Diseño
Todo buen packaging comienza con una buena etiqueta
Los diferentes modelos de etiquetas hacen posible que cada marca pueda personalizar sus productos
Cada producto que sale al mercado debe llevar una etiqueta adherida que tendrá un formato u otro en función del propio producto. Esta obligatoriedad viene de que se debe informar al cliente a través de algún medio sobre diferentes datos del producto que va a consumir, ya sean: ingredientes, composición, talla o fabricación.
Cada producto que sale al mercado debe llevar una etiqueta adherida que tendrá un formato u otro en función del propio producto. Esta obligatoriedad viene de que se debe informar al cliente a través de algún medio sobre diferentes datos del producto que va a consumir, ya sean: ingredientes, composición, talla o fabricación.
Existe en España una normativa legal por la cual fábricas y empresas tienen la obligación de que todos sus productos lleven una etiqueta informativa. También es una manera de poder comunicarle al cliente, si así lo desea, la intención de la creación, el modo de empleo o el uso que se le puede dar.
Existen empresas que se dedican a la fabricación y la impresión de diferentes formatos de etiquetas, ya sea para marcas o productos. En la actualidad, la etiqueta funge un papel fundamental del producto para fines de mercadotecnia, por ser parte de una imagen que influye en la aceptación y distribución. Una etiqueta en buen estado es fundamental para generar credibilidad, pues conocer de dónde proviene el producto o de qué está compuesto es fundamental para los consumidores.
Gracias a la información que se especifica en las etiquetas, la compra de determinado producto se facilitará, pues un etiquetaje en mal estado o difuso provoca que el posible comprador lo acabe dejando en el estante donde lo encontró.
Funcionalidad o diferentes modelos de etiquetas
Existen distintos tipos de etiquetas según la función que desempeñen. Las etiquetas son un elemento informativo o decorativo que transmite datos específicos sobre un determinado producto:
· Informativa: aporta datos e información sobre las características y propiedades del producto, para que así los consumidores sepan qué están comprando y no sean engañados.
· Persuasiva: en casi todas las etiquetas, prima el logotipo por encima de la información, que suele encontrarse en una segunda instancia. Su función es captar la atención del cliente mediante mensajes que incitan a comprar.
· Marcas: estas no suelen poseer mucha información. Normalmente llevan el logotipo de la marca para identificar un producto y suelen acompañar a las etiquetas que van colocadas en las prendas de ropa para señalar mínimamente las diferentes talles y el logotipo.
· Grado: indican el grado de calidad del producto, van impresas sobre la etiqueta y reflejan la información con un número.
· No obligatoria: aquellas que son colocadas por quienes producen o venden el producto y explican la información de modo completo o parcial. También aquellas que explican de manera sistemática toda la información relevante: ingredientes o materiales.
· Obligatoria: incluye información primordial del producto (ingredientes, instrucciones, materiales de fabricación, etc.). De esta forma se garantiza la seguridad y la salud de los consumidores. Esta información debe seguir los parámetros específicos que marca la ley en función del país y de la regulación que allí exista.
· Precio: estas etiquetas son muy básicas, pues solo indican el precio del producto y también la talla si se trata de ropa.
Formatos y materiales de las etiquetas
Existen dos materiales predominantes a la hora de fabricar etiquetas: las de cartón y las adhesivas, ambas muy populares por su comodidad y eficacia.
Etiquetas adhesivas
Antaño, la mayoría de etiquetas tenían como base los materiales encolados, pero en la actualidad las etiquetas adhesivas son las más valoradas. La diversidad que aportan en cuanto a diseño y materiales propician su preferencia por las marcas.
Entre las ventajas de utilizarlas se encuentran:
· Flexibilidad: las etiquetas son capaces de adaptarse a cualquier diseño, lo que supone que puedan romperse casi por completo los límites de la creatividad. Ya que al adaptarse a cualquier formato, hacen que la posibilidad de diseños sea casi infinito.
· Mayor rapidez: el etiquetado elaborado con este tipo de materiales es más rápido, lo que hace ahorrar costes
· Permite jugar con las transparencias: se pueden realizar etiquetas transparentes, lo que da mucho juego en el diseño.
· Resistencia: este es quizás el valor añadido más determinante. El adhesivo no compromete la resistencia de la etiqueta ante altas temperaturas, agua o roces.
Etiquetas de cartón
Las etiquetas de cartón son uno de los materiales más sencillos y versátiles que permite crear al cliente todo aquello que desee. Una imprenta para empresas es la que se dedica a crear estos elementos.
Este material se está utilizando sobre todo para hacer etiquetas colgantes que el cliente desarrolle y cree en los formatos que desee. Es una apuesta segura para plasmar la marca, ya que las dota de personalidad al admitir múltiples acabados, como troquelados, timbrados, colores, etc. Se pueden realizar múltiples diseños de cartón o papel, además de etiquetas como flyers, tarjetas o trípticos. No existen límites a la hora de crearlas, pues el cartón es un material muy versátil.
El cartón tiene una gran ventaja sobre otros materiales gracias a que es un material reciclable, lo que lo hace apto para promocionar productos ecológicos.
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