Opinión
PIB de menú para comer
La estadística es el último refugio de Pedro Sánchez pero aunque la tarta sea más grande, aumenta la población y hay más gente a la que repartir
George Bernard Shaw (1856-1950), irlandés, autor de Pigmalión, premio Nobel de Literatura y ganador, aunque fuera compartido, de un Óscar de Hollywood al mejor guion, explicaba divertido o indignado, nunca estuvo claro, que «la estadística es la ciencia que demuestra que si mi vecino tiene dos coches y yo ninguno, los dos tenemos uno».
La estadística también es ahora el último refugio de Pedro Sánchez.
El lunes, en su balance-mitin de fin de curso, ya sabía –pero no podía decirlo, ni reconocerlo– que el INE anunciaría ayer que el PIB subió un 0,7% en el segundo trimestre del año, una décima más que en el primero, lo que demostraría la buena marcha de la economía española, que puede cerrar 2025 con un crecimiento superior al 2,5%.
Son, hay que llamar a la cosas por su nombre, datos positivos, sobre todo desde la óptica macroeconómica.
También son, por ahora, mejores que los de grandes países de la zona euro, algo de lo que también presume el inquilino de la Moncloa.
Sin embargo, no todo es tan de color de rosa, ni mucho menos.
«El PIB no se come» le espetó Alberto Núñez Feijóo al presidente del Gobierno en el Congreso hace no mucho.
El crecimiento notable del PIB –de la economía– es siempre una buena noticia, excepto, claro, para algunos extremistas de izquierdas que defienden el decrecimiento, pero esa es otra historia.
La clave, no obstante, es que el aumento del PIB llegue, de verdad, a la economía real y se transforme en mejoras de la renta per cápita y de la renta disponible.
El problema es que eso en España, ahora no está ni mucho menos tan claro.
Los datos, que son tozudos, indican con claridad que en España la población crece por encima del PIB.
Es decir, se puede dar la paradoja –y de hecho se da– que con más crecimiento la renta per cápita no solo no crezca sino que, en algunos casos, pueda estancarse e incluso bajar.
No es ningún misterio, la tarta es más grande pero hay que repartirla todavía entre más y, claro, se toca a menos, aunque esto lo camufla dentro de la estadística el Gobierno.
El PIB está en el menú de la comida, pero la cantidad de menú en cada plato no aumenta. Ese es el verdadero problema que esconden los datos estadísticos, como ya explicó Bernard Shaw.