Madrid 2020

El sueño de Doña Letizia

La princesa Letizia a su llegada hoy al hotel de Buenos Aires donde se encuentra la delegación española
La princesa Letizia a su llegada hoy al hotel de Buenos Aires donde se encuentra la delegación españolalarazon

Es complicado dormir en un avión. «El viaje perfecto a Buenos Aires», dicen algunos. Porque es de noche y puedes descansar casi todo el vuelo o gran parte de las doce horas, y llegar por la mañana. Pero si se tiene en cuenta que al lado hay alguien que ronca mucho incluso antes de despegar y que el cuello está colgando, es complicado dormir. Quince minutos con los ojos cerrados equivale a dolor en todo el cuerpo. Lo bueno del insomnio es poder compartir una conversación con las azafatas. «Sabes que llevamos a...». «Sí , a Letizia Ortiz». Comienza la charla. En el mismo avión que fueron varios periodistas a Buenos Aires lo hizo la Princesa, aunque ella en primera clase, para unirse a Madrid 2020. Fue la última en entrar y no tuvo dificultades para dormir. «Lleva casi todo el vuelo durmiendo, y tapada casi hasta arriba», desvelan. Antes había comido pescado y en todo momento estaba rodeada de tres guardaespaldas. «Las compañeras que están con ellas dicen que está siendo encantadora», prosiguen. «No ha hecho nada que valga para la prensa del corazón», añaden en tono de broma. La Princesa llegó a Buenos Aires, que estos días está abarrotada, más de lo normal, sin hacer declaraciones y se unió a la delegación española, con su marido al frente tratando de captar los últimos votos. Por la tarde estuvo presente en el ensayo general. Estaba fresca, descansada, dentro de lo incómodo que es dormir volando. La conversación sobre Doña Letizia no dio para mucho más en el avión: fue una persona normal y simpática en un vuelo regular. Había que solucionar el problema del sueño. «Toma». Dos botellitas de vino, pequeñas. Y a roncar. Mano de santo