Elecciones Generales 2016

El lenguaje no verbal

El lenguaje no verbal
El lenguaje no verballarazon

Una imagen de calma y cercanía con un clásico traje azul

Se mostró muy fuerte, con un mensaje directo pero en ocasiones excesivamente rápido. En varios momentos mostró diferentes documentos aunque fue un error no dirigirlos a la cámara. La impasibilidad en su rostro, la indiferencia ante los ataques verbales y no entrar a las alusiones directas le proporcionaron solvencia. La espalda recta, el rictus serio y no haber desviado la mirada le aportaron contundencia. Su traje de chaqueta azul clásico transmitía calma, seguridad y daba bien en cámara. Consiguió una imagen coherente con su personalidad y con su estilo tranquilo.

Con su «traje de la suerte» y la corbata de siempre

La entrada con su mujer fue positiva, reflejó una imagen relajada y tranquila, con un paso firme y calmado. Aunque el «look» de Begoña era demasiado llamativo para la ocasión. Su verbalización fue mucho más pausada y autocontrolada que en el «cara a cara» y a veces usó palabras coloquiales («tajo») con las que buscó empatía con el electorado. Se mostró seguro, aunque se focalizó excesivamente en Rajoy. Estrategia que dio valor al líder del PP. Como Obama, repitió traje de chaqueta, la misma indumentaria que con el Rey y con la corbata roja que eligió para la sesión de Investidura.

Otro candidato sin corbata en busca de la renovación

Los nervios que mostró a su llegada se disiparon. Su empoderamiento fue «in crescendo», lo mismo que su fuerza en el discurso. La intranquilidad inicial se vio reflejada en su rapidez en la verbalización (se trabó en varias ocasiones) y logró dominar las manos que fueron su punto débil en el debate a cuatro de diciembre. Rivera se mostró más fuerte y sin «tics». El hecho de centrarse en soluciones, hablar de forma directa y el uso de imágenes mejoraron su comunicación. Eligió un traje sin corbata para equilibrar informalidad y seriedad. Desea transmitir una imagen renovada aunque forzada.

La comodidad de su vestimenta informal no ocultó su inseguridad

Su comunicación estaba trazada al milímetro. Llegó a pie, tranquilo y saludando con cercanía, lo que sabe que es una de sus fortalezas. Se mostró mucho más seguro al comienzo del debate que en el desarrollo del mismo. Su tono de voz, más bajo de lo habitual, y el ascenso recurrente de los hombros al intervenir le restaron confianza. Mostró de forma recurrente las palmas de las manos, que es un gesto característico cuando se desea mostrar transparencia. Se siente cómodo con su vestimenta informal y desea reflejar una imagen de cercanía y juventud. Su imagen está totalmente estudiada y pensada para su electorado.