Editorial

Sánchez, también baja por su izquierda

La sobre exposición mediática de la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, a causa del pulso político con sus socios del PSOE por la derogación de la reforma laboral, ha hecho mella en un sector de los votantes socialistas que, al parecer, aprecia más las buenas maneras de la líder in pectore de Unidas Podemos que las de su predecesor, Pablo Iglesias. Al menos, así se desprende del sondeo preelectoral que «NC Report» ha realizado para LA RAZÓN, referido a este mes de noviembre que comienza, y que da cuenta de un ligero, pero significativo, corrimiento del voto en el ámbito de la izquierda española.

Vaya por delante que la encuesta refleja la misma tendencia de caída de Unidas Podemos que las anteriores, con una pérdida de casi 900.000 votantes con respecto a sus resultados en las generales de noviembre de 2019, pero, en este caso, atemperada por un trasvase de sufragios socialistas que permitirían a la formación morada recuperar hasta dos escaños, que son, exactamente, los que pierde el PSOE con respecto a octubre, partido que, por primera vez en los sondeos, bajaría de los cien escaños en el Congreso. Si, hasta el momento, Unidas Podemos se desangraba entre la abstención y la fuga de votantes a Mas País y, en menor medida, al PSOE, ahora recibe el inesperado refuerzo de unos cien mil apoyos que se declaraban socialistas.

Aunque aún es muy pronto para hacer conjeturas sobre los efectos que tendría una consolidación del liderazgo de la ministra Díaz en la izquierda radical española, que la situaría al frente de una nueva plataforma electoral, lo cierto es que el actual secretario general socialista, Pedro Sánchez, debería reflexionar sobre el hecho de que una parte de sus votantes miren más a su izquierda, mientras parece incapaz de recuperar apoyos en el ámbito del centro izquierda, que fue uno de los viveros tradicionales de la socialdemocracia. Tal es así, que la previsible desaparición de Ciudadanos como fuerza parlamentaria –la encuesta de noviembre apenas otorga un escaño al partido naranja– sólo redunda en beneficio del Partido Popular, al que el sondeo le otorga hasta 127 escaños y casi siete millones de votos.

También Pablo Casado se dejaría dos diputados en favor de VOX, pero la formación de Santiago Abascal aún está por debajo en las encuestas del resultado que obtuvo en las generales, lo que no ocurre con los populares, si bien no faltarán voces que atribuyan este trasvase a la disputa interna en la Comunidad de Madrid. En cualquier caso, lo que nos dice la encuesta es que, de celebrarse hoy las elecciones, el PP y VOX, que tienen los mayores índices de fidelidad entre los votantes, podrían sumar una cómoda mayoría absoluta en el Congreso. Y, también, que el PSOE no sólo sufre por la abstención, sino porque ha surgido un rival mejor a su izquierda.