Mercado laboral

Los problemas de salud de los trabajadores de más edad se cruzan en los planes para retrasar la edad de jubilación

El Banco de España advierte de que las dolencias que padecen los españoles de entre 65 y 69 años dificultan su permanencia en el mercado laboral

MADRID.-Valdemorillo.- El Ayuntamiento incorpora a cinco trabajadores del programa de desempleados de larga duración
MADRID.-Valdemorillo.- El Ayuntamiento incorpora a cinco trabajadores del programa de desempleados de larga duraciónEuropa Press

Una de las posibles soluciones que siempre se han tratado de aplicar para aliviar las estrecheces del sistema de pensiones es incentivar a los trabajadores para que alarguen su vida laboral ahora que la esperanza de vida y la calidad asociada a la misma han avanzado. Pero decirlo es una cosa más sencilla que ejecutarlo. No sólo por el rechazo social que suscita retrasar la edad de retiro profesional sino porque existen impedimentos puramente físicos que lo dificultan dependiendo el trabajo a realizar. La población de más edad es también la que más problemas de salud tiene y eso puede suponer un obstáculo para alargar la vida laboral, tal y como advierte el Banco de España.

El regulador financiero ha publicado un estudio sobre el estado de salud de la población española en edad de jubilación, en el que recoge datos de la encuesta «Survey on Health, Ageing and Retirement in Europe» de 2015 y ha concluido que la salud se deteriora de forma notable al pasar del grupo de edad comprendido entre los 55 y los 64 años al de entre 65 y 69 años, sobre todo en el caso de las mujeres.

De acuerdo a los datos que arroja esta encuesta, un 38% de los españoles de entre 55 y 64 años presentaba enfermedades crónicas -que van desde la hipertensión hasta el cáncer-, un porcentaje que se disparaba al 53% para aquellos españoles varones de entre 65 y 69 años y que para las mujeres de este grupo de edad superaba el 60%.

En el caso de los problemas de movilidad, que no superaban el 10% de incidencia para los españoles de entre 55 y 64 años, alcanzaban en el siguiente grupo de edad al 15,8 % de los hombres y al 30,1% de las mujeres.

De la misma manera, los síntomas de depresión pasaban de tener una incidencia del 7,2% entre los hombres de entre 55 y 64 años y del 28,9% de las mujeres de esa misma edad al 16,3% y el 32,1%, respectivamente.

En vista de estos datos, el Banco de España apunta en su informe que a pesar de que se observa una mejora de la salud de la población y una mayor longevidad, «la prevalencia de determinados problemas de salud en la población con edades cercanas a la jubilación podría suponer una limitación de cara a alargar la vida laboral de este colectivo». En este sentido, el organismo asegura que sería «conveniente que las políticas públicas que se desplieguen en estos ámbitos tomen en consideración la heterogeneidad que dichos problemas de salud presentan por ocupaciones y grupos socioeconómicos».