseñando a los más pequeños entre querer y necesitar», explica Beatriz Morilla, responsable de RSC de la Asociación Española de Banca. «Más tarde, en el colegio habría que recibir formación sobre cómo realizar un presupuesto o cómo planificar las decisiones de compra, por ejemplo, de forma que cuando las personas acaban su ciclo educativo ya tienen los conocimientos y han desarrollado las habilidades necesarias para ponerlos en práctica», añade. Sin embargo, subraya que en España esto no ocurre así en la mayoría de los casos, lo que hace que sea necesario que las empresas, ejerciendo su responsabilidad como elemento clave de la sociedad, se preocupen por suplir esa deficiencia. De esta manera, las compañías se unen a programas como «Tus finanzas, tu futuro», en el que envían a trabajadores de forma voluntaria a impartir esta formación en las aulas. «Un voluntario es un profesional comprometido y generoso, que regala su tiempo y se acerca al centro educativo para permitir que los jóvenes desarrollen conocimientos, competencias y habilidades clave previamente diseñados por la Fundación Junior Achievement», subraya Blanca Narváez, directora de la delegación española de la Fundación.

Brecha educativa

Con esta iniciativa se ha formado, en los cinco años que lleva activa, a casi 30.000 alumnos en toda España gracias a la colaboración de miles de voluntarios empleados de banca. Sin embargo, Morilla asevera que la brecha en la educación que se encuentra, al no facilitar elementos prácticos a los estudiantes, no va a reducirse por sí sola. «Es necesaria una actuación conjunta de todos los actores involucrados, desde el Ministerio de Educación hasta consejerías, reguladores, supervisores y, por supuesto, el sector financiero».

El programa tiene una duración de tres sesiones de una hora semanal, a lo largo de las cuales los alumnos reflexionan sobre la toma de decisiones financieras de una forma prudente y acertada. «Principalmente se tratan temas de economía personal, en los que se presentan diversas situaciones de la vida normal en la que tienen que tomar decisiones», explica Santiago, quien encuentra muy positivo que las distintas opciones sean valoradas y elegidas en grupo. «Los niños aprenden educación financiera a través del juego, experimentando situaciones y tomando decisiones», dice Narváez. Así, a través de la metodología «aprender haciendo» superan prejuicios, desarrollan hábitos y toman conciencia de cuestiones vitales para ellos.

«La formación financiera es una educación importantísima para todo el mundo, por lo que cuanto antes comencemos con ella, mejor», indica Morilla. «Cuando los ciudadanos comenzamos nuestra vida laboral esa falta de formación produce efectos más negativos», subraya. Y es que un mayor control sobre las propias finanzas está muy relacionado con la tranquilidad en el día a día. «Está comprobado que cuando tienes un mayor conocimiento financiero tomas decisiones más formadas, te endeudas menos, ahorras más y tu salud financiera mejora», añade, concluyendo que «si se gestiona adecuadamente el dinero se tienen menos preocupaciones económicas y por tanto, se es más feliz».

Pero no solo se trata de conocimientos financieros, sino también de actitudes y habilidades que propician tomar la decisión adecuada. «Dotamos de conciencia financiera a los jóvenes, quienes se dan cuenta de la cantidad de decisiones financieras que toman y de cómo les afectan en el corto y en el largo plazo», apostilla Narváez. Gracias a la implicación de las empresas españolas en la educación de los jóvenes, se enseña a los futuros trabajadores a sacar el máximo partido a sus recursos de acuerdo con sus propios objetivos además de facilitar el diseño de soluciones alternativas ante situaciones inesperadas».

Nuevos objetivos ddsasasprofesionales

A través de los programas, la Fundación busca generar espacios de reflexión donde los jóvenes establezcan objetivos personales y profesionales ambiciosos. Que desarrollen estrategias para conseguirlos y que se sientan competentes para llevarlos a cabo. Estas experiencias complementan el currículo educativo con el objetivo de desarrollar una batería de habilidades no cognitivas, que desarrollen en ellos el interés por contribuir a la sociedad en la forma y manera que mejor consideren. Provoca la reducción de las ausencias injustificadas a clase y una mejora de las notas de asignaturas troncales.