El desafío independentista
Miquel Iceta: «Para ganar a los independentistas no basta con decir ‘‘no’’»
Protagonizó la reforma del Estatut y es un entusiasta de modificar la Constitución. Sólo así, opina, puede solucionarse el problema territorial en España.
Protagonizó la reforma del Estatut y es un entusiasta de modificar la Constitución. Sólo así, opina, puede solucionarse el problema territorial en España.
Miquel Iceta (Barcelona, 1960) lleva 30 años haciendo política, pero es la primera vez que se presenta como cabeza de cartel a unas elecciones. Todos sus adversarios le reconocen su inteligencia política. Falta por saber si los electores también lo hacen.
–Esta semana mostró una gran bandera de España en un mitin en Santa Coloma de Gramenet, un gesto inédito en una campaña del PSC. ¿Por qué?
–La bandera apareció porque quería explicar una cosa que hace tiempo que reivindico. En la bandera de España está el escudo y éste es el símbolo más federal que tenemos. Es el símbolo en el que aparecemos representados juntos los territorios de España y en el que se ven las diferencias, los orígenes y las entidades diversas. Esa es la España que queremos construir con la reforma constitucional.
–¿Va a usar más veces la bandera de España en lo que queda de campaña?
–No lo tengo previsto. Hay gente a la que le gusta mucho pelearse con la bandera de unos y de otros. Nosotros usamos las banderas de todos pero no intentamos apropiárnoslas y no vamos a entrar en una exhibición de banderas, pero sí que quería aprovechar para explicar gráficamente cómo se ha forjado la unidad de España y cómo debemos mantenerla viva.
–Dijo Duran Lleida que no sabe si Miquel Iceta «actúa más cuando enseña la bandera o cuando baila». ¿Sobreactúa usted?
–Duran me conoce lo suficiente como para saber que soy una persona que hasta cuando baila lo hace en serio.
–Los grandes bancos han dicho esta semana que «reconsiderarían su implantanción» en una Cataluña independiente. ¿Le parece oportuna esta advertencia?
–La banca en general es muy prudente y suele hablar de esta manera muy pocas veces. Si lo han hecho es porque deben de considerar que es importante lanzar un toque de alerta a aquellos que están presentando un camino de secesión unilateral como si fuera una cosa sencilla y sin costes. Si lo hacen ahora supongo que es porque no pueden seguir en silencio ante la realidad que hay en Cataluña.
–El Círculo de Empresarios también ha lanzado una advertencia sobre los daños de la secesión y ha abogado por una revisión del pacto constitucional. ¿Se ha sentido avalado?
–Es un mensaje equilibrado. Ellos dicen: «Oigan, no pongan ustedes en riesgo la estabilidad, hagan los cambios que haya que hacer pero háganlo a través de un proceso de negociación, de diálogo y de pacto». Creo que señalan el único camino sensato para resolver el problema de la relación de Cataluña con el resto de España.
–Usted defiende una España como «nación de naciones». ¿No ve muy complicado hacer mayoritaria esta visión?
–No va a ser sencillo porque para muchos nación y estado es lo mismo. En cambio, nosotros defendemos una idea de nación que tiene que ver con los sentimientos y no con la soberanía. Nos tenemos que convencer todos de que no habrá una reforma mayoritariamente aceptada en Cataluña si no somos capaces de recoger las aspiraciones de la singularidad catalana.
–¿Y cómo se reconoce esta singularidad?
–Habrá que verlo en su momento. Los socialistas nos pusimos de acuerdo en recoger los derechos históricos que están en el Estatut de Cataluña. Quizá haya otras formas de hacerlo. Eso sin duda lo tenemos que hablar sabiendo que los consensos sobre temas tan delicados como éste se producen al final de los procesos de negociación y no al principio.
–La UE ha insistido esta semana en que la secesión de Cataluña implica su expulsión, pero amplios sectores de la sociedad catalana quitan hierro a esta advertencia. ¿Cómo se lo explica?
–Algunos prefieren no creer lo que son mala noticias o contrariedades para ellos, pero yo creo que en esta tema pasa lo mismo que con la ley de gravedad, que es mejor no discutirla. Un proceso de declaración unilateral de independencia dejaría a Cataluña fuera de la UE. Lo dicen los tratados, hay resoluciones del comité de regiones y lo dicen los primeros ministros de Europa. Los independentistas no pueden engañar a la gente.
–Se habla de los costes de la secesión de Cataluña pero no tanto de lo ilusionante que es seguir unidos. ¿Por qué?
–Para ganar la batalla política a los independentistas no basta con decir que no, que es lo que hace Mariano Rajoy. Hay que ofrecer una alternativa mejor y nosotros ofrecemos la del federalismo. Creemos que hay que renovar el Pacto Constitucional para que España sea más acogedora y diversa.
–¿Cree que la próxima legislatura en España va a ser la de la reforma constitucional?
–Estoy convencido de que va a ser así, porque el PP no va a tener mayoría absoluta para frenar la única propuesta sobre la mesa para arreglar un problema profundo. A mí lo que me extraña es que el PP no se haya prestado a discutirlo hasta ahora. También es verdad que han dicho recientemente que ellos no tomarán la iniciativa pero que si el debate se abre participarán en él. Espero que el escenario tras las elecciones generales permita que se abra el debate de reforma constitucional.
–¿Cree que CDC y ERC participarían en este debate?
–Desde luego eso no tiene que ver con el resultado del 27 de septiembre. Si ven que no hay una mayoría de catalanes que quieren la independencia, supongo que estarán dispuestos a trabajar para mejorar el autogobierno.
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