Cataluña
Rebelión de las comunidades del PSOE y Cataluña para gastar más
Montoro mantiene el 0,3% de objetivo de déficit y avisa a las regiones: «La vida es injusta»
Se enfrenta a las ocho comunidades del PSOE y Cataluña que piden aumentar el gasto. Montoro mantiene el 0,3% de objetivo de déficit y avisa a las regiones: «La vida es injusta».
Las comunidades autónomas tendrán que reducir su déficit el año próximo a la mitad. Así se lo comunicó ayer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). Aunque la cifra era la esperada, pues supone mantener la cifra ya convenida en la anterior reunión, varias de las regiones pusieron el grito en el cielo, especialmente Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana. Según el plan de Hacienda, las comunidades tendrán que rebajar su desajuste en 2018 hasta el 0,3% del Producto Interior Bruto (PIB), desde el 0,6% al que, en teoría, deberán cerrar este año. Por su parte, el Estado central tendrá que ajustar su déficit desde el 1,1% de 2017 hasta el 0,7% el año próximo. Para 2019, el Gobierno ha confirmado la senda que deberá llevar a las autonomías hasta la estabilidad presupuestaria, es decir, un déficit público del 0%.
El ministro se enfrentó a la mayoría de las comunidades, que rechazaron un plan de Hacienda que obliga a llevar a cabo importantes ajustes. La propuesta del Gobierno sólo contó con los votos favorables de las cinco comunidades gobernadas por el PP (Madrid, Castilla y León, Galicia, La Rioja y Murcia), así como los de Ceuta y Melilla. Canarias optó por la abstención en la votación y el resto de regiones se manifestaron en contra. Navarra y País Vasco no votan directamente al contar con una «caja» propia, aunque sí pueden participar en las reuniones . En cualquier caso, la aprobación de los nuevos objetivos de déficit y deuda estaba garantizada, ya que el voto de la administración central vale lo mismo que el de todas las comunidades autónomas en conjunto, por lo que al Estado le sirve con el apoyo de una sola autonomía para sacar adelante su propuesta.
De hecho, el ministro reconoció que el sentido de la votaciones era perfectamente previsible. «Los objetivos de déficit ya estaban validados en el Congreso y en el Senado y ahora votan en contra. Esto es así en la vida pública», dijo Montoro. En cualquier caso, el titular de Hacienda recalcó que «no hay duda» de que las comunidades cumplirán. Para el conjunto de las administraciones, el objetivo de déficit de 2018 se ha fijado en el 2,2%. «Estamos a las puertas de salir del procedimiento de déficit excesivo de la UE», afirmó Montoro.
La consejera andaluza, María Jesús Montero, fue especialmente crítica con las intenciones del Gobierno. La socialista calificó la propuesta de Montoro de «ofensiva, demoledora e indecente», al tiempo que se quejó del reparto «arbitrario y sin criterio» de los objetivos de déficit, que obligan a un mayor esfuerzo a las comunidades que al Estado. «Donde está el suerávit del 0,64% de los ayuntamientos? Ni se deja que se gaste ni se reparte. El Gobierno tiene que bajar el déficit al 0,7% pero el 0,64% se lo hacen los ayuntamientos», se quejó.
Andalucía mostró su malestar por el «coqueteo» del Ejecutivo con Ciudadanos a cuenta de una posible bajada del IRPF a las clases medias como vía para obtener su apoyo para el techo de gasto, circunstancia que el ministro no desmintió. «Somos un Gobierno en minoría y estamos obligados a entendernos con otras formaciones», dijo Montoro. «Estamos estudiando la propuesta y los márgenes que hay para hacerlo en 2018 sin perjudicar el déficit», explicó, refiriéndose a posibles deducciones que podrían modificarse en este sentido. En cualquier caso aseguró que «es muy prematuro».
Cataluña, otra de las comunidades más beligerantes, optó por no enviar como es habitual a Oriol Junqueras, que fue sustituido por el consejero de Justicia de la Generalitat, Carles Mundó. El catalán calificó la reunión como un «debate lúdico recreativo en una mesa con 44 personas donde desde el primer momento el ministro ha dicho que la decisión ya estaba tomada». Además de quejarse del reparto (las comunidades tienen que reducir el déficit un 50% y el Estado sólo un 36%), aseguró que el ministro le había reconocido la injusticia de que se haya culpado a las regiones del déficit durante los últimos años. «La vida es injusta», habría dicho Montoro a los consejeros autonómicos sobre el déficit. «No puedo hacer un reconocimiento de injusticia donde no la hay», afirmó posteriormente el ministro en rueda de prensa, si bien admitió que existió una visión de que eran las regiones las únicas culpables de la crisis.
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