Jubilación
La Seguridad Social está en quiebra: su deuda roza los 50.000 millones
El 70% del agujero son gastos ajenos al sistema de cotizaciones
El 70% del agujero del sistema de pensiones son gastos ajenos al sistema de cotizaciones
El agujero de la Seguridad Social continua engordando y roza ya los 50.000 millones de euros, récord absoluto para el sistema de pensiones. En concreto, la deuda de las administraciones de la Seguridad Social se incrementó un 2,5% en julio y se sitúa en 49.944 millones de euros, mientras que en el último año registró un alza del 43%, con 15.056 millones de euros más de lastre. Este repunte de la deuda se debe a los préstamos que ha concedido el Estado a la Seguridad Social en los últimos años para garantizar el pago de las pensiones. La factura mensual de las pensiones supera actualmente los 9.600 millones de euros, pero en los meses en los que hay paga extra, ésta se duplica hasta alcanzar los 19.000 millones. El Gobierno aprobó el pasado mes de marzo la concesión de un préstamo del Estado a la Tesorería General de la Seguridad Social por importe de 13.830 millones de euros para pagar las pensiones.
Según ha certificado el Tribunal de Cuentas, la Seguridad Social se encuentra en estado de quiebra ya que ha perdido nada menos que 100.000 millones desde 2010. El dato genera entre los españoles la idea de que, cuando se jubilen, no cobrarán pensión o que ésta no será suficiente para garantizarles una calidad de vida durante su vejez. Sin embargo, las cifras de la Seguridad Social indican una mejora en la caja. De hecho, los presupuestos prorrogados de 2018 para este año en la Seguridad Social apuntan a unas transferencias de capital de 17.511 millones de euros, en línea con el agujero que la AIReF prevé para 2019, inferiores a los casi 19.000 millones de euros de déficit con los que cerró el pasado ejercicio.
El agujero proviene de que entre 2011 y 2019, los ingresos por cotizaciones sociales apenas han aumentado en 9.600 millones, un 9% más, al pasar de los 105.311 millones recaudados en 2011 a los 114.915 millones previstos para este año. Por el contrario, los gastos en operaciones corrientes se han disparado en ese mismo periodo en casi 30.000 millones (un incremento del 26,21%, al pasar de los 118.159 millones a los 148.123 millones). Los desajustes de caja acumulados año tras año en este periodo muestran que el agujero habría alcanzado los 100.000 millones de no ser cubierto por el Fondo de Reserva (casi 78.000 millones retirados de la hucha de las pensiones desde 2012) y los créditos concedidos.
¿Qué es lo que genera esta gigantesca espiral, con otros 17.000 millones de déficit previstos este año? Para empezar, que los ingresos por cotizaciones no son suficientes por la incorporación como pensionistas de los trabajadores del «baby boom» que se dio en España entre los años 50 y 70 del pasado siglo y del fuerte incremento de la esperanza de vida. Sin embargo, este cargo no representa ni la mitad del déficit de la Seguridad Social. De hecho, son los gastos ajenos al sistema de cotizaciones los responsables de casi el 70% del agujero.
Y es que la Seguridad Social debe abonar 2.354 millones en gastos de personas con cargo al sistema y no a los Presupuestos Generales del Estado. Asimismo, tiene un gasto previsto de 4.830 millones en complementos a mínimos del Régimen General y otros 2.290 millones en el Régimen de Autónomos, fuera del capítulo estrictamente contributivo, y otros 2.380 millones en pensiones no contributivas, que en realidad se deberían de llamar prestaciones no contributivas, ya que se reconocen a aquellos ciudadanos que, encontrándose en situación de necesidad, carecen de recursos suficientes aunque no hayan cotizado nunca o no alcancen el mínimo de cotización para alcanzar el derecho al cobro de una pensión contributiva. Un total de 11.854 millones que se abonan con cargo al sistema, aunque, estrictamente, nadie haya cotizado por estos conceptos, que podrían financiarse a través de los PGE, aliviando los crecientes gastos en pensiones.
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