Conflictos laborales
La crisis de Iberia pone en alerta a cuatro ministerios
Fomento, Industria, Empleo y Exteriores intentan atenuar los ajustes en la aerolínea. El Ejecutivo teme los efectos sobre la marca España
Si no hay acuerdo en la reunión de hoy o, en el caso de que ésta fracase, en el otro encuentro que Iberia tiene en la recámara para esta semana, el viernes se celebrará la primera de las seis jornadas de paros convocadas por los empleados de la aerolínea para protestar por el plan de reestructuración de la compañía, que contempla el despido de 4.500 trabajadores. Las movilizaciones, que se prolongarían también los cinco días laborables de la próxima semana, en vísperas de las fiestas navideñas, preocupan, y mucho, al Gobierno por varios motivos, por lo que hasta cuatro ministerios se han implicado en los últimos días en el asunto en un intento de evitar no sólo la huelga sino también de amortiguar los efectos que la reestructuración de la compañía puede acarrear en términos de empleo o imagen.
El que más ha intensificado las gestiones es el Ministerio de Fomento, encargado de regular el sector aéreo. Ana Pastor ha pedido a las partes un esfuerzo negociador para evitar unos paros que impactarían de lleno en el poderoso sector turístico español. Fuentes del departamento aseguran que mantienen un contacto permanente con ambas partes para intentar acercar posiciones.
Turismo
El ministerio del que depende el sector turístico, Industria, también ha mostrado su preocupación por las movilizaciones y ha advertido, como Fomento, de sus perniciosos efectos sobre uno de los motores de la economía española, sobre todo teniendo en cuenta que el 80% de los visitantes extranjeros que llegan a España lo hacen por vía aérea. Aunque la cuota de mercado de Iberia se ha reducido hasta el entorno del 18%, la huelga, sin embargo, podría colapsar los aeropuertos nacionales, puesto que la aerolínea presta servicios de «handling» –facturación, equipajes...– a 220 compañías en 41 aeródromos y los empleados de este servicio están llamados a secundar las seis jornadas de paros.
Los temores tanto de Industria como de Fomento sobre el turismo parecen más que justificados. El Ministerio de Exteriores británico –Foreign Office–, por ejemplo, ya ha advertido a sus ciudadanos de las posibles complicaciones que pueden entrañar las movilizaciones, lo que puede retraer la llegada de turistas de esta nacionalidad a España en los próximos días.
El efecto de los paros, como explicaba hace un par de días en este periódico Alberto Moreno, director del área de Turismo de la Universidad Europea de Madrid y miembro de la Mesa del Turismo, también tendrá efectos en un intangible tan importante como golpeado en los últimos años como es la marca España como destino turístico. Exteriores está tratando de relanzar en los últimos meses la imagen del país y un conflicto como el de Iberia poco le ayuda. Algunas embajadas, como la de Uruguay, han tenido además que dar explicaciones por la suspensión de rutas como la Madrid-Montevideo.
A Empleo más que los efectos inmediatos de la huelga, lo que le inquieta son los propios despidos programados por la compañía. Iberia tiene intención de prescindir de 4.500 empleos y el departamento de Fátima Báñez le ha pedido «sensibilidad» a la hora de aplicar la reforma laboral. Pero la realidad es que Iberia, como compañía privada que es, tiene la potestad de proceder a dar las bajas con las nuevas condiciones aprobadas por el Ejecutivo, que aunque controla a través de la nacionalizada Bankia el 12% del capital de la aerolínea, difícilmente podrá influir en las condiciones del Plan de Transformación de Iberia.
Los sindicatos le han demandado a la dirección que aplique los tres ERE que hay ahora mismo en vigor –pilotos, tripulantes de cabina y personal de tierra–, pero el consejero delegado de la compañía, Rafael Sánchez Lozano, ya ha dicho que las condiciones de los mismos «son demasiado caras», sobre todo cuando el objetivo de la aerolínea es recortar costes para dejar de perder un millón al día.
El porqué de las diferentes gestiones
- Fomento. Al ministerio le preocupa perder una compañía de bandera y el efecto de los recortes en la actividad de la T-4.
- Industria. Le preocupa los efectos que los paros puedan tener sobre el turismo.
- Empleo. Ha pedido a la aerolínea sensibilidad en las condiciones de los 4.500 despidos.
- Exteriores. Está implicado en reflotar la marca España y sabe que este conflicto la daña mucho.
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