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La Bolsa española celebra Navidad con ganancias pero sin alcanzar los 10.500

Vista general de la Bolsa de Madrid
Vista general de la Bolsa de Madridlarazon

La Bolsa española ha cerrado hoy una semana atípica por su brevedad -sólo dos sesiones y media hábiles-, con un repunte semanal del 1,14 % en su principal indicador, el ÍBEX 35, que ha sido insuficiente para alcanzar los 10.500 puntos.

El mercado español cierra mañana, día de Navidad, y también el viernes, por lo que habrá que esperar hasta el próximo lunes para que vuelva a abrir, a sólo tres sesiones para terminar un año en el que, de momento, las ganancias no son muy elevadas, del 5,70 %.

La prima de riesgo ha terminado también una sesión más corta de lo habitual en 112 puntos básicos después de que el rendimiento del bono español a diez años se situara en el 1,632 % y el del “bund” alemán, en el 0,597 %.

En Europa, dos de las grandes plazas bursátiles estaban hoy cerradas por festivo, Fráncfort y Milán, y sólo han estado operativos los mercados de Londres y París, que no se han puesto de acuerdo, ya que el primero ha subido el 0,18 % y el segundo ha bajado el 0,44 %.

Pero en el cómputo global de la semana se han impuesto los signos positivos, ya que Milán ha ganado el 1,86 %; Fráncfort, el 1,38 %; París, el 1,28 % y Londres, el 0,99 %.

En estos dos días y medio de cotización, los valores del selectivo que más han subido han sido Indra, el 2,92 %; Bankia, el 2,53 % y Endesa, el 2,44 %, mientras que los que más han caído han sido Grifols, el 0,91 %; Abengoa, el 0,50 % y Grifols, el 0,40 %.

En cuanto a las empresas más capitalizadas del mercado español, Repsol se ha revalorizado esta semana el 1,73 %; el BBVA, el 1,51 %; el Santander, el 1,11 %; Telefónica, el 1,07 % e Iberdrola, el 1,03 %.

En la sesión bursátil de hoy, los inversores no han contado con ninguna referencia macro y ni siquiera han podido guiarse por el potente faro que siempre enciende la apertura de Wall Street, por lo que han tenido que contentarse con vigilar de reojo a sus “viejos conocidos” de los últimos días: el precio del petróleo, la crisis en Ucrania y el futuro de Grecia.

El IBEX ha terminado con una pequeña subida del 0,4 % que no ha sido suficiente para que pudiera alcanzar la cota de 10.500 puntos, un empeño que se ha visto obligado a dejar para mejor ocasión tras quedar en los 10.481,80 enteros.

La semana empezó con una pequeña revalorización del 0,07 % para el ÍBEX, favorecido por la tendencia positiva que reinaba en el mercado tras haber estado en negativo durante la última parte de la sesión.

La jornada comenzó con ganancias, aunque a media sesión la volatilidad y la ausencia de referencias macroeconómicas de relevancia provocaban que el mercado nacional diera la vuelta y cotizara en negativo.

Y ello a pesar de que las ganancias de las principales plazas europeas, gracias al rebote que registraba ese día el precio del petróleo y a la mejora del rublo ruso, que ayudó a que la Bolsa de Moscú continuara su remontada, que el lunes superó el 5 %.

No obstante, los ánimos decayeron después de que Arabia Saudí se mostrara a favor de aumentar su producción de petróleo, lo que frenó la mejora del crudo, y desanimó a las bolsas europeas, que aún así, lograron cerrar en positivo.

El martes, el ÍBEX subió el 1,03 % y recuperó los 10.400 puntos, animada por Wall Street, cuyo principal indicador -el Dow Jones de Industriales- se situó en máximos históricos, al superar los 18.000 puntos, tras conocerse que el PIB de EEUU creció el 5 % en el tercer trimestre, la mayor subida en más de una década.

Así, en una jornada en la que el rendimiento del bono español a diez años marcó otro mínimo histórico, el IBEX 35 sumó 106,70 puntos y alcanzó los 10.477,70 puntos.

Pese a las ganancias, la sesión comenzó sin tendencia clara y después se decantó por las pérdidas, a pesar de que el Banco de España anunció una mejora de sus previsiones de crecimiento de la economía española, ya que espera que el PIB, que está creciendo un 0,6 % en el último trimestre, cierre el año en el 1,4 %.

No obstante, el mercado español cambió de tendencia y comenzó a subir gracias a la mejora del rublo y del precio del petróleo.