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Margrethe Vestager: «Tenemos grandes pruebas que sustentan los cargos contra Google»

Margrethe Vestager: «Tenemos grandes pruebas que sustentan los cargos contra Google»
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La Comisaria Europea de la Competencia asegura que «tuve que buscar un nuevo enfoque porque el de mi predecesor (Almunia) no funcionaba»

Si en Europa la política puede parecer que está aún más alejada de la ciudadanía que la nacional, la comisaría danesa Margrethe Vestager es una excepción. Quienes están más próximos reconocen en elala a una política atípica, con más dotes de humanismo que la media. Es tan cercana, que sorprende siendo ella misma quien recibe a LA RAZÓN para la entrevista que teníamos prevista. Sin intermediarios. Nos acompaña a la pequeña sala de cafés a servirnos uno al gusto. A la llegada a su oficina, ésta la delata como una amante de la pintura abstracta. En un espacio abierto y con unas vistas de vértigo sobre el corazón del barrio europeo, la plaza Schuman, la comisaria reconoce que intenta hacer de su lugar de trabajo un sitio agradable por todo el tiempo que emplea en él. Con un aparador repleto de fotografías, donde no cabe ni una sola más, se puede intuir que le gusta estar rodeada de su familia. Nos quedamos con la duda de saber qué playa francesa se avista en uno de los cuadros de su despacho, al que se aferra cuando no acompaña el buen tiempo en Bruselas. Será del Sur...

–¿En qué situación se encuentra el caso Google, después de que la Comisión le acusara de mantener una posición dominante?

–Google tiene diez semanas para contestar, que empiezan a contar desde que tuvieron acceso a nuestra comunicación. Tiene derecho a defenderse a sí misma y también tiene derecho a conocer cuáles son las pruebas en su contra...

Google tiene todavía tiempo para responder y estudiaremos sus respuestas con una mente abierta, porque cuando tienes el derecho a defenderte debemos estudiar su opinión también detenidamente. Pero tengo que decir que, por otro lado, no se recibe un pliego de cargos si nadie tiene evidencias contra ti. Pero eso significa que todavía la dirección que puede tomar este caso está muy abierta.

¿Cuándo puede tener la Comisión una respuesta concreta de Google?

–Realmente no sé cuándo es la fecha exacta para recibirla. Y tampoco sabemos si Google pedirá una audiencia para poder presentar sus puntos de vista, con la presencia también de sus demandantes y la Comisión. Todos juntos. Esto se haría en Bruselas y llevaría muchas conversaciones con todas las partes, pero es el derecho de Google a decidir si quiere pedirlo. Y eso todavía no lo sabemos.

–¿Y la multinacional podría pedir más tiempo para presentar su postura?

–Sí, pueden pedir más tiempo. Y podríamos dárselo porque, como siempre, queremos que la gente sea capaz de responder. Eso todavía está por ver. Pero sí sería posible posponer la fecha límite si Google lo solicita.

–¿Qué espera de Google?

–En primer lugar, creo que es muy importante tener una mente abierta, porque de otra forma no escuchas realmente lo que la gente tiene que decir. Supongo que vendrá con una fuerte defensa y entonces la miraremos detenidamente; la valoraremos. Pero claro, para presentar un pliego de cargos tenemos detrás grandes pruebas y hechos que lo sustentan, aunque intento no tener una visión muy cerrada porque eso no ayudaría a escuchar lo que la gente tiene que decir en su defensa.

–¿Espera un cambio de comportamiento o cree que le convencerá de que estaba equivocada?

–La conducta que nos gustaría ver de Google es que el trato es igualitario. Yo no tengo la competencia de hacer su página o supervisar el algoritmo. Mi interés es que el resultado de ese algoritmo funcione para conseguir un trato igualitario. Porque lo que ahora vemos es que utiliza su posición dominante para promocionar sus servicios. Google goza de una posición privilegiada y trata de forma privilegiada a sus productos y eso no es un trato igualitario.

–¿Cómo valora el cambio de su estrategia en Competencia, respecto al anterior comisario Joaquín Almunia? El caso Google se pasó años encima de la mesa...

–En primer lugar, se hicieron muchas cosas, pero hubiera sido una buena noticia si se hubiera resuelto antes. Muchos demandantes sienten que han sufrido mucho por el comportamiento de Google y creo que hubiera sido muy positivo si el anterior enfoque hubiera funcionado. La celeridad es un reto cuando hay empresas que sufren con el comportamiento de otras. Cuando vi que la estrategia no funcionaba, me dije: hay que poner mucho esfuerzo en ello y hay que buscar una nueva aproximación. Me reuní con muchos de los demandantes. Ésa es mi forma de trabajar. Considero que si quieres aprender algo y entender a la gente, tienes que escuchar.

–Suena obvio lo que cuenta, aunque quizá no tanto cuando hablamos de política...

–Sí, ¿verdad? Es obvio...Lo hago lo mejor que puedo. Es importante crear una confianza. Si podemos mantener un diálogo y confiamos entre nosotros podremos encontrar soluciones mejores. Porque el mundo ahí fuera no es blanco y negro, y eso es bueno. Es interesante hablar con los grandes y los pequeños de la misma forma, porque las grandes compañías tienen su rol. Pero no puede ser a costa de las pequeñas. Las pequeñas tienen que tener una oportunidad justa, no sólo las grandes.

–Acerca de su visión diferente, ¿cree que puede deberse a su nacionalidad?

–Dada la necesidad que hay en Dinamarca para pactar entre Gobiernos... o quizá el hecho de que sea mujer.... o una conjunción de ambas? Tiene razón porque es una combinación de ambas. En Dinamarca nunca ha sido posible convencer a los ciudadanos para que otorguen el número de votos suficientes a un solo partido y tener todo el poder. Eso es muy sabio y no hay mayorías. Nos dicen que tenemos que escucharnos entre nosotros y ponernos de acuerdo. Por lo tanto se mantiene el diálogo abierto. Muchas veces en política todo se lleva hacia la confrontación, pero si quieres una solución tienes que hablar incluso con quien piensa diferente. Eso tiene sentido para mí. Y en cuanto al sexo, a veces es una oportunidad ser una mujer en un mundo de hombres. Hay cosas que se pueden hacer, como llevar una camisa de flores. A veces te da espacio para ser más personal y puedes estar más presente porque no tienes por qué esconderte detrás de un traje. Lo común es empezar sin estar de acuerdo. Pero si necesitas un acuerdo, hay que hablar.

–Sobre la petición de información de los acuerdos de Gobiernos con multinacionales, ¿cuántos han solicitado para revisar?

–Concretamente 125 acuerdos, porque queremos saber. Y por eso hemos preguntado a todos los países que nos cuenten cómo hacen su «tax ruling». En última instancia a 15 países, entre ellos España. Casi todos han respondido, no todos rápidamente, y dos no han contestado, Polonia y Estonia. A ambos les hemos dado 30 días más para responder y si no lo hacen recurriremos a sus organismos para que lo hagan. Hemos aprendido que sólo dos países europeos no hacen «tax ruling». Pero la petición de información es para tener un mejor conocimiento sobre cómo se hacen las cosas. Todos los acuerdos los traduciremos y analizaremos para ver si todo está donde debería estar.

–¿Del total, cuántos corresponden a los acuerdos en España?

–Aproximadamente una decena. Pero no es que tengamos una sospecha concreta. Si todo está correcto no irá más allá. No es nuestra intención señalar a dos o tres Estados miembros. Queremos aprender cómo se está usando el sistema de deducciones fiscales. Puede ser muy positivo, pero si se utiliza para permitir a algunas empresas pagar menos que a otras, entonces tenemos un problema.

–¿Las dudas corresponden a algún sector en concreto?

–Las compañías son muy diferentes entre sí. Es más una cuestión de complejidad. Lo que tienen en común la mayoría de ellas es que cuentan con los recursos para pedir una ventaja fiscal. Son compañías muy complejas, normalmente con diferentes divisiones, holdings... relativamente grandes.

–Para terminar, ¿cómo se ve de comisaria de Competencia? Parece que el puesto le queda como un guante....

–Me siento bien. Por supuesto que es complicado, difícil y un reto, pero tiene sentido. Porque si tenemos éxito y podemos hacer las cosas bien, miles de negocios sabrán que hay alguien vigilante y los ciudadanos podrán ver que Europa se está convirtiendo en un poco más justa.