Un gran empresario y mejor persona

Nos ha dejado Isidoro Álvarez. Un sensacional empresario y mejor persona. Nos deja un vacío irremplazable. Todos sabemos que decir Isidoro Álvarez es decir El Corte Inglés, y que decir El Corte Inglés es decir Isidoro Álvarez. Pocas veces se alcanza un grado tan extraordinario de simbiosis de una empresa con su presidente. Tras la difícil responsabilidad que entrañó suceder a otro empresario extraordinario, Ramón Areces, la vida de Isidoro ha estado dedicada en cuerpo y alma a hacer crecer a El Corte Inglés, una institución ejemplar. En estos 25 años al frente de la nave, ha convertido al primer gran grupo español de la distribución en la gran marca comercial que hoy es, con más de 14.000 millones de facturación.

He tenido la fortuna de tratar a Isidoro de forma muy directa en los últimos años. Solíamos reunirnos cada tres meses, en el Ministerio o en las oficinas de la calle Hermosilla. Intercambiábamos opiniones sobre la situación económica y la necesaria modernización del comercio español. Sencillo, discreto y agudo, emanaba inteligencia en cada comentario. Hablaba en nombre de El Corte Inglés, pero en realidad sus palabras eran las de un empresario preocupado y comprometido con España, deseoso de poder ver con el retrovisor la crisis que ha castigado a la sociedad española los últimos años.

Me impresionaba su capacidad de trabajo. Dedicaba buena parte de sus días festivos a recorrer los almacenes y los centros, a comprobar personalmente el servicio prestado a los clientes. También me impactó su compromiso con los trabajadores de El Corte Inglés. Decía que su obligación era seguir tratándolos como si fueran de su familia, y cuidar todo lo posible sus condiciones laborales. En estos tiempos en los que tan denostada está la figura del empresario, Isidoro ha servido de ejemplo de lo que debe ser un buen presidente de una gran empresa.

Pero además, Isidoro ha sido un gran filántropo, continuando el compromiso adquirido con la sociedad por don Ramón Areces a través de la Fundación. Isidoro decía que El Corte Inglés tenía la obligación de devolverle a la sociedad española todo lo que de ella recibía. La impresionante labor de impulso y divulgación de la investigación científica y la ayuda prestada a cientos de jóvenes profesionales españoles para mejorar su formación constituyen también parte del legado que nos deja Isidoro Álvarez.

El mundo del comercio está de luto. Isidoro, te vamos a echar mucho de menos.

*Secretario de Estado de Comercio