España

La OCDE eleva al 2,5% el crecimiento del PIB español en 2017

Respecto al empleo, mantiene que crecerá un 2,4 % este año, aunque rebaja en dos décimas la tasa de desempleo, hasta el 17,5 %,

El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría
El secretario general de la OCDE, Ángel Gurríalarazon

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha elevado dos décimas su previsión de crecimiento para la economía española en 2017, hasta el 2,5 %, lo que coincide con el pronóstico del Gobierno.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha elevado dos décimas su previsión de crecimiento para la economía española en 2017, hasta el 2,5 %, lo que coincide con el pronóstico del Gobierno.

Para 2018 augura un avance del PIB del 2,2 %, dos décimas por debajo del cálculo gubernamental.

En el informe “Estudios económicos de la OCDE: España 2017”, el organismo explica que la demanda interna va a seguir liderando la recuperación ya que aportará 2,2 puntos porcentuales del crecimiento de este año.

El Estudio, presentado en Madrid por el Secretario General de la OCDE Ángel Gurría y el Ministro de Economía, Industria y Competitividad Luis de Guindos, reconoce que la crisis económica ha provocado un aumento de los niveles de pobreza y desigualdad de los ingresos.

Identifica los ámbitos prioritarios de acción para conseguir un crecimiento más inclusivo, lo cual incluye reducir aún más el desempleo, adoptar políticas más acertadas para combatir la pobreza y mejorar la calidad del empleo a través de una cualificación más óptima, mejor formación y una mejor adecuación de las habilidades de los trabajadores a las necesidades del mercado laboral.

El informe proporciona además recomendaciones para que la estructura tributaria resulte más progresiva y favorezca la creación de empleo, al tiempo que se refuerce el papel del sistema impositivo y de transferencias para abordar mejor las desigualdades.

“A pesar de que nos encontramos en un complicado entorno internacional, España avanza por el camino adecuado” ha afirmado Gurría. “Las finanzas públicas están mejorando y las importantes reformas estructurales acometidas en los últimos años están dando sus frutos. Si bien los resultados conseguidos son formidables, es fundamental que el ritmo de las reformas se mantenga para superar los múltiples desafíos aún existentes y garantizar una transición gradual hacia una economía verdaderamente basada en el conocimiento. Asimismo, la recuperación ha de ser inclusiva, abordando las desigualdades y ofreciendo oportunidades y una mejor calidad de vida para el conjunto de la población.”

Productividad

Para generar un empleo de mayor calidad, España debe abordar, según el informe de la OCDE, su problema crónico de bajo crecimiento de la productividad promoviendo la inversión empresarial en innovación. Para ello, el Estudio recomienda mejorar la coordinación entre la inversión pública, la inversión bancaria y la procedente de los mercados de capitales con las necesidades de las nuevas empresas y los emprendedores.

Parte de los fondos públicos para I+D podrían ofrecerse como subvenciones, y no como préstamos, a fin de que la financiación pública apoye a las empresas en su etapa inicial de desarrollo, cuando la financiación del mercado es más escasa. Asimismo, es necesario mejorar el marco regulatorio para potenciar mejor la competencia y reformar las leyes de insolvencia a fin de permitir una circulación del capital más ágil y menos costosa.

“Está previsto que el consumo privado mantenga su firmeza gracias a la continua mejora del empleo, a medida que las reformas aplicadas en años anteriores continúen dando sus frutos”, dice la OCDE, que eleva una décima el avance del consumo privado en 2017, hasta el 2,2 %, aunque recorta en tres décimas el crecimiento del consumo público, al 0,9 %.

Tasa de desempleo

Respecto al empleo, mantiene que crecerá un 2,4 % este año, aunque rebaja en dos décimas la tasa de desempleo, hasta el 17,5 %, mientras que en 2018 la creación de puestos de trabajo aumentará el 1,9 % y la tasa de paro disminuirá al 16,1 %.

El Estudio apunta además que la reducción del desempleo sigue siendo una prioridad fundamental. Para ello es vital la mejora de las habilidades de los desempleados, la ampliación de los programas de formación y el refuerzo de los servicios de inserción laboral, en especial para los más jóvenes y los desempleados de larga duración. Asimismo, la mejora de la enseñanza y formación profesionales también tendrá un efecto directo en la productividad y en conseguir una mejor adecuación de las habilidades a las necesidades del mercado laboral.

Insiste la OCDE en el sector de la población más desfavorecido por la crisis. El informe pone de manifiesto el limitado papel desempeñado por las transferencias a la hora de reducir las desigualdades y ayudar a quienes más lo necesitan. Asimismo, insiste en que “es indispensable que España amplíe la cuantía y la cobertura de los programas de renta mínima de inserción de las Comunidades Autónomas así como las ayudas económicas para familias con hijos a fin de reducir la pobreza”.

Y lo mismo sucedería con medidas de reforma tributaria como el aumento de los impuestos medioambientales, que permitiría incrementar los ingresos para destinarse a políticas generales orientadas a conseguir una sociedad más inclusiva, al tiempo que se frena la contaminación.

Déficit público

El déficit público lo sitúa en el 3,4 % del PIB al cierre de 2017, lo que supondría un desvío de tres décimas respecto al objetivo comprometido con Bruselas, en tanto que para la deuda púbica augura un repunte de tres décimas, hasta el 99,6 % del PIB.

Tampoco cree que se cumpla el objetivo de déficit del 2,2 % para 2018, ya que prevé que se reduzca al 2,8 %.

La OCDE explica que el mantenimiento de unas Ãondiciones financieras favorables propiciará un mayor repunte de la inversión empresarial y en vivienda en estos dos años, en tanto que el aumento de las exportaciones se moderará por la debilidad en los mercados de exportación y un “anémico” comercio mundial.

La inflación también aumentará, pero cree que las presiones serán moderadas debido a la persistencia de un alto desempleo, con lo que prevé una tasa media del 1,9 % para este año y del 1,8 % para el próximo.

Asimismo, el mantenimiento de unas condiciones de financiación favorables debería ampliar el incipiente repunte de la inversión empresarial y en vivienda, mientras que el esperado incremento de las presiones inflacionistas debería ser moderado debido al elevado desempleo.

La institución aprecia riesgos procedentes tanto de factores externos como internos, incluyendo las dificultades que puede encontrar un Gobierno en minoría para legislar “las reformas de calado necesarias para impulsar el crecimiento de manera sostenible”.

Además, la OCDE advierte de que una ralentización del comercio mundial podría minar aún más las exportaciones, que han sido un motor importante de la recuperación, especialmente si España pierde competitividad a nivel internacional, mientras que la organización considera “moderada” la exposición de España al ‘Brexit’.

El informe subraya la disminución de vulnerabilidades financieras de España por la mayor solidez del sector bancario y el menor endeudamiento privado, aunque advierte del elevado ratio de deuda pública de España, así como del significativo saldo neto negativo de la posición inversora internacional española.

Endeudamiento público

En este sentido, las nuevas previsiones de la OCDE apuntan a un endeudamiento bruto del Gobierno del 99,6% del PIB en 2017 y del 99,4% en 2018, después de cerrar el pasado ejercicio en el 99,3%.

Según las simulaciones realizadas por la organización en función de las previsiones oficiales, la ratio de deuda pública de España se moderaría de forma progresiva hasta el 94% del PIB para 2030.

Sin embargo, en un escenario más positivo en el que la inflación aumentase en 0,5 puntos porcentuales y el PIB registrara un incremento real superior de 1 punto porcentual por año a partir de 2019, la ratio de deuda podría caer hasta el 79% en 2030, mientras que podría elevarse hasta el 110% del PIB en un escenario adverso en el que los tipos de interés subieran un punto porcentual a partir de 2019.