Movilidad

Las ayudas para la compra de coches eléctricos no están confirmadas para 2025

“Al día de hoy, no hay Plan Moves” declara el presidente de Anfac, José María Recasens, que confía que el Gobierno prorrogue la norma

Josep María Recasens y José López-Tafall (izquierda)
Recarga de coches eléctricos Anfac

El necesario crecimiento de las ventas de automóviles eléctricos para poder cumplir los compromisos con la Unión Europea se puede ver frenado si el Gobierno no aprueba un nuevo Plan Moves de ayudas a la compra de coches eléctricos en los próximos días, antes de que finalice el presente ejercicio. Con este objetivo, esta mañana se ha reunido el presidente de la asociación empresarial Anfac, que engloba a fabricantes e importadores de automóviles, José María Recasens, con el ministro de Industria, Jordi Hereu, que le ha prometido que el Gobierno actuará en este sentido en los próximos días. El sector pide un Moves diferente, con mejores condiciones para agilizar l venta de eléctricos, pero cree que, en el mejor de los casos, podría ampliarse el actual plan en las actuales condiciones.

Y es que, el actual Moves presenta importantes errores que no ayudan a la venta de coches eléctricos en los niveles necesarios para cumplir los objetivos. La tardanza en el cobro de las ayudas, que se elevan a más de año y medio desde la concesión, o la inclusión de las mismas en la declaración del IRPF son algunas de las condiciones que se pretenden corregir. Pero, sobre todo, es necesario el mantenimiento de este tipo de planes para poder acceder a las ayudas europeas que se espera lleguen en un futuro próximo. Según recordó el director general de Anfac, José López Taffal, para cumplir los objetivos en este año que finaliza en España deberían haberse vendido aproximadamente 280.000 automóviles eléctricos y la cifra de cierre estará en torno a los 110.000. Y lo que es más grave, sin un crecimiento de la demanda, ya que está estancada en un 5% de las ventas.

Para el presidente de Anfac, “la electrificación es un cambio de paradigma en el sector para poder pasar del motor de combustión al eléctrico”. En su opinión, las etapas para la construcción son las mismas pero lo que hay detrás es completamente distinto y es una cuestión de tecnología que marcará el futuro de la industria del motor en un plazo de 15 o 20 años. Cree que Europa está perdiendo el control de la industria del motor y quemen cambio, países como China estaño teniendo crecimientos de hasta el 33%. Insistió en que España, octavo productor mundial de vehículos, debe orientarse en la dirección del coche eléctrico ya que cerraremos el año con una fabricación de 2,4 millones de unidades, que es una cifra que representa un descenso del 15% respecto a antes de la pandemia.

En esta línea, se refirió al problema que se puede producir en un futuro si España no orienta su producción hacia la electricidad, ya que actualmente el 95% de nuestra producción es de vehículos de combustión. Porque las fuertes multas que impone la Unión Europea por no cumplir los objetivos, y que llegan a los 15.000 millones, las deben pagar los fabricantes. Y para no incurrir en las sanciones, deben dejar de vender coches de combustión y la consecuencia de ello será el cierre de las plantas de producción de este tipo de vehículos que podría llegar a afectar a, al menos, ocho fábricas en Europa y alguna de ellas puede estar en España. Esta situación se agrava aún más si tenemos en cuenta la edad media del parque automovilístico español, que se sitúa en 14 años, frente a los 10 de Alemania y Gran Bretaña, 11 de Francia o 13 de Italia.

Indicó que para cumplir los objetivos de parque previstos en el año 2030 la mitad de las ventas deberían ser de coches eléctricas y para ello se deberían multiplicar por diez en un periodo de cinco años los actuales puntos de recarga, hasta llegar a una cifra de 300.00 cargadores. El objetivo que debe fijarse España es el de vender cien mil coches eléctricos para conseguir llegar a una cuota de mercado del 10%, para lo cual es necesario reforzar la infraestructura de carga hasta llegar a 90.000 cargadores al final del año que viene y a los 300.000 en el año 2030.

Esta evolución hacia el coche eléctrico, en opinión de Recasens, debe ser un fenómeno que afecte a toda Europa. “Se nos está cayendo la industria automovilística europea a cachos”, afirmó. Es un problema que, indicó, “va de tecnología y de competitividad. Si además del retraso que llevamos, metemos al sector multas de hasta 15.000 millones, apaga y veámonos”.