Energía solar
Otro incendio en Tesla: sus paneles solares salen ardiendo
Walmart denuncia la combustión de placas instaladas en sus tiendas. La compañía sigue en pérdidas y no vislumbra aún los beneficios
Walmart denuncia la combustión de placas instaladas en sus tiendas. La compañía sigue en pérdidas y no vislumbra aún los beneficios.
Por si Tesla no tuviera suficientes problemas con su negocio automovilístico, ahora también le crecen en su división de energías renovables. Walmart, la mayor cadena de distribución de EE UU, ha presentado ante el Tribunal Supremo de Nueva York una demanda contra Tesla Energy Operations por «negligencia grave» e incumplimiento de contrato. La cadena ha decidido dar tal paso después de que los paneles solares de siete de sus tiendas instalados por la firma de Elon Musk se incendiasen.
«Esta es una acción por incumplimiento de contrato derivada de años de negligencia grave y falta de cumplimiento de los estándares de la industria por parte de Tesla con respecto de los paneles que diseñó, instaló y se comprometió a operar y mantener seguros en los techos de cientos de tiendas Walmart», asegura la demanda, según informa Ep.
Tesla compró su filial de energías renovables en junio de 2016 por 2.343 millones de euros. La compañía, que se denominaba entonces SolarCity, atravesaba graves dificultades y problemas que, a decir de Walmart, no ha corregido. «Cuando Tesla compró SolarCity para rescatar a la empresa en crisis, Tesla no corrigió las prácticas caóticas de instalación de Solar City ni adoptó protocolos de mantenimiento adecuados», según sostiene en la demanda que ha presentado.
El de Walmart es uno más de los incendios que Tesla tiene declarados desde hace meses y que no logra sofocar. En mayo, Musk comunicó a sus empleados que, aunque tenía 2.200 millones de euros en caja, apenas tenía liquidez para diez meses debido a la velocidad con la que la compañía está gastando dinero.
Aunque la empresa logró entregar 95.200 unidades en el segundo trimestre del año, su mejor registro, sigue perdiendo dinero. Y mucho. Entre abril y junio registró unos números rojos de 390 millones de dólares, según anunció a finales de julio. Son la mitad de los que sumó en el mismo periodo de 2018, aunque están por encima de lo que se esperaba. Sus ingresos se incrementaron con fuerza, un 60%, hasta los 6.350 millones de dólares, pero tampoco cumplieron con las expectativas de los analistas.
Aunque entregas y facturación sigan al alza, la compañía sigue teniendo problemas para rentabilizarlos. Con una infraestructura con un potencial de producción de un millón de vehículos, la firma ya se daría por satisfecha con alcanzar un objetivo de 360.000 entregas este año. Esta enorme brecha entre lo que puede generar y lo que genera hace que esté ingresando en torno a 500.000 dólares por cada uno de sus 49.000 trabajadores, frente a los 850.000 de compañías tradicionales como Ford, según reflejó en un informe de Morgan Stanley.Musk cree que, a pesar de sus problemas de producción –que, según él, tienen que ver con el exceso de automatización de sus fábricas–, será capaz de revertir los números rojos en la segunda mitad del año.
De cualquier manera, el empresario surafricano no parece demasiado preocupado por alcanzar la rentabilidad, según explicó tras la presentación de resultados del segundo trimestre. Su atención, dijo, está ahora puesta en vender más coches y expandir su capacidad de generación de caja.
Pero los inversores no muestran tanta despreocupación con el beneficio y así se lo están haciendo saber a Musk. En el arranque del ejercicio, los títulos de la compañía cotizaban a 310 dólares. Ahora, están en el entorno de los 222 dólares, un 28,4% por debajo. En junio de 2017, las acciones de la compañía tocaron máximos en 383 dólares. Además de la marcha de la compañía, a los inversores tampoco les ha gustado la salida de la firma de J. B. Straubel, fundador de la compañía y que dirigía el área de Tecnología.
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