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Bruselas cuestiona la compra de Air Europa por Iberia porque "puede subir los precios"

La Comisión Europea considera que la adquisición puede restringir la competencia

La Comisión Europea ha puesto en cuestión la operación de compra de Air Europa por parte de Iberia después de dar a conocer sus objeciones a la fusión al finalizar una investigación en profundidad, tras la que considera que los pasajeros podrían tener que hacer frente a un "aumento de los precios y/o una disminución de la calidad de los servicios". En concreto, ha considerado que la compra puede suponer un "riesgo para la competencia con los archipiélagos, Sudamérica y otros países de Europa".

Bruselas ha expresado su preocupación ante la posibilidad de que los clientes afronten precios más altos o una menor calidad de los servicios después de la transacción. "El objetivo de la Comisión es garantizar que la transacción no dé lugar a efectos adversos efectos para los clientes en términos de aumento de precios o disminución calidad de los servicios. A la Comisión le preocupa que, a falta de soluciones adecuadas y la eliminación de Air Europa como aerolínea independiente puede tener efectos negativos sobre la competencia en estos ya mercados concentrados", explica el 'Statement of Objections' (SO) sobre la operación, publicado este viernes, en el que se explica que la posible compra "supone efectos adversos para la competencia, principalmente por la reducción del número de aerolíneas que operarían en ellas".

Según advierte, la compra reduciría también la competencia en un determinado número de rutas nacionales españolas, en particular en las rutas donde los trenes de alta velocidad no ofrecen una alternativa, y en las rutas entre península España y Baleares y Canarias, para las que apenas habría otras ofertas disponibles después de la transacción, al estar limitada la competencia a "empresas regionales, compañías españolas u otras de bajo coste", como Ryanair.

La UE amplía esa falta de competencia a las rutas de corto radio, que conectan España con países de Europa y Oriente Medio, ya que la única opción posible serían compañías aéreas de bajo coste, que en muchos casos operan desde aeropuertos menores y remotos o desde la aerolínea establecida del país de destino. En el caso de las rutas hacia América, cree que la situación es más complicada ya que "puede darse el caso de que no hubiera competencia directa después de la transacción". Además, cree que ambas compañías "tienen cuotas de mercado relativamente altas en las rutas entre España y América del Norte y del Sur".

Iberia ya contaba con que la Comisión Europea manifestara su preocupación sobre los efectos adversos para la competencia en alguna rutas, principalmente por la reducción del número de aerolíneas que operarían en ellas. Pese a ello, se muestra optimista y ha manifestado que continuará trabajando con la Comisión para "acercar posturas y acordar una solución definitiva" que permita llevar a cabo esta operación "fundamental para el impulso de la conectividad y de la economía de España con todas las garantías para los consumidores".