Motor
Volkswagen trucó diez modelos vendidos en España desde 2009
Seat admite haber montado miles de los motores manipulados en sus modelos León, Ibiza, Exeo y Toledo. El problema sólo afecta a la factoría de Martorell
Seat admite haber montado miles de los motores manipulados en sus modelos León, Ibiza, Exeo y Toledo. El problema sólo afecta a la factoría de Martorell
Aunque no se ha facilitado el número de automóviles que han podido llegar a España con la centralita trucada, se da por seguro que pueden ser decenas de miles, ya que los modelos que han montado el motor TDI del grupo Volkswagen desde 2009 no sólo se han instalado en unidades de los modelos Passat, Golf, Jetta y Beetel de la marca alemana, sino tambièn han alimentado a algunos modelos de Audi, como el A-3 o A-4, y a varios modelos de los más vendidos de la gama Seat.
En concreto, de la factoría de Martorell han salido unidades de los modelos Ibiza, León y el ya retirado Exeo. Estos modelos se han montado en las instalaciones de Barcelona, pero los motores no han sido fabricados en nuestro país. La factoría de Cataluña ensambla automóviles, pero no es una fábrica de motores. Las plantas motrices vienen importadas de las factorías de motores que el grupo alemán tiene en varios puntos de Europa, especialmente en su sede de Wolfsburg. Lo mismo ocurre con la planta de Landaben, en Navarra, que produce el Polo. Este último modelo no está, por el momento, en la lista de automóviles afectados por la manipulación de la centralita electrónica.
Además de los modelos señalados, Seat comercializa el Toledo, que, aunque no se fabrica en España, sino en la factoría de Skoda cercana a Praga, también viene equipado con los motores que se conocen con la clave AE-189. También utilizan este motor los modelos de Skoda Fabia, Octavia, este último con muchas ventas en el sector del taxi. Los motores turbodiésel de esta generación tienen una cilindrada entre 1,6 y 2,0 litros, por lo que abarcan la zona más amplia de la oferta automovilística. La centralita que falsea datos no se ha instalado nunca en motores de gasolina, ya que estos cumplen sin problemas con las normas anticontaminación en vigor.
La incertidumbre que ha creado esta situación, unido a una política informativa muy restrictiva, está complicando el panorama de la imagen de las empresas del grupo y ha creado intranquilidad en los trabajadores. Por esta razón, el comité de empresa de Seat está estudiando la posibilidad de personarse en la causa penal por la manipulación de los motores, según reconoció el presidente de dicho comité, Matías Carnero.
Por su parte, CC OO hizo pública ayer una nota en la que confiaba en que este escándalo no tenga repercusiones en la industria automovilística española y confirmó, al igual que lo hizo la dirección de la compañía, que no haya cambios en los planes de inversión en los próximos cinco años de un total de 4.200 millones de euros en investigación y desarrollo y mejora de las instalaciones. Estas cantidades fueron comprometidas este mismo año por la dirección del grupo. Del total del monto, 3.300 millones van destinados a la fábrica de Martorell y 900, a la de VW en Navarra.
Coches seguros
El presidente de Seat, Jurgen Stackmann, que ha sido el primer directivo del grupo VW que ha realizado declaraciones sobre esta crisis en España, tras ratificar la inversiones previstas en nuestro país, destacó que «todos los coches involucrados en esta cuestión son absolutamente seguros para la circulación», aunque declinó concretar el número de unidades que pueden verse afectadas en nuestro país. «Sólo cuando la investigación esté finalizada y sepamos de qué estamos hablando realmente, estaremos en condiciones de informar a clientes y público sobre el número y los detalles de los coches afectados».
Stackmann ha señalado que, desde el jueves pasado, está en contacto permanente con el Ministerio de Industria y que ha informado personalmente de la situación en varias ocasiones al titular de la cartera, José Manuel Soria. El ministro dijo ayer que su departamento actuará cuando sepa cuántos coches están afectados en España.
El presidente de Seat no concretó si la actual situación obligará a la compañía a realizar previsiones extraordinarias en su cuenta de resultados y se limitó a señalar que si es necesario realizar una revisión de los automóviles afectados, todos los clientes serán puntualmente informados y las modificaciones necesarias se llevarán a cabo en los concesionarios de la marca y sin coste para los propietarios.
Sobre las consecuencias de esta crisis de VW, fuentes de Anfac han señalado que el problema afecta, al menos por el momento, a un sólo grupo automovilístico, si bien es posible que, en un futuro, la tendencia de la demanda del mercado se incline hacia los motores de gasolina. En la actualidad el 65% de los automóviles de turismos que se venden España tienen motor diésel.
Una trampa sofisticada de ingeniería
El sistema para falsear el volumen de gases nocivos emitidos a la atmósfera de los motores diésel de VW es sencillo y, a la vez, una obra sofisticada de ingeniería. La centralita electrónica de los motores detectaba cuando una sonda intentaba medir su contaminación. En ese momento, el motor reducía drásticamente sus emisiones a costa de disminuir potencia y prestaciones. Pasado el control, recuperaba sus prestaciones y aumentaba su nivel ilegal de emisiones.
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