Educación presencial y segura

La educación presencial es imprescindible para el desarrollo completo de la personalidad del alumno y lógicamente debe hacerse en condiciones absolutas de seguridad y con la garantía de que se cumplan todos los protocolos sanitarios. La educación online ha dejado muchos déficits, es una de las principales conclusiones que sacamos durante el confinamiento. Ha dejado lagunas en el aprendizaje sobre todo en los alumnos más desfavorecidos, que tienen menos medios tecnológicos, y también en aquellos que arrastran un bajo rendimiento. Defendemos el carácter presencial porque educar no solo es impartir conocimientos, es trasmitir valores, convivir, socializar...

Para garantizar el derecho a la educación, los poderes públicos tienen que garantizar que se imparta en las mejores condiciones y por eso exigimos al Ministerio y las autonomías protocolos unificados concretos, que no deberían ser divergentes, sino los mismos para todas las comunidades, igual que se han puesto en la hostelería o en el ocio.

Entendemos que los padres estén preocupados por esta situación excepcional, pero no nos parece de recibo que los padres evadan el derecho a la educación y que promuevan prácticas de absentismo escolar. La educación es un derecho esencial básico. Hemos criticado en otros tiempos prácticas como la escuela en el hogar y ahora no hay razón para defenderla, pero exigimos a los poderes públicos que garanticen la seguridad sanitaria para que se puedan impartir las clases en el colegio con la mayor seguridad.