Papel

Las mesas redondas

De izquierda a derecha: J. M Valdés, A. Cabrales, J. Delgado y O. Medina
De izquierda a derecha: J. M Valdés, A. Cabrales, J. Delgado y O. Medinalarazon

EVOLUCIÓN Y PERSPECTIVAS del mercado laboral español

Si la crisis ha dejado algo claro es que el mercado laboral ya nunca será el mismo. Las nuevas tecnologías han introducido un nuevo modelo, al que empresas y trabajadores se han de adaptar y en el que las reformas jugarán un papel esencial. El mercado laboral español ha experimentado un giro de 180 grados que permite mirar al futuro con optimismo. Detrás de los más de 400.000 empleos creados en el segundo trimestre, se encuentra, en opinión de los expertos, la reforma laboral de 2012, un «buen» punto de partida sobre el que, no obstante, se ha de seguir trabajando. La elevada temporalidad o el paro de larga duración son la cruz de una moneda que, además, exige reformas ambiciosas, una transformación en el ámbito educativo, un cambio de mentalidad y buenas dosis de consenso. En un mercado laboral moderno y flexible, las nuevas tecnologías marcarán el ritmo.

En apenas año y medio, el ritmo de crecimiento de la afiliación a la Seguridad Social se ha multiplicado por diez, mientras que el paro ha descendido en 900.000 personas si se compara con enero de 2013, cuando se registró el mayor número de desempleados de la serie histórica. La inercia del mercado permite a José Antonio Herce, director asociado de Economía de Analistas Financieros Internacionales (AFI), pronosticar que este 2015 puede concluir con 17,5 millones de cotizantes. Herce prevé que los 19,5 millones de afiliados de 2007 se puedan recuperar en abril de 2019, mientras que el paro puede descender hasta la barrera psicológica de los dos millones en abril de 2022. «Estamos en un proceso de crecimientos sostenido de los principales indicadores económicos que muestran que ya no estamos en crisis, ni económica ni laboral. La foto no es buena, pero el vídeo es magnífico», aseguró Herce, para quien las reformas deben ser «perseverantes e incisivas».

En la necesidad de reformas, también hizo hincapié Íñigo Sagardoy, presidente de Sagardoy Abogados. Sin embargo, insiste en que éstas no deben realizarse sólo en periodos de crisis. Tienen que ser continuas para adaptarnos a la nueva realidad. Es necesario un cambio de cultura y plantearnos qué modelo de relaciones laborales queremos, lo que exige una agenda reformista integral. Los cimientos están bien asentados y entre todos hay que construir el edificio».

Oriol Aspachs, director de Macroeconomía del Área de Planificación Estratégica y Estudios de La Caixa, vaticinó para dentro de cuatro o cinco años una ocupación de 20 millones y una reducción del desempleo de dos puntos porcentuales por año, lo que podría situar la tasa de desempleo en el entorno del 16%. Aspachs apuntó que «las empresas que han salido al exterior son las que mejores condiciones laborales y sueldos ofecen a sus trabajadores», apostilló.

La Educación en general y la Formación Profesional, en particular, se convierten en elementos clave. Y es que, para Íñigo Sagardoy el gran desafío al que se enfrentará en los próximos años nuestro mercado laboral será el impacto de las nuevas tecnologías, determinante para conseguir tasas de empleo razonables y de mayor calidad. Esta adaptación será totalmente necesaria para hacer frente a otros de los retos, la empleabilidad de los parados. Según Herce, existen en España 3,2 millones de empresas que, en ocasiones, tienen dificultades para encontrar las cualificaciones requeridas.

CONTEXTO MACROECONÓMICO

Crecimiento económico y crecimiento de empleo

Economistas y expertos hablaron ayer del gran paso dado por España en cuanto a su crecimiento y creación de empleo. Un giro de 180 grados que hasta hace bien poco era impensable, con perspectivas de crecimiento notablemente inferiores. No sólo los factores externos han contribuido al «milagro» español sino también las reformas del Gobierno, según apuntaron ayer los expertos económicos reunidos en las Jornadas sobre Políticas para el Fomento del Empleo,organizadas por LA RAZÓN. Valoraron los cambios introducidos en la reforma laboral, pero pidieron profundizar en ésta.

La prueba del algodón para saber si las reformas funcionan para incrementar la productividad será el reflejo de la capacidad de crecer y crear empleo sin perder competitividad internacional. Rafael Doménech, economista jefe de Economías Desarrolladas de BBVA Research, y uno de los ponentes de las jornadas, destacó que España no sólo está creando empleo al ritmo de los años anteriores a la crisis, sino que además «está siendo más recurrente, sostenible y extensible a la sociedad». De continuar en esta buena senda, Doménech sostuvo que entre 2017 y 2018 volveremos a los 20 millones de ocupados. Este experto también fue optimista en cuanto a las previsiones económicas de España con crecimientos del PIB superiores al 3% en 2016. Destacó que nuestro país no sólo crece sino que lo hace por encima de Italia, Portugal o Irlanda, que también han adoptado reformas estructurales. Mencionó los retos a los que se enfrenta España, como reducir el desempleo manteniendo el déficit por cuenta corriente en superávit, seguir avanzando en la reforma laboral y continuar ganando en competitividad.

Ángel de la Fuente, director de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), incidió en la importancia de contener el gasto público. En este sentido apuntó que «se ha obligado a las comunidades autónomas a reducir sus déficits con mecanismos que no se están aplicando». El gasto en pensiones, que representa el 30% del gasto público, fue otro de los temas analizados por este experto. De la Fuente pidió acelerar la reforma de la Seguridad Social, llevada a cabo por el Gobierno de Mariano Rajoy, ya que, en su opinión, «su excesiva gradualidad hará que hasta dentro de 15 años no aumente la edad de jubilación». Mencionó las claves para seguir creciendo y creando empleo, como avanzar en la formación dual, invertir en investigación, fomentar la creación de empresas y contribuir en su internacionalización.

El último ponente de este panel, Manuel Balmaseda, economista jefe de CEMEX, destacó la sorpresa positiva que ha dado España con su crecimiento, tras los duros ajustes de los últimos años. «Incluso sin llegar a crecer al 2,5% se ha conseguido crear empleo», apuntó Balmaseda. De igual modo, apostó por un modelo laboral más flexible, así como por generar incentivos para que se sigan creando empresas y que éstas a su vez crezcan. Animó a seguir reduciendo el déficit y a incentivar el ahorro. «Ha habido ajustes en el sector público, pero hay que convencer a la ciudadanía de que tenemos que seguir haciendo reformas», concluyó este experto.

EL TALENTO COMO DINAMIZADOR DE LA COMPETITIVIDAD Y EL CRECIMIENTO

Mejores prácticas internacionales

«España se juega su futuro en la formación, porque es lo que permite mejorar las expectativas laborales y salariales de todos, es la clave para mejorar la competitividad de las empresas y es socialmente la mejor política de igualdad de oportunidades». Las palabras pronunciadas por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, vinieron a resumir lo que, más tarde, sería la principal conclusión de los expertos en materia educativa presentes en el evento: España necesita invertir en capital humano para reducir la enorme brecha del desempleo, así como para ganar en competitividad y dinamizar el mercado laboral.

«El tema del capital humano es clave para la competitividad de las empresas y también es un elemento importante para la calidad del empleo», indicó Juan Menéndez Valdés, director de la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y Trabajo (Eurofound), quien junto a Octavio Medina, economista del Banco Mundial, y Antonio Cabrales, profesor de la University College London, fueron los encargados de analizar los vicios y virtudes del sistema educativo español. «España, a pesar de los gritos que se escuchan cada vez que sale un informe PISA, no tiene un sistema educativo que destaque por lo malo», apuntó Cabrales durante la tercera –y última– de las mesas redondas sobre las que se articuló el evento.

Esta opinión también fue compartida por el economista del Banco Mundial, quien reivindicó, además de una mayor flexibilidad, un Pacto Nacional por la Educación que acabe con la maraña regulativa de las instituciones educativas. «Los países punteros tienen profesores con muchas horas de práctica que se adaptan a las necesidades diversas de sus alumnos. La idea es que esa flexibilidad sea interna a la propia escuela. Pero para ello es necesario un Pacto Nacional por la Educación», subrayó Medina.

En este sentido, el docente de la University College London incidió en la estrecha relación que existe entre la calidad educativa y el desarrollo económico de un país. «La calidad educativa está muy relacionada con el crecimiento económico y cada vez que renunciamos a acercarnos a Finlandia estamos renunciado a un par de puntos extras de crecimiento al año», destacó Cabrales. «Invertir en capital humano es esencial para un crecimiento eficaz», apuntó, por su parte, el director de Eurofound.

A la pregunta de si sobra regulación en el sistema educativo español, la respuesta de los expertos fue tajante. «A España le sobra en todos los niveles una gran cantidad de microrregulación. Hay que dejar que la gente se equivoque», reclamó Antonio Cabrales. En el mismo sentido, y de forma paralela, Octavio Medina sostuvo que dicha autonomía ha de ir acompañada de los medios necesarios que garanticen el éxito del programa. «La autonomía unida a la rendición de cuentas tiene el potencial de mejorar los resultados académicos, aunque deben ponerse a disposición de los centros los medios económicos, formativos y materiales necesarios», concluyó.