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La negociación de Iberia se rompe y habrá huelga

protesta de trabajadores de Iberia
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Los sindicatos tildan de «chantaje» la última propuesta y convocan paros. La aerolínea reduce los despidos un 30% y suaviza la reducción salarial.

Se rompió la baraja. Después de seis intensas semanas de conversaciones cruzando ofertas y contraofertas, las negociaciones entre Iberia y sus sindicatos para acordar la reestructuración de la aerolínea han saltado por los aires. La compañía realizó ayer, el día que expiraba el plazo que se había marcado para acordar con las centrales los ajustes, una propuesta de cierre que fue rechazada de plano por los sindicatos, que la tildaron de «chantaje» y pusieron en marcha la maquinaria de la huelga. Las centrales presentaron ayer un preaviso de «conflictividad», lo que conlleva la convocatoria de una reunión ante el Servicio de Mediación (SIMA) la próxima semana –probablemente, el día 5 o 6, según fuentes sindicales–, en la que se detallará el calendario de paros si no hay acuerdo. La ruptura se produce una semana después de que el consejo de IAG, matriz de Iberia, rechazase la propuesta de la aerolínea española de realizar un ajuste más suave. El consejo de IAG se reunirá de hoy otra vez para analizar el plan.

Al encuentro de ayer asistió el responsable de Recursos Humanos de Iberia, quien, según las centrales, se negó a prorrogar las reuniones. «Han presentado una propuesta de cuatro páginas que termina diciendo que es un planteamiento global y que todos sus puntos tienen que ser aceptados sin exclusión», lo que «vulnera los acuerdos del SIMA» alcanzados el 17 de diciembre para empezar a negociar, argumentaron los sindicatos –UGT, CC OO, USO, CTA Vuelo, Sitcpla y Asetma–, para romper las negociaciones.

La última oferta de Iberia, a la que tuvo acceso este periódico, contempla una reducción de plantilla de 3.147 trabajadores, un 30% menos que las 4.500 bajas iniciales que planteaba la compañía. El grueso del ajuste lo asumiría el personal de tierra que trabaja en España, con 2.273 salidas. La plantilla de pilotos se reduciría en 329 y la de tripulantes de cabina, en 545. El documento, además, propone también dos ERE temporales para este ejercicio y el que viene que afectarían a 580 y 283 trabajadores, respectivamente.

Para acometer la reducción de su plantilla, la aerolínea propone usar «de forma prioritaria» el ERE 72/01 ya en marcha hasta 2015, tal y como siempre han demandado los sindicatos, pues ofrece condiciones más ventajosas que las que impondría un nuevo expediente regido por la última reforma laboral. También mantiene la posibilidad de realizar jubilaciones anticipadas, aunque ya no figura como el mecanismo prioritario para eliminar el excedente de plantilla, como se acordó en diciembre.

Salarios

La reducción del número de despidos va acompañada de notables recortes salariales inmediatos y congelaciones de sueldo para los próximos ejercicios. Así, el plan reduce en un 11% el sueldo del personal de tierra y en un 23% el de los tripulantes auxiliares, frente al 25% y 35 por ciento, respectivamente, de la anterior oferta. A ello se suma una congelación salarial para los próximos cuatro años, así como de los deslizamientos por cambios de nivel y complementos de antigüedad y la no regularización ni pago de la cláusula de revisión salarial al IPC real del año pasado.

Pasados cuatro años, en 2017, la compañía prevé una revisión salarial conforme al índice de precios al consumo de ese ejercicio. Eso sí, lo condiciona a que haya vuelto a la senda de las ganancias y su beneficio antes de impuestos alcance, como mínimo, los 200 millones de euros.

El apartado sobre actividad también está condicionado a la evolución, en este caso, de la situación económica. Así, la compañía propone reducir su capacidad, medida en asientos por kilómetro (AKO), en un 10% este año, para incrementarla progresivamente en los próximos ejercicios: un 3,5% en 2014, un 7,1% en 2015 y un 7,6% en 2016. No obstante, como asegura la aerolínea, este compromiso queda «inevitablemente condicionado a la no existencia de factores sociales o económicos ajenos a Iberia de tal gravedad que lo hagan de imposible ejecución».

En cuanto a la inversión, la propuesta recoge las contenidas en el Plan de Transformación, aunque no da cifras concretas. Desde que comenzó el proceso, los sindicatos han culpado a la obsoleta flota de aviones que tiene la compañía de generar buena parte de las pérdidas de ésta, por lo que han insistido en su modernización. Ayer mismo, Iberia anunció que este año incorporará siete nuevos Airbus A330-300, aparatos de gran capacidad destinados al largo recorrido.

Servicios de handling

El documento recoge, por último, el compromiso de la compañía de no segregar o filializar, total o parcialmente, sus servicios de handling y mantenimiento hasta 2017 sin acuerdo con los sindicatos y la cuestión de la externalización de su actividad. La compañía establece que Vueling, que próximamente se incorporará a AIG, no utilizará el código de Iberia en Madrid ni en largo radio durante el periodo 2013-2017. Iberia Express, por su parte, quedará limitada a 14 aviones hasta 2015.

Aunque fuentes de Iberia aseguraron que si los sindicatos rubrican esta oferta nadie, incluida IAG, la cuestionará, las centrales creen que el mal ya está hecho. En su opinión, la propuesta de cierre refleja claramente que la dirección del holding, que siempre ha sido partidaria de un duro ajuste para ahorrar 350 millones en detrimento de medidas más suaves, como pretendía la dirección de Iberia, ha impuesto sus tesis. «Iberia no tiene dirección española y se gobierna desde la imposición de British Airways», afirmaron.

Conocida la postura de los sindicatos de tierra, queda ahora pendiente la postura del sindicato de pilotos, que a última hora de la noche de ayer no daba por rotas las conversaciones.