
Empresas
Sousa vendió la mitad de sus acciones en Pescanova antes de aflorar sus problemas
Lo hizo para «resolver los urgentes problemas de liquidez» de la compañía, según su presidente

La empresa pesquera presenta concurso de acreedores pero confía en evitar la quiebra
Madrid- Había sospechas y ayer se confirmaron. El pasado 11 de marzo, la CNMV comunicó que había abierto una investigación «para determinar la existencia de posibles indicios de comportamientos de abuso de mercado por parte de la compañía, de sus administradores o de terceras personas». Los indicios apuntaban a que el presidente de la empresa, Manuel Fernández de Sousa, habría vendido parte de sus títulos antes de que estallara la tormenta y salieran a la luz los problemas contables de la pesquera, que la han llevado casi a la bancarrota. Y ayer, las sospechas se tornaron en certezas. A lo largo de los meses de diciembre, enero y febrero, Fernández de Sousa vendió casi la mitad del 14,42% del capital que tenía en Pescanova. Concretamente, las compañías Inverpesca y Sociedad Anónima de Desarrollo y Control se desprendieron de 1,986 millones de títulos representativos del 6,9% del capital en el mercado, según confirmó la empresa de congelados en un comunicado.
Apoyo a la empresa
La versión oficial del presidente de Pescanova es que si vendió este paquete fue para «aportar liquidez a la compañía». «Preocupado por la situación de tesorería del grupo y las dificultades que Pescanova tenía para financiarse, decidió poner su patrimonio a disposición de la compañía para resolver problemas urgentes de liquidez» , dando instrucciones a los administradores de sus sociedades para que el dinero neto resultante de la venta se utilizara de esta manera, reza la nota de la compañía. Pescanova subraya que su presidente aportó a la CNMV los documentos que acreditan la entrega a la compañía de estos préstamos a principios de febrero. No obstante, la última comunicación de cambios en la participación de Sousa en Pescanova data del 6 de agosto, cuando dijo controlar directa o indirectamente el 15,426% de la sociedad.
De confirmarse que Sousa no comunicó la operación en su día, podría ser sancionado por la CNMV con una falta muy grave que podría acarrearle una multa o incluso la suspensión en la administración o dirección que ocupe durante cinco años.
Fuentes del grupo cervecero Damm, que controla el 6,18% de Pescanova y se ha opuesto a la gestión de Sousa, consideran que puede haber indicios de delito y que, con la maniobra, el patrón de la compañía pudo sacar adelante sus planes para solicitar el concurso y la revocación de la auditora BDO, a lo que Damm se oponía. Si Sousa hubiese reconocido que sólo poseía el 7,45% del capital, no hubiera contado con los votos suficientes del consejo para aprobar ambas medidas.
Las ventas de Sousa generaron «fuertes pérdidas» a Fernández de Sousa a pesar de que entonces la compañía mantenía intacta su imagen. Pero lo cierto es que los que de verdad han sufrido un importante quebranto son los que retuvieron sus títulos después. Entre diciembre y febrero, las acciones cotizaron a entre 13,6 y 18 euros, mientras que fueron suspendidos a 5,91 euros, es decir, un 67,2% inferior a los 18 euros.
La comunicación de Sousa coincidió con la presentación oficial en el Juzgado de lo Mercantil de Pontevedra del concurso de acreedores de la compañía, tal y como se acordó en el consejo de administración del pasado día 4. Pescanova confía en sortear esta situación porque, según aseguró, cuenta con «importantes fundamentos para sostener su actividad empresarial y generación de valor». La compañía lo presentó el mismo día en que vencía el nuevo plazo que le había dado la CNMV para presentar sus cuentas después de dos aplazamientos. Según los datos auditados, su deuda es de 1.522 millones de euros al cierre del tercer trimestre de 2012. Pero diversas fuentes aseguran que esta cifra se queda muy corta y que el verdadero agujero podría llegar hasta los 2.500 millones de euros. Al cierre de esta edición, la compañía aseguró que había remitido en plazo la documentación adicional y complementaria requerida por la CNMV. Pescanova solicitó el pasado día 9 la revocación de su auditor, BDO, por presuntos cambios de criterio y una potencial pérdida de independencia, así como la designación de un auditor forense para la revisión de las cuentas, responsabilidad que ha recaído en KPMG. Ayer, BDO rechazó la revocación.
✕
Accede a tu cuenta para comentar