Transporte ferroviario
Llegada inminente de Renfe a Francia con el AVE
La compañía está pendiente de que las autoridades galas registren su sucursal en el país para empezar a vender billetes y lanzar sus servicios a Lyon y Marsella
Renfe está pendiente de un trámite administrativo para lanzar sus servicios comerciales de alta velocidad en Francia. El operador público desembarcará en el país vecino a través de dos corredores, el Barcelona-Lyon y el Madrid-Marsella. Para hacerlo, el pasado mes de febrero, comunicó al Ministerio de Hacienda y Función Pública, a través del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), la propuesta de creación de una sucursal en Francia. La constitución de esta delegación es imprescindible para que Renfe Viajeros pueda lanzar sus servicios en el país vecino, pues es necesaria para que la compañía lleve a cabo tareas como las firmas de contratos, la comercialización de servicios (venta de billetes), la emisión de facturas, la contratación de personal o importaciones.
En este momento, como explican desde Renfe, están a la espera de que las autoridades galas registren la sucursal para que la compañía pueda entonces abrirla y empezar a vender billetes. La compañía que preside Raül Blanco ha expresado su deseo de comenzar a operar ambos corredores antes del verano. Pero una vez que ha homologado ya los trenes con los que harás las rutas y formado a sus maquinistas, necesita que su oficina se apruebe y se publique en el Registro Mercantil francés.
Los corredores a Lyon y Marsella son el primer paso de Renfe para competir en el mercado galo de la alta velocidad. Ambos corredores eran explotados por la compañía española en colaboración con la estatal gala SNCF. Sin embargo, en febrero del año pasado, la empresa francesa anunció su intención de no renovar el acuerdo para mantener la sociedad conjunta Elipsos una vez que venciera su contrato en diciembre del año pasado. SNCF aseguró que la sociedad perdió 100 millones de euros en diez años y que sólo el trayecto Barcelona-París, que empezó a operar en diciembre pasado en solitario, puede dar dinero. Desde la operadora española, sin embargo, aseguran que, hasta la pandemia, el servicio “era rentable” y que sus estudios indican que, en condiciones normales, generará beneficios. De otra forma, añaden, la compañías española no se habría planteado seguir operándolo en solitario.
Una vez que parece cuestión de semanas que ponga un primer pie en Francia a través de los corredores de Lyon y Marsella, Renfe trabaja ahora en su principal objetivo que no es otro que llegar a París, la línea más rentable de la red de alta velocidad gala.La compañía pública lleva años enfangada en trámites administrativos con las autoridades francesas para lograrlo, aunque todavía sin éxito. Francia se comprometió tras la celebración de la última cumbre bilateral con España celebrada en enero a facilitar la llegada de los trenes de alta velocidad de Renfe a París antes de que terminara el año. Sin embargo, desde el operador aseguran que siguen teniendo muchas dificultades. Por ejemplo, para homologar el material rodante. Como publicó LA RAZÓN en su edición del pasado 29 de marzo, Talgo comunicó a Renfe que la división de la SNCF encargada e las infraestructuras ferroviarias francesas -el equivalente a la Adif española- ha puesto a disposición del fabricante un taller para mantenimiento en el que no son posibles tareas básicas de conservación, como el torneo de ruedas, de los S-106, los Avril, con los que Renfe pretende operar la línea parisina. Ante ello, añaden estas fuentes, Talgo se está viendo obligada a traer sus trenes desde Francia a España, concretamente a sus talleres de Barcelona, para poder realizar estas tareas elementales de mantenimiento, lo que retrasa todo el proceso de homologación.
Desde Francia, sin embargo, rechazan tales acusaciones. El embajador de Francia en España, Jean-Michel Casa, aseguró en abril que los retrasos del estreno de Renfe en Francia se deben al sistema de señalización que la empresa española ha querido introducir en el país con sus trenes y que no es compatible con el sistema de la red francesa. «No quiero criticar a Renfe, pero se queja mucho de que hay trabas, y estas resultan de algunas elecciones técnicas, siendo el principal problema el sistema de señalización de los trenes que quería introducir en Francia y que no es compatible con el sistema instalado en la línea de París a Lyon», según aseguró en una entrevista a Ep. El diplomático argumentó que Ouigo también ha tenido que retrasar su operativa en Andalucía por esa misma razón, porque el sistema de seguridad en esa línea no es compatible con el sistema europeo que equipa sus trenes.
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