España
Los de Otegui y disidentes de ETA, a “tortazos” en un pueblo navarro
La retirada de un monolito a favor de los “gudaris” en Echarri Aranaz enfrenta a unos y otros
La retirada, por orden de la Audiencia Nacional, de un monolito que, en el pueblo navarro de Echarri Aranaz, homenajeaba a los “gudaris” (entre ellos, etarras), ha provocado un duro enfrentamiento entre Sortu-EhBildu, que está al frente del Ayuntamiento, y los disidentes de ETA y su entorno, agrupados en Aministia eta Askatasuna (ATA).
Ambas formaciones se han cruzado comunicados con duras acusaciones. Los de ATA dicen de los de Otegui que han aceptado mansamente la decisión de la Justicia; y los “oficialistas”, se limitan a despreciarlos.
“Sortu, en vez de centrarse en criticar la actuación del tribunal fascista, se vuelca en arremeter contra el Movimiento Pro Amnistía (ATA), y lo que es mucho más grave, en señalarle”, subrayan.
“Nos parece de una gravedad e irresponsabilidad tremenda que, para tratar de lavar la imagen del Ayuntamiento y de EH Bildu, coalición de la que Sortu forma parte, se dedique a poner la diana sobre un movimiento popular y sobre unos militantes (que conoce), con las consecuencias que esa delación pudiera acarrear a gente de este pueblo, familiares y amigos. Algo ya dolorosamente conocido”, agrega.
“Lo que sí podemos asegurar es que al contrario que ellos, nosotros no venderemos los principios de nuestra organización en pactos políticos con la Audiencia Nacional al tiempo que recaudamos dinero para un juicio que de antemano sabemos que no se va a desarrollar (por el pacto llegado con la Fiscalía que permitió a imputados del entramado de apoyo a los presos evitar la cárcel)”.
“Sortu pregunta en varias ocasiones en su escrito que dónde estamos los militantes del Movimiento Pro Amnistía, que dónde nos hemos escondido. Y le decimos que estamos trabajando, para vivir y para la militancia, y lo hacemos sin cobrar sueldos, ni dietas, ni desplazamientos”. ATA se hace eco del malestar existente en sectores de la izquierda abertzale por la postura acomodaticia de Otegui y su afán de copar puestos y “pisar moquetas”.
“Cuando el cinismo sale a argumentar lo injustificable, la vergüenza se encoge en una actitud de dentera incontrolable”, concluyen.
✕
Accede a tu cuenta para comentar