Arrecife

Repsol perfora 120 metros de subsuelo marino en el primer día de sondeo

El buque contratado por Repsol cuenta con 200 personas a bordo
El buque contratado por Repsol cuenta con 200 personas a bordolarazon

A las 6:30 horas de ayer el buque «Rowan Renaissance», situado a unos 52 kilómetros de las playas de Fuerteventura, en el punto conocido como Sandía, comenzó los trabajos para sondear la posibilidad de explotar los posibles yacimientos de petróleo en aguas canarias. Siete horas más tarde, sobre las 13:30, el buque contratado por Repsol, por el que paga un millón de dólares al día (200 millones de euros estimados durante la duración de los trabajos) alcanzaba los 90 metros de subsuelo. A última hora de la tarde, según confirmaron fuentes de la petrolera a este diario, se habían perforado ya 120 metros de lecho marino «sin mayores contratiempos». Contando con los 880 metros de lámina de agua atravesada, las prospecciones alcanzan los 1.000 metros de profundidad de los cerca de 3.000 en los que está previsto que se detenga.

Allí se espera encontrar hidrocarburos (gas, petróleo o ambos) que podrían llegar a suponer, en el escenario más optimista, cerca del 10% del consumo de petróleo de España (unos 140.000 barriles de los 1,4 millones que se consumen de media diaria). Esto supondría un ahorro de unos 30.000 millones de euros en las importaciones de crudo necesarias durante los 20 años previstos de explotación.

Resultados a partir de 45 días

Sin embargo, las posibilidades de encontrar petróleo o gas en este primer sondeo y de que su calidad haga «rentable» la explotación es de apenas un 19%, según los informes técnicos realizados por Repsol. Las estimaciones apuntan a que se llegará a los 3.000 metros de profundidad previstos en un periodo comprendido entre los 45 días y los dos meses. Así, a finales de enero o principios de febrero está previsto que Repsol anuncie los resultados de la exploración.

De su éxito depende el segundo sondeo, previsto en otra zona próxima denominada Chirimoya y que se encuentra a la misma distancia de las costas canarias que Sandía. Si no se encontraran hidrocarburos en esta primera prospección, Repsol renunciaría con bastante probabilidad a continuar con el segundo sondeo. La petrolera ya ha renunciado a realizar la última de las tres prospecciones que tiene autorizadas. La exploración alcanza un diámetro máximo de 91 cm en superficie, que pasa luego a sólo 21 cm en el extremo del sondeo. Durante el proceso de exploración Repsol no establecerá instalaciones permanentes en el área de los sondeos. Fuentes de la compañía española indicaron que, de encontrarse petróleo en en la zona denominada Sandía, es muy probable que la ubicación de la plataforma de extracción se sitúe en esa zona y que sólo sea necesaria una única instalación.

La petrolera destacó que desde ahora la perforación irá más despacio para cumplir con todos los protocolos de seguridad. En la embarcación, que cuenta con una tripulación de 200 personas, entre personal no cualificados y técnicos en sondeos, se encuentran observadores que garantizan el cumplimiento de las exigencias de la declaración de impacto ambiental.

Junto al «Rowan Renaissance» se encuentran otras cuatro embarcaciones. Tres de apoyo logístico y otra con un equipo encargado de estudiar el comportamiento de los cetáceos y otras especies marinas, contratado por la propia petrolera, durante el tiempo de prospección.

En aguas marroquíes también se realizan prospecciones que, de momento, van por buen camino. Así, la compañía angloturca Genel Energy confirmó la pasada semana el hallazgo de petróleo ligero de calidad en el pozo de Sidi Moussa 1, situado a 180 kilómetros de Lanzarote.

Sobre el incidente protagonizado por la embarcación «Arctic Sunrise» de Greenpeace, que trató de retrasar los trabajos de exploración, la organización ecologista informó ayer de que Fomento ha iniciado un procedimiento sancionador contra el capitán del buque por una presunta infracción contra la ordenación del tráfico marítimo. Fomento retiene el barco en el puerto de Arrecife como medida cautelar bajo aval de 50.000 euros.