Construcción

La licitación de obras municipales se desploma en los meses posteriores a las elecciones

En mayo, mes de los comicios, alcanzó su techo, 316 millones
Áutovía en Tarragona.
Áutovía en Tarragona.larazon

En mayo, mes de los comicios, alcanzó su techo, 316 millones, mientras que en el periodo posterior, sólo supera los 200 millones en octubre.

No hay nada tan fácil de vender para una administración que una infraestructura por la enorme visibilidad que tienen. Los gobiernos, sean del color y del tamaño que sean, lo saben y, en épocas electorales, lo explotan hasta donde les permite la normativa. La Ley Orgánica de Régimen Electoral General (Loreg) limita el corte de cintas para inaugurar las nuevas infraestructuras. Establece que desde la convocatoria hasta la celebración de las elecciones está prohibido cualquier acto organizado o financiado, aunque sea indirectamente, por los poderes públicos que contenga alusiones a los logros obtenidos y también cualquier inauguración de obras o servicios públicos. Sin embargo, nada se dice de la licitación de contratos de obras públicas, que acaparan grandes titulares si la magnitud del proyecto es importante y que se suelen disparar en los meses previos a las elecciones y caer en picado en los posteriores. Es lo que ha vuelto a suceder este año.

El pasado 27 de mayo se celebraron comicios municipales. Ese mismo mes, los ayuntamientos licitaron contratos públicos de construcción por valor de 316,3 millones de euros, el máximo anual, según los datos recogidos por la patronal de grandes constructoras, Seopan. El mes anterior, alcanzaron los 266 millones y en marzo, 317 millones. Sin embargo, el mes posterior a la cita electora, comenzó el desplome de las adjudicaciones. En junio apenas alcanzaron los 167 millones y el julio descendieron a 162 millones. En noviembre marcaron el mínimo del año, 149,5 millones.

Ejemplo paradigmático de esta forma de operar es el de los ayuntamientos de las provincias de Alicante y Guadalajara. Los consistorios de la región levantina licitaron obras por un monto de 35 millones en mayo. Un mes después, la cantidad cayó a 5,4 y desde agosto apenas si han superado los 3 millones. Los ayuntamientos alcarreños hicieron algo parecido. Licitaron contratos por 13,5 millones en el mes de las elecciones. Un mes después, la cantidad cayó hasta 1,3millones y entre julio y agosto apenas sumaron 50.000 euros.

Las licitaciones de infraestructuras, aunque puedan dar la sensación de actividad por parte de las administraciones, no significan en ningún caso que las excavadoras vayan a empezar a trabajar de inmediato. Desde que se licita el contrato hasta que se adjudica y se inicia la construcción transcurren periodos que, por lo general, superan el año. Además, habitualmente lo invertido se modula en función de la disponibilidad presupuestaria de los ejercicios posteriores.