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Conexión Putin: Ross y Kushner tienen negocios con magnates rusos

Según los Papeles del Paraíso, el secretario de Comercio de EE UU y el yerno de Trump han ocultado sus lucrativos negocios con el Kremlin, cuyo entorno adquirió acciones de Facebook y Twitter

Juan Manuel Santos figuera en los llamados "papeles del paraíso"
Juan Manuel Santos figuera en los llamados "papeles del paraíso"larazon

Según los Papeles del Paraíso, el secretario de Comercio de EE UU y el yerno de Trump han ocultado sus lucrativos negocios con el Kremlin, cuyo entorno adquirió acciones de Facebook y Twitter.

Wilbur Ross, secretario de Comercio de Donald Trump y encargado de firmar los acuerdos comerciales de Estados Unidos con otros países del mundo, y el yerno del presidente, Jared Kushner, ocultaron sus lucrativos negocios con el entorno del presidente ruso, Vladímir Putin. Una investigación periodística del Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación (ICIJ) publicada ayer de forma simultánea por varios medios de comunicación ha vinculado a 127 líderes políticos de todo el mundo, empresarios, artistas y futbolistas con sociedades en paraísos fiscales. Los documentos provienen de una filtración de documentos de la firma de abogados Appleby y Asiatici Trust recibida por el diario alemán «Süddeutsche Zeitung», procedentes de 19 jurisdicciones que figuran en la lista de paraísos fiscales de la OCDE.

La fortuna de Ross es, según «Forbes», de 2.500 millones de dólares. Los Papeles del Paraíso desvelan su relación directa con el Kremlin. Ross tiene participaciones en la empresa Navigator Holding a través de una entidad en las Islas Caimán. Entre los principales clientes de la naviera está Sibur, la compañía de gas en la que participa Kirill Shamalov, yerno de Vladimir Putin. Para el periodista que lidera la investigación, es una muestra clara de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos.

Ross, un multimillonario y amigo cercano de Trump, confirmó su participación en Navigator después de asumir el cargo este año. Pero no que se beneficiara de las operaciones de una compañía rusa por parte de la familia de Putin y sus aliados cercanos, algunos de ellos sujetos a sanciones estadounidenses. Los registros muestran que Navigator intensificó su relación con Sibur a partir de 2014, cuando EE UU y la UE impusieron sanciones a Moscú por la anexión de Crimea. Navigator ha recaudado 68 millones de dólares en ingresos de su sociedad Sibur desde entonces. Ross, de 79 años, aparentemente se ha enfrentado con poco escrutinio oficial sobre el acuerdo. Aseguró que vigilaba los intereses de la compañía, pero no consideraba que también conservaría sus intereses en su lucrativo contrato.

Colaboradores de Putin

En opinión de Daniel Fried, subsecretario de Estado para Asuntos Europeos y Eurasiáticos bajo la presidencia de George W. Bush, la conexión de Ross con «colaboradores de Putin» amenaza con socavar las sanciones de Estados Unidos. «No entiendo por qué a alguien le gustaría mantener este tipo de relación ocupando una posición de alto rango en el Gobierno», se pregunta Fried.

Sin embargo, Rusia no es el único país con el que hace negocios la compañía de Ross. Otro de sus clientes es PDVSA, la petrolera estatal venezolana que fue sancionada por Trump este verano.

Los Papeles del Paraíso salpican también a otra hombre muy cercano al presidente Trump, su yerno y asesor Jared Kushner. El otro protagonista es Yuri Milner, un multimillonario ruso conocido por su ambicioso proyecto de hacer viajes interestelares. Se sabe que existe una relación comercial entre ambos, justo cuando el yerno del mandatario norteamericano se encuentra bajo la lupa del FBI por sus contactos rusos.

Las revelaciones del ICIJ demuestran que hay sociedades del Kremlin que han tenido vínculos con importantes inversiones con una sociedad de Milner en Twitter y Facebook. De ello se deduce que el Gobierno ruso tenía un interés financiero en las redes sociales estadounidenses años antes de las pasadas elecciones. De hecho, uno de los mayores bancos rusos propiedad del Gobierno, VTB Bank, dirigió 191 millones de dólares al fondo de inversión DST Global, propiedad de Yuri Milner. Este fondo compró una gran participación de Twitter en 2011. No es el único caso. La mayor corporación estatal rusa, Gazprom, financió a través de una subsidiaria una empresa «offshore». Aparece otra vez aquí Milner, con DST Global, para realizar otra gran inversión: esta vez en Facebook. Pocos años después, obtuvieron grandes ganancias cuando vendieron esas participaciones. Milner justifica las inversiones basándose en méritos comerciales y desmiente un interés político.

Es probable que el descubrimiento provoque inquietud sobre la influencia rusa en la política de EE UU y el papel desempeñado por las redes sociales en las elecciones presidenciales del año pasado. Precisamente, el Congreso y el fiscal especial Robert Mueller investigan la posible colisión entre la campaña presidencial de Trump y Moscú.

Un plan preparado

Alexander Vershbow, ex embajador de EE UU en Rusia explica que las instituciones estatales rusas fueron utilizados con frecuencia como «herramientas para proyectos políticos del círculo de Putin». Vershbow cree que los hallazgos eran preocupantes a la luz de los esfuerzos de Moscú para influir democracia estadounidense y el debate público. «Hubo un plan general», asegura.

La revelación del respaldo parcial de Milner por parte del Estado ruso también puede causar dificultades a Kushner. El multimillonario contribuyó con 850.000 euros a una inversión de 50 millones en una compañía de comunicación que Kushner cofundó en 2014 con su hermano Joshua y un amigo suyo de Harvard. Su puesta en marcha, que según los Kushner vale 800 millones, se basa en un mercado en línea donde los ricos pueden invertir.