Entrevista

“Lo que más nos ayuda a la hora de adaptarnos al cambio es abrazar ese cambio” Guibert Englebienne, Globant X

El unicornio argentino Globant decidió hace 8 años, cuando eran 7.000 empleados (hoy son 30.000), crear su división de Inteligencia Artificial, denominada Globant X. Al frente de esta división está Guibert Englebienne, quien en una entrevista para La Razón desgrana algunos de sus usos (tanto internos como para clientes) y su visión sobre algunos de los aspectos más polémicos.

“Lo que más nos ayuda a la hora de adaptarnos al cambio es abrazar ese cambio” Guibert Englebienne, Globant X
“Lo que más nos ayuda a la hora de adaptarnos al cambio es abrazar ese cambio” Guibert Englebienne, Globant XGlobant

¿Cómo nació Globant X?

Hace ocho años vimos que la inteligencia artificial no era una promesa sino que la podíamos aplicar en muchos aspectos de lo que hacemos, tanto para nuestros clientes como internamente. Les dijimos a nuestros empleados que era fundamental que entendieran la importancia y que se formaran. Desarrollamos cursos, escribimos libros y fomentamos que la gente buscara oportunidades para poner la inteligencia artificial en cada intersticio de nuestro trabajo. Lo primero que hicimos fue que pudieran comprender el poder de la inteligencia artificial, qué tipos había, qué tipos de problemas resolvían, con el objetivo de que se inspirasen. Ocho años después, hemos desarrollado un montón de tecnología muy interesante que de alguna manera empaqueta la inteligencia artificial para hacerla accesible para un montón de casos de uso.

¿Cuáles son esos usos?

Uno de ellos es lo que aplicamos al corazón de lo que hacemos, que es un test global al desarrollar software. Ahí vemos tres grandes áreas. Una de ellas tiene que ver con cómo desarrollamos software mucho más rápido. Ahí tenemos una aplicación, una plataforma que se llama GeneXus, que le explicas lo que quieres que haga y cinco minutos más tarde esa aplicación ya está hecha, funcionando en la nube con APIs, con pantallas, acelerando tal vez dos meses de tiempo a cualquier otro desarrollo. La otra área donde utilizamos inteligencia artificial es en la comprensión del código, con la plataforma Augoor. Cuando alguien tiene que modificar un código que fue escrito por otro y donde, invariablemente, ese otro no documentó el código, se torna muy difícil poder comprenderlo y el 70 % del tiempo de un desarrollador se gasta en entender lo que el otro hizo. Es como si te dijera que entras a trabajar a las nueve de la mañana y recién puedes poner tu primera línea de código a las dos y media de la tarde, porque todo el tiempo ese lo gastaste tratando de comprender el código que había escrito otro.

Hoy nosotros acortamos ese tiempo con otra inteligencia artificial, que lo que hace es darnos una visión a 10 000 pies de altura de lo que hace el software y nos puede llevar al detalle. Es como Google Maps para el código. O sea, tú dices, yo quiero ir a donde hacemos una nueva orden de compra y me lleva a ese lugar y me lo explica línea por línea, haciendo super fácil comprender esto.

Otra tercera área es en el testeo. Yo sé que tengo que hacer un software que haga todas estas cosas. Normalmente se automatiza el testeo, porque cada vez que uno modifica el software hay que asegurarse que no se rompa. Entonces, con MagnifAI aceleramos mucho el tiempo para obtener la confianza necesaria. Por ejemplo, un cliente nuestro, tardaba dos semanas y media en retestear todas las páginas que componían su website, y antes de lanzar una nueva versión de producción. Hoy lo hacen media hora.

Son algunas ideas de cómo revolucionamos el software, pero también lo usamos para, por ejemplo, amplificar nuestra capacidad de conectarnos más y mejor dentro de la organización. Tenemos un sistema operativo organizacional que te permite descubrir gente que sea interesante, con la cual debas conocer, facilitando la conexión y el tejido social de la organización. Y lo que descubrimos es que a través de estas conexiones logramos muchísimo más sentido de pertenencia y muchas menos ganas de que la gente se vaya de la organización. Ese es un gran desafío. ¿Cómo generamos organizaciones que sean súper dinámicas para atraer al talento digital, pero a su vez súper atractivas para poder retener ese talento por mucho más tiempo? Usamos Globant en todo nuestro día a día, desde las entrevistas de reclutamiento, tenemos una inteligencia artificial que nos da una segunda opinión y nos permite priorizar algunas personas dentro del proceso, a la hora de armar equipos, para hacer propuestas… Esa es la razón por la cual Globant X existe.

¿Toda la tecnología que hay ahora tiene que tener inteligencia artificial o hay tecnología que no es inteligencia artificial?

Hay dos cosas que han cambiado. El 2023 ha sido un año de inflexión con la llegada de ChatGPT. De repente, de la noche a la mañana, la inteligencia artificial se convierte en algo que está en boca de todos. La capacidad de la inteligencia artificial de comprender nuestro lenguaje simplifica mucho la forma en la cual hacemos cosas y la capacidad de generar cosas, como pueden ser imágenes, códigos, videos… Este es el año en el cual cambia la forma en la que desarrollamos tecnología, pero también cambia el tipo de tecnología que desarrollamos. Y ahí voy a lo que tú preguntabas. Si bien hay un montón de tecnología que es determinística, en 2023 no podemos darnos el lujo de invertir en algo que sea muy 2022. Cambió el paradigma. Es como si hubiéramos inventado el automóvil: ya no necesitas ir más a caballo entre dos ciudades.

La única razón por la cual todavía podemos estar pensando en formas viejas de hacer las cosas es porque nuestra voluntad humana de cambiar es siempre el gran obstáculo que va a enfrentar la inteligencia artificial.

¿En qué sentido cambia la tecnología?

No es que todo sea inteligencia artificial, pero creemos en la emergencia de un nuevo tipo de aplicaciones que llamamos AI applications, donde en determinados momentos la inteligencia artificial te aumenta muchísimo la facilidad de uso de tus aplicativos. Por ejemplo, imagina que estoy en un sitio de comercio electrónico o en un sitio de viajes. Yo quisiera unas vacaciones con mis hijos para esta semana que viene en Barcelona. Y que me conozca, que entienda que es lo que quiero y que con eso me haga un par de preguntas más y me haga una oferta. Que ya no sea una cuestión de navegar a través de interfaces, de clics, sino que sea algo mucho más conversacional. Esta es una forma. La otra puede ser aumentando la expresividad de nuestros sistemas. El sistema te ayuda a hacer cosas que antes eran muy tediosas. Este tipo de patrones en el uso de aplicaciones empiezan a emerger y nosotros tenemos tecnología que permite generar este tipo de aplicaciones y hacerlas más que nada, creo que future-proof.

Un tema importante que es la adopción de las organizaciones de la inteligencia artificial. Todo el mundo ha usado ChatGPT, incluso para cuestiones de trabajo, por lo que posiblemente estén exponiendo datos de la compañía que no debieran exponer. Y eso es un miedo que todas las organizaciones tienen. Parte de las tecnologías que desarrollamos tienen que ver con esto. ¿Cómo hago que cada miembro de mi organización tenga todo el poder de estos modelos de inteligencia artificial para poder acceder, para poder habilitar la inteligencia artificial dentro de la organización? Para conversar con los documentos, con los sistemas y con los datos. Aún estamos en la infancia de la inteligencia artificial.

¿Podríamos comparar la inteligencia artificial en las empresas con la llegada de Internet? No se veía muchas veces la utilidad a tener una página web y a vender determinados productos…

Estamos en ese punto. Sí, exactamente igual. ¿Quién iba a confiar en comprar un pantalón por Internet en los 90? ¿Quién iba a pensar que nuestros sistemas iban a estar almacenados en la nube? Entonces, estamos en una analogía perfecta con la llegada de Internet.

Siguiendo esa analogía, cuando empezó la World Wide Web, mucha gente decía que era el Wide Wild West: un lejano y salvaje oeste en el que había que regular Internet. ¿Debemos regular también la inteligencia artificial?

No creo que sea el caso. Hay varios efectos colaterales que tienen inteligencia artificial: la divulgación de información falsa, las burbujas de polarización, un montón de temas de adicción al uso en pantalla... Creo que lo que tenemos que desarrollar es el pensamiento crítico, pensar muy bien cómo funcionan las cosas, empezar a no confiar necesariamente en todo el contenido que consumimos. Podríamos intentar regular pero ¿qué significaría eso? Italia prohibió ChatGPT y eso significa que una empresa italiana es mucho menos competitiva que una española, por ejemplo. Si Occidente quisiera también regularlo, ¿qué pasaría? ¿China dejaría de hacerlo? Yo creo que lo que más nos ayuda a la hora de adaptarnos al cambio es abrazar ese cambio. Entonces, me parece que tienen que emerger ciertos temas de pensamiento colectivo alrededor de qué está bien y qué está mal al hacer con la tecnología, si ciertos principios y no necesariamente ir a una regulación.

¿Cuál debe ser el papel de las tecnológicas? ¿Deben mantener ciertos principios y autorregularse?

Totalmente. Nosotros desarrollamos hace muchos años ya un AI manifesto donde proponemos cuáles son los usos que nosotros deberíamos hacer de la tecnología y la inteligencia artificial en particular. Creo que todas las organizaciones tienen que adoptar un set de principios. Más allá de eso, por supuesto, hay compañías que están en una posición de ser los que distribuyen las noticias o los contenidos. Entonces, ahí es fundamental que ellos logren entender, logren regular este tipo de información.

Por otro lado, el riesgo es que la inteligencia artificial esté en manos de tres, cuatro o cinco jugadores y que el resto de las empresas se están quedando atrás…

Yo creo que muchas de estas tecnologías quieren que lo pensemos de esa manera, pero creo que hay un montón de oportunidades en desarrollar inteligencia artificial basándose en determinados datos que cada compañía tiene. Existe la posibilidad de generar modelos específicos y que hagan uso de toda esta tecnología. Las aerolíneas, bancos, compañías de servicios públicos… todas tienen toneladas de datos con las cuales podrían entrenar modelos y podrían generar servicios alrededor de esto. Y hoy es accesible para cualquiera. Hay modelos open source, hay modelos de lenguaje open source como Falcon, que fue hecho por Arabia Saudí. Ya hay compañías como Facebook que han lanzado modelos open source. Entonces, no creo que esté al alcance solamente en los pocos.

Globant tiene un centro de inteligencia artificial en Málaga. ¿Qué papel está jugando? ¿Qué desarrollo estáis haciendo desde allí?

Trabajan en el desarrollo de muchos de estos productos que tenemos en Globant X como una forma de llegar al mercado. Entendemos que nuestros clientes no buscan necesariamente utilizar inteligencia artificial de por sí, sino que intentan resolver un problema en el negocio. Ahí donde el poder empaquetar estos servicios nos lo hace mucho más accesible, nos permite hoy, con toda la tecnología que tenemos, en pocos días tener soluciones a problemas que antes no podían ser, eran impensables.

¿Estamos llamando a inteligencia artificial a cosas que no lo son?

Bueno, hay diferentes tipos de inteligencia artificial, pero a la que yo me refiero es al machine learning y a la posibilidad que las computadoras aprendan. Hay otros métodos que son más estadísticos, que simulan ser una inteligencia artificial, pero te diría que hoy la mayor parte de la inversión está puesta en inteligencia artificial, propiamente dicho.

¿Cuál es el siguiente hito que podemos esperar de la inteligencia artificial?

Hay muchos trabajos que son interesantes. Una es la posibilidad de tener agentes que utilicen este poder. Si tuviéramos dos agentes con inteligencia artificial pueden conversar entre sí y dar una escalabilidad a la solución de problemas. Excede ya la comprensión del lenguaje natural, sino que permite esa comprensión, es una rampa de acceso a poder acceder a un montón de otra información que está dentro de Internet y que nos permite generar cosas mucho más ricas que tan solo una conversación.

Lleva mucho tiempo implicado en inteligencia artificial. ¿Alguna vez llegó a pensar en todas las posibilidades o en todas las realidades con las que se está manifestando la inteligencia artificial?

Es difícil poder imaginárselas todas. Es muy difícil tratar de predecir pero cuando hay avances significativos como estas redes que llamamos redes adversarias (adversarial neural network) que te permiten generar el nivel de creatividad que tienes, para mí hubiese sido impensable. Cuando estaba en la universidad, en los años 80, se estudiaba mucho el caso de los sistemas expertos, que eran el tratar de bajar el conocimiento de un experto sobre un tema en una serie de reglas para que luego la computadora simulara ser ese experto. Lo que aprendimos fue que las personas en general podrían ser muy buenas resolviendo problemas, pero eran muy malas explicando el porqué de las decisiones que tomaban. Con el tiempo, la evolución de dos cosas, las redes sociales en términos de volumen de datos que empezamos a acumular y por otro lado, la capacidad de procesamiento que viene de la industria del gaming, de los avances con las GPUs estos chips que procesan muchísimo más rápido, permitieron de alguna manera empezar a jugar con otro tipo de juegos, o sea, jugar con imágenes y hacer otro tipo de entrenamiento.

La verdad es que avanzó rapidísimo y es difícil decir hasta dónde va a llegar

¿Qué le diría a una empresa, a una persona, un empresario, que aún no se haya atrevido con la inteligencia artificial para que se vaya introduciendo estas tecnologías en su negocio? ¿Cómo debería hacerlo?

Me parece que en es necesario poner a toda la organización en posición de estar pensando de manera diferente. Como comentaba antes, este es un año en el cual nos debemos obligar a pensar distinto. Entonces, hacer iniciativas como la que hicimos nosotros de entrenar a toda la fuerza laboral para poder comprender la inteligencia artificial y el mundo que se viene, me parece que es un cambio importante. El segundo tiene que ver con ser el primero en comprender esto. Cualquier CEO tiene que estar consumiendo esto, entendiendo cómo funciona. Y luego, poner en jaque a toda la organización que ya está acostumbrada a pensar de otra manera. Entonces, invitar a que la gente venga con ideas y que pueda explorarlas, que pueda emprender dentro de la misma organización determinadas iniciativas para hacerlo. Y después, tal vez, establecer partnerships con compañías que conozcan de esto para poder ayudar en el camino. Me parece que es muy difícil poder hacer un cambio de estos tan dramático sin una ayuda importante de gente que ya tenga allá a ese recorrido y a ese camino.