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Consumo

Qué hacer si hay overbooking en tu vuelo esta Semana Santa

Esta práctica está permitida en la Unión Europea y regulada por el Reglamento (CE) 261/2004.

Aeropuerto de Barajas (Madrid) EUROPAPRESS

La ilusión de viajar en Semana Santa puede esfumarse en cuestión de segundos por el temido overbooking. El overbooking es una práctica comercial común en temporada alta -entre Semana Santa y Navidad- que consiste en vender más billetes que asientos tiene el avión. Pese a ser muy polémica, está permitida en la Unión Europea y regulada por el Reglamento (CE) 261/2004.

¿Por qué las aerolíneas recurren al overbooking?

Las aerolíneas detectan que existe una mínima parte de los viajeros que no se presentan en el embarque o que cancelan sus vuelos, y emiten un número de billetes ligeramente superior al de los asientos disponibles para maximizar la ocupación de sus vuelos. No obstante, no siempre aciertan con sus previsiones, por lo que si todos los pasajeros llegan al avión, dicha sobreventa acarrea la denegación del embarque a algunos de ellos.

¿A qué da derecho?

En el caso de verte afectado por esta práctica, la compañía está obligada a reubicarte en el vuelo más cercano en el tiempo y a asistirte durante el intervalo en que se ha quedado en tierra, además de indemnizarte económicamente por el perjuicio ocasionado. Para ello, debes haber cumplido los siguientes requisitos: haberte presentado a tiempo para facturar y con la reserva del vuelo y los documentos de viaje válidos.

En primer lugar, el pasajero afectado tiene derecho a una indemnización económica. Es muy importante conservar toda la documentación relativa al vuelo para poder presentar posteriormente la reclamación y obtener la compensación, que es de 250 euros en vuelos de hasta 1.500 km de distancia; de 400 euros en vuelos de entre 1.500 km y 3.000 km de distancia; y de 600 euros en vuelos de más de 3.000km de distancia.

En segundo lugar, la compañía debe ofrecerle la posibilidad de elegir entre una de las siguientes opciones:

-Reembolso del coste del billete y, si tienes un vuelo de conexión, un vuelo de vuelta lo antes posible al aeropuerto de salida;

-Transporte alternativo hasta el destino final lo antes posible, con la propia compañía aérea u otra y en condiciones de transporte comparables.

-Transporte alternativo en una fecha posterior que convenga al pasajero en condiciones de transporte comparables, si hay plazas disponibles.

-Si la aerolínea no ofrece la opción de elegir y el viajero compra su propio billete, deberá guardar también el recibo y la nueva tarjeta de embarque para presentar una reclamación.

En tercer lugar, la aerolínea está obligada a brindar asistencia gratuita -bebidas, alimentación, alojamiento, transporte de ida y vuelta entre el alojamiento y el aeropuerto y dos llamadas telefónicas, mensajes por fax o correo electrónico-. En caso de que no ofrezca asistencia y sea el viajero quien pague los gastos, es importante conservar los tickets para pedir posteriormente el reembolso, siempre que sean necesarios, razonables y adecuados.

Desde Reclamio.com recomiendan que de entrada el pasajero afectado por un overbooking no acepte vales ni gratificaciones a cambio de su asiento y que exija conocer la causa de la denegación de embarque.

"A muchos pasajeros les da miedo llegar al aeropuerto y que les digan que su vuelo está lleno y que no pueden viajar, pero en la práctica es la incidencia con la que menos nos encontramos en Reclamio.com. De hecho, solo el 4% de las quejas que tramitamos se deben a la práctica del overbooking. Aun así, es una incidencia que genera un gran percance en el viajero que la sufre, ya que puede tener que cancelar sus vacaciones o tener problemas para regresar a su casa, por lo que, si tenemos la mala suerte de que nos ocurra, es nuestro derecho reclamar la indemnización pertinente para ser compensados", explica Jordi Mercader, responsable del grupo al que pertenece Reclamio.com.

Un mal ejemplo de overbooking

Un caso que disparó la polémica en redes sociales sobre el overbooking fue el de la expulsión forzosa del pasajero David Dao de un vuelo de United Airlines en 2017. El vídeo del pasajero siendo sacado a rastras por negarse a bajar del avión corrió como la pólvora. Finalmente la aerolínea llegó a un pacto amistoso con el afectado y reconoció que no se debió llamar a los agentes de seguridad y que no se le dio al cliente la compensación adecuada, ya que no se le ofreció una alternativa viable para llegar a su destino.