Reunión bilateral

Merz pide a Sánchez no caer en el antisemitismo

El canciller alemán condiciona el uso del catalán en la UE a la llegada de la inteligencia artificial: «No harán falta intérpretes»

Reunión de Pedro Sánchez con el canciller Friedrich Merz @ Gonzalo Pérez
Reunión de Pedro Sánchez con el canciller Friedrich Merz @ Gonzalo Pérez Gonzalo Pérez Fotógrafos

El canciller alemán, el democristiano Friedrich Merz, pidió ayer ante el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no caer en el antisemitismo. «España y Alemania queremos la solución de los dos estados. Pero sacamos conclusiones diferentes sobre la situación.

El Gobierno federal no se plantea el reconocimiento de Palestina. Para nosotros, debería ser el último paso. No es una sorpresa que hay una divergencia de puntos de vista que tiene que ver con la historia de Alemania. Debe ser posible criticar la política israelí pero nunca debe utilizarse para incitar el odio a judíos», dijo Merz.

Tanto Sánchez como Merz explicaron las posturas de sus respectivos gobiernos. Aunque el presidente español, lanzó varios guiños a su colega: «Alemania, a lo largo de este tiempo, ha apoyado afirmativamente resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU en las que se ha instado a Israel, al Gobierno de Netanyahu, a cesar la violencia y a permitir el acceso a la ayuda humanitaria», aseguró Sánchez.

El líder socialista, no obstante, recordó que «no se vence al terrorismo con un ataque indiscriminado sobre la población civil». Merz dijo entender la necesidad política del presidente del Gobierno de que la Unión Europea reconozca el catalán como idioma oficial, aunque evitó apoyar la postura y dijo que la inteligencia artificial será la encargada de hacer posible que se puedan hablar «todas las lenguas de Europa» en las instituciones comunitarias sin costes. «Ya no necesitaremos intérpretes», dijo.

Fuentes gubernamentales explican que «España debía ejercer el liderazgo» occidental en el rechazo a la respuesta militar de Israel en Gaza tras la matanza perpetrada por Hamás en octubre de 2023. En Moncloa están convencidos de que este asunto «continuará» los próximos meses y será el centro de la conversación mediática de medio mundo.

Por ello, el Ejecutivo español no va a bajar el pistón. El análisis que hacen las fuentes consultadas es que al PP la situación en Oriente Medio no le conviene en la disputa política nacional. Es más, consideran que le penaliza, puesto que su postura cae en una «equidistancia imposible».

Y refieren las palabras del expresidente José María Aznar, al que ven marcando paso a Alberto Núñez Feijóo. Al Ejecutivo, en cualquier caso, sigue sin importarle que la posición tan beligerante de Madrid con Tel Aviv reviente los equilibrios geopolíticos con Estados Unidos y el eje Atlántico. Lo cierto es que Sánchez ha conseguido marcar el rumbo a varios países europeos, pero Alemania y el resto de capitales del Este son más comedidas.

El presidente español ya se refiere claramente a la operación israelí como un «genocidio» y reconoció el Estado de Palestina el año pasado. Sin embargo, Merz no llega tan lejos. El canciller alemán, aunque sí considera «inaceptable» la situación. no utiliza el término «genocidio» y mantiene su determinación de que Alemania no reconozca a Palestina y, en contra de la posición española, cree que debería ser el último paso que se adoptara.

No obstante, los dos gobiernos descartan que las diferencias que haya en torno a este asunto puedan impedir que se mantengan las buenas relaciones existentes entre Madrid y Berlín. La hostilidad española hacia el gobierno de Benjamín Netanyahu incomoda en la cancillería germana. Y eso ha quedado claro.

El Gobierno está ultimando un decreto que consolide el embargo de armamento a Israel. Moncloa quiere, directamente, desenchufar a España de toda tecnología israelí que no ponga en riesgo la seguridad nacional.

Sánchez, que lleva meses sufriendo la presión de sus socios de izquierda para romper relaciones con Israel, se ha lanzado contra Tel Aviv para movilizar a los votantes de izquierdas e intentar contentar a sus socios de cara a la negociación de los Presupuestos Generales del Estado que está a punto de abordar con las fuerzas parlamentarias.

Uno de los partidos que más insiste en dinamitar los puentes con Tel Aviv es Podemos, que lo puso como condición para sentarse si quiera a hablar de las cuentas. Las cosas entre España e Israel no parece que vayan a mejorar, al menos en el corto plazo. Y de eso seguirán hablando ambas capitales, que temen que pueda haber en Cisjordania pasos hacia a la agresión que complicarían aún más la solución a una crisis que tiene al mundo entero en vilo.

"Sé cuán complicado es el servicio de idiomas en la UE"

El canciller de la República Federal de Alemania no cambió su postura y rechazó la cooficialidad del catalán, el gallego y el euskera en la UE. «Yo mismo he sido miembro del Parlamento Europeo y sé cuán complicado es el servicio de idiomas en la UE y cada lengua añadida, por supuesto, multiplica la necesidad de traducciones», explicó. Alemania no cede en la propuesta española y el Ejecutivo no cuenta con los apoyos suficientes para sacar adelante la exigencia del líder de Junts, Carles Puigdemont. Una medida que ambos pactaron para sacar adelante la investidura de Sánchez.