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Caso Tarjetas «B»

UGT pagó octavillas y carteles con la «tarjeta black» de Rafael Torres

El sindicato se ofrece a devolver los 82.400 euros gastados si el juez Andreu ve «irregularidades»

La Razón
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El exmiembro de UGT en la Comisión de Control de Caja Madrid, Rafael Eduardo Torres ha desvelado que las dietas que recibía por asistir a esta comisión las ingresaba en UGT y además usaba su tarjeta "opaca"para gastos relacionados con sus labores sindicales.

El juez Fernando Andreu cerró ayer una nueva ronda de declaraciones de los imputados por el caso de las «tarjetas opacas» de Caja Madrid en una jornada en la que no faltaron las sorpresas. Rafael Torres, ex representante de los trabajadores en la comisión de control de la extinta entidad, reconoció ante el magistrado de la Audiencia Nacional haber destinado el capital desembolsado con la «tarjeta black» a gastos del sindicato. En concreto, Torres compró carteles y otros materiales como octavillas para las campañas de presión sindical puestas en marcha por UGT entre 2003 y 2006.

Torres también admitió ante el juez Andreu que utilizó la visa de la caja de ahorros para sufragar el pago de comidas con empleados del sindicato, la compra de camisas, zapatos, gasolina y viajes y gastos de telefonía. Según añade la agencia Ep, que cita fuentes presenciales en la declaración, el ex responsable de los trabajadores en la entidad aseguró que todas las aportaciones contaban con el visto bueno de la Sección Sindical de Gastos y de la propia Ejecutiva Estatal. «Estaba todo totalmente procedimentado», dijo.

Según el desglose de los gastos de Torres, el ex representante de los trabajadores en el consejo de Caja Madrid destinó entre 2003 y 2006 más de 17.300 de los 82.400 euros que gastó con la «tarjeta opaca» en la empresa Insersa, una compañía de servicios de impresión, entre otras actividades, ubicada en la calle Jacometrezo, número 18, de Madrid.

Según la misma documentación, el consejero recibió la «black» de Caja Madrid en enero de 2003, y en ese mismo ejercicio ya desembolsó 502,65 euros en la citada compañía. La cifra más alta desembolsada en Insersa fue el 12 de septiembre de 2005, cuando Torres gastó 1.354,02 euros en esta empresa.

Otro de los capítulos más elevados del desglose de gastos de Torres corresponde al concepto «viajes». En total, el representante de UGT en Caja Madrid destinó 18.400 euros entre 2003 y 2006 a agencias, entre las que destacó Viajes Fiesta, situada en Alcobendas, con distintas periodicidades y con una marcada evolución alcista en el capital gastado cada mes.

Además, el sindicalista también realizó desembolsos en Viajes Barceló (más de 4.000 euros en cuatro pagos) y en eDreams –esta última, la menos cuantiosa y dividida en tres paquetes del mismo importe– especialmente en la recta final de su trayectoria de movimientos con la «black». «Un día, de repente, dejó de funcionar», dijo ayer ante el juez Andreu, según testigos presenciales.

El pasado seis de octubre de 2014, después de que se conocieran los gastos realizados por Rafael Torres con la «tarjeta opaca» para directivos y consejeros de Caja Madrid, UGT ya anunció que no tomaría medidas contra el ex responsable de los trabajadores en el consejo de la entidad presidida entonces por Miguel Blesa. «Los gastos que hizo Torres con su tarjeta se corresponden con la actividad sindical», aseguró entonces el secretario general de FeS-UGT, José Miguel Villa, que concedió, de forma implícita, que Torres había financiado con la «black» actividades del sindicato.

Respaldo sindical

Ayer, UGT apoyó a Torres con un comunicado en el que reiteró que «la mayoría de los gastos que realizó –entre los que se incluyen tanto viajes como recibos de gasolina, comidas y diversos gastos como parquímetros– correspondieron a la actividad de representación de los trabajadores y de los representantes sindicales de los órganos unitarios de Caja Madrid».

No obstante, añade el comunicado de UGT, «si el magistrado entiende que Rafael Torres hubiera cometido alguna ilegalidad, la organización devolverá el dinero que el juez Fernando Andreu estime necesario».

La Federación contó con tres representantes en la comisión de control de Caja Madrid, según recoge Ep. El primero de ellos, Gonzalo Martín Pascual, ocupó el cargo antes de 2003. En esta ocasión, el representante de UGT abandonó el sindicato cuando supo que tenía que ingresar las dietas por asistencia a consejos de administración en la Federación.

Su sustituto, Félix Manuel Sánchez Acal, aparece en los listados de personas que usaron las «black». Sin embargo, no se registra actividad, ya que falleció mientras trabajaba en la comisión. A Sánchez Acal le siguió Torres. Según FeS-UGT, las tarjetas tenían un límite de 1.300 euros al mes en 2005. Cada mes la caja ingresaba el dinero en la cuenta del representante y éste tenía que transferir esa cantidad al sindicato. Otra vía era que la caja ingresara el dinero directamente en el sindicato.

Hoy declaran Astorqui y Spottorno

El juez Fernando Andreu interrogará hoy al ex jefe de la Casa del Rey Rafael Spottorno y a otros 12 ex directivos de Caja Madrid por el uso de su «tarjeta black», en la que se cargaron gastos personales por valor de 15,5 millones de euros entre 1999 y 2012. Spottorno gastó 223.900 euros con su visa opaca al fisco en spas urbanos y compras en Ikea, farmacias, tiendas de electrodomésticos, joyerías y sastrerías de lujo. El juez también tomará declaración a Juan Manuel Astorqui, ex director de Comunicación (287.000), a Ricardo Morado, ex director de Organización (443.000 euros) y a Matías Amat, ex director general de Negocio (429.000).