Tipos de interés
La marcha de la economía obliga a la Fed a subir los tipos al 2%
La Fed ha concluido que la posición de su política monetaria continúa siendo «acomodaticia», proporcionando así un fuerte respaldo a las condiciones del mercado laboral
La Reserva Federal cumple el guión de los mercados y eleva por segunda vez en el año el precio del dinero
La Reserva Federal de EE UU, la Fed por sus siglas en inglés, ha vuelto a subir los tipos de interés. Un alza de un cuarto de punto, con la que el precio del dinero alcanza ya la barrera del 2%. En su comunicado, la institución explica que espera que las futuras subidas, de producirse, «serán consistentes con una expansión sostenida de la actividad económica, las condiciones fuertes del mercado laboral y una inflación cercana al objetivo del 2% a el medio plazo».
Jerome Powell, presidente de la institución, confirmaba así las expectativas de los mercados, habida cuenta de los espléndidos números de la economía estadounidense y las históricas cifras del paro, que siguen encogiendo hasta alcanzar el pasado mes de mayo la cifra del 3,8%. Son 92 meses seguidos creando empleo. Lo nunca visto desde el boom de las empresas tecnológicas de hace 18 años. Al mismo la inflación interanual, que alcanzó en mayo el 2,8%, permite que la Fed desmonte poco a poco las políticas que dopaban la economía. Los números de EE UU, después de que el Gobierno haya flexibilizado las condiciones con las que pueden invertir los bancos, así como a la espera de los efectos inherentes a la reforma fiscal, parecen lo suficientemente buenos como para mantenerse en la senda de un equilibrio limpio de estímulos exteriores.
Segunda subida
Claro que conviene permanecer atentos a la inflación y, por supuesto, a los rumores de guerra comercial tanto con potencias rivales, caso de China, como con socios algo más próximos geográficamente, como Canadá, México, y, por supuesto, la Unión Europea. Tal y como explicaba Heather Long en el «The Washington Post», existía mucho interés en saber si la Fed, un órgano por su naturaleza teóricamente ajeno a las disputas bipartidistas, uniría su voz a la de quienes «denuncian las políticas comerciales del presidente Trump». Del comunicado se deduce que la de ayer no será la última subida de 2018. Más aún, Powell y su equipo insinúan que será no una sino dos las ocasiones en las que subirán los tipos. La anterior, el pasado marzo, de un cuarto de punto, los había situado cerca del 1,75%. Si la Reserva Federal sigue el guión que dibujan sus actas, el precio del dinero a finales del presente años estaría en el 2,5%, mientras en Europa, si no hay un vuelco inesperado, se mantendrán en el 0%. No es de extrañar que el bono alemán a 10 años ofrezca en el mercado secundario una rentabilidad del 0,48% y el estadounidense, volviera a superar anoche el 3%, tras la decisión.
Entretanto, y en declaraciones a la cadena NBC, Richard Fisher, ex director de la Reserva Federal de Texas, advierte de que, en realidad, la FED estaría trabajando con las luces largas. Esto es, previniendo que la economía de EE UU se encuentra cerca de los estadios más altos de un ciclo expansivo, y por tanto abocada, antes o después, al inicio de una contracción futura. Que sea paulatino o traumático depende de multitud de factores. Y algunos, como la temida guerra comercial, perfectamente previsibles. Una cosa si está clara: suceda lo que sucede, la Fed, de momento, parece convencida de que la inflación, a final de año, permanecerá en el 2%. En cuanto al crecimiento, estima que alcanzará el 2,8%. Cada día más cerca, en definitiva, del mágico 3% por el que apuesta el presidente Donald Trump.
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