Motor

¿Qué pasa con mi vehículo?

Volkswagen, Skoda, Audi y Seat iniciarán en breve la retirada del sistema «antiemisiones» de sus vehículos

La Razón
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–¿Qué modelos de Volkswagen están siendo revisados por el escándalo de las emisiones «trucadas»?

–Los aproximadamente once millones de automóviles fabricados por el gigante germano montaban motores diésel EA 189 y, en Europa, los coches afectados son aquellos con cilindradas 1.6 y 2.0. El fabricante Skoda montó este mecanismo en los modelos Fabia, Roomster, Octavia y Superb entre 2009 y 2013, según informó ayer un portavoz. A la espera de que Volkswagen publique la lista definitiva de modelos afectados por la investigación, la información preliminar señala al Golf, el Jetta, el Passat o el Beetle. Audi, por su parte, también ha adelantado que algunos modelos del A3, el A1, el A4 y el A6 también montaron este motor. En el caso de Seat, afecta al Leon, al Altea y al Exeo, entre otros.

–¿Cómo funciona el «truco» para reducir virtualmente las emisiones?

–Un programa en el ordenador de a bordo detecta si el coche está sometido a una prueba, y en ese caso activa el mecanismo que reduce la generación de óxido de nitrógeno y, por extensión, de CO2. Una vez que sale del modo de prueba, el motor vuelve a funcionar con normalidad.

–¿Qué debo hacer si mi coche está entre los que la marca debe revisar?

–La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) aconseja a los clientes afectados por la revisión de automóviles de Volkswagen (de la propia marca, de Seat, Audi o Skoda) que pidan siempre un coche de sustitución. Además, la organización apunta que el concesionario «en ningún caso puede cobrar ni un solo euro». El cliente deberá solicitar, por su propia seguridad, «un documento desglosado en el que figuren las actuaciones realizadas», operaciones que «en ningún caso pueden reducir la potencia del coche».

–Si el coche se compró por sus bajas emisiones, el hipotético aumento del impuesto de matriculación, ¿quién lo paga?

–La OCU asegura que los aumentos de los costes fiscales por el fraude de las emisiones «no los debe pagar el cliente, sino el fabricante». Es decir, Volkswagen debería asumir también el posible impacto de estas operaciones tanto en los beneficios fiscales como en los derivados del Plan PIVE, que estaba vigente cuando la compañía y sus filiales comercializaron los motores «trucados».

–¿Hay más fabricantes implicados en el escándalo de los motores diésel «trucados»?

–La UE y EE UU han abierto una investigación al respecto, y BMW ya sufrió ayer el «efecto dominó» de la crisis de VW después de que la revista germana «Auto Bild» publicara que su modelo de todocamino X3 xDrive supera en once veces los límites de emisiones de CO2 europeos. Sus títulos se dejaron más de un 5% en el Dax Xetra de Fráncfort. Prácticamente todas las grandes marcas han pagado en bolsa esta semana el contagio del conflicto abierto por la compañía alemana.