Energía eléctrica

La luz baja un 6,7 % en abril, la mayor bajada desde julio de 2009

La tarifa de último recurso (TUR) de electricidad, a la que están acogidos la mayoría de consumidores domésticos, se abaratará alrededor de un 6,7 % a partir del próximo 1 de abril, la primera bajada desde que entrara en vigor este sistema en julio de 2009.

El recibo de la luz de los clientes acogidos a la tarifa de último recurso (TUR) se abaratará un 6,7 % desde el 1 de abril, según la estimación realizada por el sector a partir de la subasta de energía celebrada hoy y suponiendo que el Gobierno confirme la congelación de los "peajes"regulados.

Este será el primer abaratamiento de la factura eléctrica desde la liberalización del sector en julio de 2009, cuando se creó la TUR como única tarifa que fija el Gobierno para proteger a los clientes domésticos con una potencia contratada inferior a los 10 kilowatios (kW).

En sus casi cuatro años de vigencia, la TUR solo ha bajado en una ocasión -un 2,29 % en octubre del pasado año-, pero este abaratamiento no llegó a reflejarse en la factura porque coincidió con la subida del IVA.

La bajada estimada por el sector para la tarifa del segundo trimestre de 2013 se corresponde con la caída del precio del componente energético, de acuerdo al resultado de la subasta Cesur para el suministro a tarifa celebrada hoy, que supone aproximadamente la mitad de la TUR.

Según el Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad (OMEL), en la Cesur de hoy se han subastado 2.500 megavatios (MW) de carga base para cada una de las horas del segundo trimestre del año, a un precio de 45,41 euros el megavatio hora (MWh), un 16,2 % más barato que en la anterior puja.

Además, también se han negociado 380 MW para cada hora punta -es decir, aquellas comprendidas entre las 08.00 y las 20.00 horas, excepto sábados y domingos-, a un precio de 51,95 euros el MWh, un 15 % más barato.

Por su parte, la otra mitad del importe de la tarifa corresponde a los "peajes"-con los que se retribuyen los costes regulados- que el Gobierno fija cada trimestre y que en esta revisión se mantendrán congelados, según avanzó la pasada semana el ministro de Industria, José Manuel Soria.

El Gobierno ha insistido en varias ocasiones en que no manipulará la tarifa a través de los "peajes", sino que esta variará solo en función del mercado, es decir, del resultado de la subasta.

En otras ocasiones, el Gobierno ha aprovechado las bajadas en el componente energético para subir el importe de los peajes, con el objetivo de incrementar así los ingresos del sistema.

Actualmente, los ingresos del sistema son insuficientes para cubrir todos los costes regulados -distribución, transporte, primas a las renovables, ayudas al carbón y moratoria nuclear, entre otros-, lo que genera el denominado déficit de tarifa.

A pesar de los esfuerzos del Gobierno para lograr el equilibrio, el déficit de tarifa superó el pasado año los 5.500 millones de euros, según los datos provisionales, con lo que la deuda eléctrica acumulada asciende al menos a 27.000 millones.

El objetivo del Gobierno es dejar de generar déficit de tarifa este año, para lo que ha previsto ingresos adicionales: los obtenidos de los nuevos impuestos a la generación, de las subastas de CO2 y un crédito extraordinario de 2.200 millones de euros.

A esto hay que añadir el traspaso de los costes extrapeninsulares a los Presupuestos Generales del Estado y el recorte en la retribución de algunas actividades reguladas, ya sea de forma directa (como en la distribución) o indirecta (con el cambio de sistema en el régimen especial).

En la actualidad, Industria trabaja en una nueva reforma del sistema, que según avanzó ayer el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, estará precedida por una revisión de todos los costes regulados.

Nadal advirtió a las eléctricas de que tendrán que contribuir a la hora de alcanzar ese equilibrio, porque actualmente la capacidad de traspasar nuevas cargas a los consumidores o los contribuyentes es "limitada".