Formación Profesional
Más formación igual a mayor productividad
La mejora continua del capital humano es decisiva para que las empresas no sólo se consoliden, sino para que crezcan constantemente
La mejora continua del capital humano es decisiva para que las empresas no sólo se consoliden, sino para que crezcan constantemente.
367.770 empresas impartieron en 2016 cursos de formación a sus trabajadores a través del sistema de bonificaciones en la cotización que pagan por ellos. Representan el 22,7% del total de las compañías potencialmente beneficiarias y supone un descenso de 4,7 puntos respecto a 2015.
Alfonso Luengo Álvarez-Santullano, director gerente de la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (Fundae), advierte de que España figura entre los países de la UE con menor tasa de inversión en activos intangibles. «El nuevo escenario de la formación sólo puede implantarse en condiciones de certidumbre jurídica, social y económica. La consolidación de un modelo eficaz de formación requerirá de alianzas entre empresas, prescriptores, proveedores, interlocutores sociales y autoridades públicas competentes», apunta.
«España padece un déficit crónico de interés por la formación si se tienen en cuenta las demandas competenciales de nuestras empresas. Y esto es muy paradójico, pues la relación entre productividad laboral, cualificación y empleabilidad es notoria». Asegura que aunque la atomización del tejido empresarial sea la causa menos tratable, su influencia sobre la conformación del capital humano resulta significativa, ya que dificulta el acceso a la formación de los trabajadores, quienes tampoco han interiorizado el hábito y la conciencia activadora de los cursos formadores como sí se ha conseguido en países de nuestro entorno. Es «un problema estructural y cultural» que se quiere solventar. «Se necesitará al menos una generación de empresarios y trabajadores para situarnos en el nivel que nos corresponde», añade.
Luengo augura una mayor diversificación de las acciones formativas y una anticipación más afinada en la detección de las necesidades de cualificación. En este sentido, se muestra convencido de que una parte importante del éxito del sistema dependerá de la adaptación de la red de entidades de formación públicas y privadas a esas nuevas demandas. Sostiene que la actualización de la fuerza laboral es una cuestión de supervivencia. Y, por ello, el gasto en formación en muchos sectores resulta necesario e inaplazable. Es más, «la pujanza de las economías centroeuropeas se basa en gran medida en el esfuerzo formador de sus empresas. En España, sectores productivos como la Ingeniería, las Telecomunicaciones o la Sanidad son valorados en todo el mundo gracias al reconocimiento de la cualificación de sus directivos, técnicos y operadores», destaca.
Un 51% de los candidatos encuestados por Hays confesaban que en sus empresas buscaban crecimiento profesional, frente a un 37% que se decantaron por incrementos salariales. Y es que el plan de desarrollo que puedan ofrecer hoy en día las compañías es fundamental tanto para atraer talento como para retenerlo.
Las empresas tienen la responsabilidad de formar a sus empleados, porque «una compañía que no busque una mejora continua de sus trabajadores no puede ser muy productiva». Jane Bamford, directora de Levante, País Vasco y Andalucía de Hays, afirma que los resultados de apostar por la formación son incuestionables, ya que los empleados «se sienten más preparados, más seguros de sí mismos y con ganas de seguir mejorando. Tienen más confianza y son más felices en sus trabajos. Y los empleados más contentos también son los más productivos. Formar a los empleados demuestra que se quiere invertir en ellos y en su potencial para que se sientan parte de un proyecto a largo plazo».
Variedad de cursos
Bamford recuerda que existe una amplia variedad de cursos de formación. Los más comunes son aquellos relacionados con las técnicas de venta y la gestión de personas («management»). Asimismo, cada vez más empresas ofrecen cursos de idiomas. Principalmente de inglés.
Según la Fundación Sepi, las competencias lingüísticas, la ingeniería, la informática, la tecnología, y la venta y el marketing son las materias con mayor financiación. Y si sólo se considera la bonificada en el sistema de formación profesional para el empleo que gestiona la Fundae, medida en número de participantes, la prevención de riesgos laborales y la gestión de recursos humanos ocupan los lugar preferentes, por delante de los de seguridad alimentaria, informática, seguridad y vigilancia y gestión bancaria.
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