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Déficit público

Un déficit hinchado

La Razón
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Se acaban de publicar las cifras definitivas de déficit presupuestario y deuda pública sobre Producto Interior Producto de España por parte de Eurostat.

El déficit del año 2012 se elevó hasta un 10,6%, muy por encima del objetivo propuesto en torno al 6%. Sin embargo, hay que tener en cuenta que a esta cifra se incorpora de manera plena las ayudas del Fondo de Estabilidad Permanente para el rescate de los bancos españoles con problemas, que como sabemos asciende a casi 40.000 millones de euros. Esta cantidad hace aumentar el déficit presupuestario en un 3,6%. Si detraemos este importe, el déficit del año pasado hubiese sido del 7%, sÓlo ligeramente por encima del objetivo.

Las promesas que se hicieron en la cumbre de jefes de Estado de países de la eurozona en la primera mitad del 2012, conseguidas por la presión de España e Italia, en la que se comprometían a que los importes librados por la UE para salvar a bancos con problemas no pasaran a contabilizarse, al menos de manera inmediata, en los balances de los países receptores, sencillamente no se cumplieron. Meses más tarde, miembros del gobierno alemán negaron esta posibilidad.

Carece de sentido tomar este dato tal y como se publica para evaluar el comportamiento del Gobierno español con respecto a sus objetivos de déficit, si tenemos en cuenta que es una cifra totalmente excepcional, que se debe a un evento no recurrente y que se pretende recuperar en el futuro, al menos Ése es el propósito.

Otra vez más, podríamos ser víctimas del sinsentido de la burocracia inflexible europea si el dato de déficit presupuestario es evaluado de manera absoluta y sin más consideraciones, y quizás se presione al Gobierno español para tomar medidas de aumento de impuestos o recorte de prestaciones, como ya se insinuó recientemente por la Comisión Europea

Para el año que viene, el efecto del rescate bancario habrá pasado y sin ninguna duda la reducción en la cifra de déficit presupuestario del año 2013 con respecto al anterior va a ser importante... Esperemos que la Comisión Europea tenga una visión amplia y no caiga en la tentación de apretarnos aún más las tuercas.