Economía

Políticas sociales y más pobreza

El Gobierno dedica muchos recursos a las llamadas «políticas sociales», aunque no parecen ser muy efectivas, ya que sigue aumentando la brecha entre los españoles en «riesgo de pobreza» y los alemanes, franceses, italianos o irlandeses

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro SánchezAlberto R. RoldánLa Razón

William E. Vaughn (1915-1977), escritor americano famoso por sus llamados «aforismos campechanos», decía que «sería grandioso si los pobres pudieran tener al menos la mitad del dinero que se gasta en estudiarlos». Lo mismo ocurriría si se beneficiaran de todos los esfuerzos que hacen muchos Gobiernos para convencer a la población –y sobre todo a los menos favorecidos– de lo mucho que trabajan y de los recursos que dedican a ayudarles. El presidente Sánchez insiste de forma machacona y permanente en que su política está centrada en mejorar las condiciones de vida de las personas a las que llama vulnerables. Los datos, sin embargo, no avalan esa tesis, sino la contraria, según un informe elaborado por Freemarket Corporate Intelligence, la consultora que preside Lorenzo Bernaldo de Quirós y que analiza el periodo desde 2018 hasta la actualidad.

La conclusión más llamativa es que «el coste presupuestario de las medidas del Gobierno no guarda proporcionalidad con los beneficios percibidos por los hogares situados en los escalones más bajos de la distribución de la renta». Además, apunta que la denominada Tasa de Riesgo de Pobreza, después de las transferencias sociales –ayudas en definitiva en sentido amplio–, mientras que en la mayoría de países de la Unión Europea se ha mantenido estable, e incluso ha caído en algunos como Alemania o Irlanda, en España ha subido. Desde el principio de la pandemia la brecha entre los españoles en «riesgo de pobreza» y la de los ciudadanos de Alemania, Francia, Italia e Irlanda ha aumentado. Significa que las ayudas en España son menos efectivas que en los países citados. Por otra parte, desde 2019, el indicador de Carencia Material Severa (CMS), para algunos analistas preciso, no ha dejado de crecer, al pasar del 4,7% ese año al 7,5% en 2022, según los primeros avances. También desde ese año, la población incluida en al menos uno de los tres criterios que determinan el riesgo de pobreza ha pasado del 25,3% de la población –a la baja desde 2014– al 28,3% en 2022. En resumen, el Gobierno dedica muchos recursos a las llamadas «políticas sociales», aunque no parecen ser muy efectivas, algo que recuerda al aforismo de Vaughn.