Elecciones generales
El Congreso también deberá adaptarse al multipartidismo
Los nuevos diputados de Ciudadanos y Podemos podrían ubicarse en los asientos que pierdan PP y PSOE. Los partidos no tendrán sus escaños asignados hasta que se constituya la Mesa de la Cámara
350 escaños. El mismo número de diputados pero distintas caras. El mismo número de parlamentarios, pero nuevos partidos en liza. La fragmentación política que anuncian las urnas tendrá su representación en el Congreso de los Diputados a partir del 13 de enero, cuando –después de las fiestas navideñas– se constituyan las nuevas Cortes Generales. El hemiciclo será la misma tarta que hace cuatro años pero esta vez habrá más comensales a la mesa. El lugar que ocupen, quién la presida o quién quede relegado al último sillón dependerá, en todo caso, de la decisión que tomen hoy los españoles. Tras el escrutinio se desvelará quiénes serán los actores de un panorama político que se antoja inestable y en el que los pactos estarán a la orden del día para lograr la ansiada gobernabilidad. Los nuevos y los más veteranos llegarán a la carrera de San Jerónimo, la segunda semana de enero, sin saber muy bien cuál es su lugar, no porque se hallen desubicados, que también, sino porque no tendrán todavía su escaño asignado. «Será una suerte de “tonto el último”», señalan fuentes del Congreso, porque hasta que en las primeras sesiones no se conformen la Junta de Portavoces y la Mesa de la Cámara –encargadas de la designación definitiva de los escaños– el lugar que ocupen los parlamentarios será transitorio.
El Reglamento del Congreso de los Diputados sólo establece –en su artículo 55– que la atribución de escaños a los diputados se realizará en función de su adscripción a los grupos, siendo las únicas premisas fijadas que la bancada azul está reservada a los miembros del Gobierno y la vía de acceso al salón de sesiones. La forma en que se «acomode» al resto de grupos dependerá de los acuerdos a los que lleguen los partidos, teniendo mayor peso en las negociaciones quienes más escaños obtengan. El órgano encargado de distribuir a los grupos parlamentarios en sus sillones al inicio de la legislatura es la Mesa de la Cámara, y lo hará después de oír a los portavoces de todos los grupos. Organizado el reparto global, éstos comunicarán posteriormente el escaño que de forma individualizada deseen atribuir a cada uno de sus miembros.
Si atendemos a los resultados de la última encuesta de NC Report para LA RAZÓN, en los que el PP ganaría las elecciones con entre 125 y 128 diputados, si llega a un pacto de gobierno o de investidura con Ciudadanos (52-56), el hemiciclo podría no variar en exceso su distribución, pues el actual Ejecutivo se mantendría en la bancada azul y la formación de Albert Rivera podría ocupar los 60 escaños que cede el Partido Popular. Algo similar le pasaría al Partido Socialista, que al mantenerse como líder de la oposición con entre 88 y 92 diputados ocuparía la parte izquierda de la Cámara y dejaría vacantes una treintena de sillones en los que podrían ubicarse los parlamentarios de Podemos. Esto supondría una escasa variación respecto al mapa parlamentario de la pasada legislatura, en el que todavía tendrían que acomodarse el resto de partidos. UPyD podría pasar de formar grupo propio a encuadrarse en el Grupo Mixto si, como auguran las encuestas, pelea por obtener su representación parlamentaria con un solo diputado. También se integraría en este grupo parlamentario Unió, cuya escisión de CiU le impediría mantener uno propio, no así ERC, que con ocho diputados (cinco más que en 2011), podría «independizarse» al menos del Grupo Mixto.
✕
Accede a tu cuenta para comentar