La continuidad como bandera

El repentino fallecimiento de Emilio Botín no hace sino adelantar una sucesión ya planificada por la cúpula del Banco Santander. No hubo lugar a dudas en la designación de la nueva presidenta cuyo ascenso a la cúspide del banco se hubiera producido en 2015. Dicho nombramiento mantiene la continuidad en las políticas de la entidad bancaria, que no vivirá ningún cambio radical y permitirá que la cultura empresarial del Santander prosiga moviendo a la firma en el rumbo correcto para afrontar los próximos retos del banco.

El principal desafio será mantener la posición de liderazgo del grupo. Todos sabemos que lo realmente difícil no es llegar sino mantenerse y que la posición actual únicamente se podrá sostener si se adaptan a los nuevos tiempos y las nuevas situaciones económicas que afronta la situación del momento. La versatilidad en la gestión y el conocimiento de cada zona geográfica es clave para adaptarse mejor a los consumidores y regulaciones de cada mercado.

En el más estricto corto plazo, los test de estrés no deberían suponer un problema para el banco, que podría aprovechar las aguas revueltas que se generen para afianzar su poder o buscar alguna buena oportunidad en bancos dañados.

En el medio plazo, nos encontramos con un mercado con mucha oferta monetaria pero muy poca demanda. Adaptar los productos bancarios a la precaria situación económica que durante años vivirá gran parte de la población europea, o bien enfocarse en otros nichos de mercado que ofrezcan unas mejores condiciones será clave en el devenir de los próximos años. Y es que no hay que bajar la guardia tras los tenues datos de recuperación macroeconómica vistos en los países de la Eurozona.

La ocasión para conseguir escalar posiciones vendrá de la mano del desarrollo de mercados ya en auge como el Latinoamericano, vía Brasil, o una incipiente apuesta por África, que puede ser el factor diferencial que mejore notablemente los resultados de la empresa a pesar del claro riesgo divisa al que se enfrentan las compañías que acometen proyectos en países con economías que aún no están maduras.

Nadie duda de que Ana Patricia tiene capacidad sobrada para liderar estos apasionantes horizontes que el banco deberá surcar y que su experiencia en el Reino Unido la acreditan como una magnífica timonel a bordo de uno de los mayores transatlánticos que existen en el mundo financiero.

*Analista de XTB