Coronavirus
Aguado: «Mi voluntad y la de Díaz Ayuso es agotar la legislatura»
El vicepresidente de la Comunidad de Madrid asegura en una entrevista con LA RAZÓN que “España se reconstruirá desde el centro, desde la moderación y desde el entendimiento, no desde los extremos”
«El número dos» del Gobierno de la Comunidad de Madrid está estos días en primera línea mediática por la crisis interna dentro del Ejecutivo regional y por las diferencias estratégicas que crecen entre el PP y Ciudadanos, su partido.
¿El Gobierno de Madrid tiene que hacer autocrítica de la gestión que ha realizado de la pandemia?
–Siempre es bueno hacer autocrítica, y, desde luego, la haremos cuando todo esto pase. Tengo la certeza, eso sí, de que este Gobierno ha hecho todo lo que estaba en su mano para poder hacer frente a esta epidemia. Fuimos la primera CCAA en tomar medidas, pero, aun así, siempre me quedará la duda de si pudimos habernos adelantado todavía más a los acontecimientos.
–También el Gobierno nacional habrá hecho todo lo que «está en su mano», ¿no?
–Todas las administraciones cometen errores. Seria de una arrogancia intolerable pensar lo contrario. Sin embargo, creo que desde Madrid sí se ha actuado de forma rápida y ágil, algo que no puedo decir del Gobierno de España. La falta de planificación y el exceso de improvisación por parte del Gobierno central está provocando incertidumbre y desconfianza entre los ciudadanos y eso no es positivo.
–Las residencias eran competencia de Ciudadanos dentro del Gobierno regional. ¿Entendió que Ayuso retirara las competencias en esta materia a una consejería que dependía de ustedes?
–Las competencias sobre residencias siguen dependiendo de la Consejería de Políticas Sociales. Lo que se ha hecho ha sido unificar los protocolos de actuación sanitaria en las residencias, tal y como solicitaba el propio consejero de Políticas Sociales. Eso nos ha permitido mejorar la coordinación, las derivaciones de mayores infectados a centros hospitalarios y toda la atención sociosanitaria en su conjunto.
–¿Usted se identifica con el duro discurso de Ayuso contra Pedro Sánchez?
–Cada cual es libre de elegir el perfil político y el discurso que quiere ejercer. Yo apuesto por la colaboración y el entendimiento, incluso con los que piensan distinto. Si no lo hacemos ahora, si no buscamos grandes acuerdos ahora, con más de 27.000 muertos en toda España, ¿cuándo lo vamos a hacer? De todas maneras, eso no quita para que se pueda criticar lo que otras administraciones hacen mal, especialmente cuando con sus decisiones perjudican a millones de españoles que viven en la Comunidad de Madrid.
–Pero interpreto de lo que dice que no está de acuerdo con la posición del PP de Madrid que no ve margen para pactar con Sánchez.
–Vivimos momentos excepcionales, que requieren políticos que estén a la altura, capaces de entenderse y buscar soluciones conjuntas. No es momento de hacer política contra la mitad de un país. Creo que apostar por la división y el enfrentamiento nos debilita como Nación. Hay que sentarse a hablar, negociar, ceder y acordar, aunque partamos de planteamientos muy alejados. Estoy convencido de que una inmensa mayoría de españoles quiere vernos a todos los partidos unidos, no a palos.
–¿Debe continuar el estado de alarma para garantizar el orden público y la restricción de movimientos?
–El Gobierno debe abandonar la improvisación y pensar un Plan B al estado de alarma, y, desde luego, la solución no pasa por apoyarse en partidos nacionalistas o separatistas, ahondando en la desigualdad entre españoles. A día de hoy, no garantizamos el apoyo a una nueva prórroga.
–¿Pero entendería que su partido la vuelva a respaldar esta semana?
–Insisto, a día de hoy, no está garantizado el apoyo a una nueva prórroga del estado de alarma.
–¿Cs acierta al recuperar su capacidad de pactar a derecha y a izquierda?
–Hoy, más que nunca, la política se mide en tu capacidad para ser útil. Respeto a quienes defienden volver al frentismo, a los rojos y los azules, a las trincheras, pero no lo comparto. España se reconstruirá desde el centro, la moderación y el entendimiento, no desde los extremos.
–El PP de Madrid le acusa de estar preparando una moción de censura para desbancar a Ayuso e irse con el PSOE.
–Es falso. Los que esperan que los Gobiernos de Ciudadanos y PP caigan, se van a quedar con las ganas.
–¿Puede explicar a los ciudadanos qué pasa dentro del Gobierno de Madrid?
–Somos un Gobierno de coalición que trabaja unido, pero también somos el objetivo a batir para la oposición y otros grupos de presión. Es evidente que tratan de desestabilizar y buscar grietas donde no las hay. La voluntad tanto de Isabel como mía es agotar la legislatura y cumplir el acuerdo de Gobierno firmado.
–Entonces, ¿quién o qué es responsable de que estén continuamente poniéndose la zancadilla?
–Nadie pone la zancadilla dentro del Gobierno. Otra cosa es que desde fuera quieran que nos tropecemos.
–Pero ha sido Ayuso quien ha ordenado una investigación interna dentro del Gobierno de coalición y quien ha dicho que no se fía de lo que ha investigado su partido, incluso ha hablado de «mano negra». Esto, por poner sólo algún ejemplo de lo que hay, no de lo que se dice desde fuera.
–Cuando hay fallos, hay que investigar qué ha pasado. Siempre he sido partidario de llegar hasta el final de las cosas para descubrir la verdad. Es más, soy partidario de hacer cuantas investigaciones sean necesarias. De hecho, mi partido ha encabezado las dos últimas comisiones de investigación celebradas en la Asamblea de Madrid.
–¿Qué explicación tiene de la filtración de un «falso» contrato al empresario que facilitó un apartahotel a la presidenta para su confinamiento?
–No se ha subido un contrato falso, lo que pasó es que se rellenó mal una ficha del Portal de Contratación. Se trata de un error, que se corrigió a las pocas horas y que ha supuesto la dimisión de la persona que estaba al frente del equipo que cometió dicho error.
–Desde la parte del PP les culpan a ustedes, y ven intencionalidad.
–Si es así, se equivocan.
–Como también les culpan de la filtración de la información que ha provocado la polémica sobre dónde se alojaba la presidenta durante el confinamiento.
–Si es así, se vuelven a equivocar. Algunos ven fantasmas donde no los hay.
–¿El Gobierno regional no tiene espacios habilitados dentro de sus dependencias para que se aloje la presidenta madrileña? Le pregunto porque en otras comunidades autónomas sí los hay.
–No, la Comunidad de Madrid no dispone de dependencias pensadas para que sirvan de residencia a los presidentes autonómicos.
–¿A usted le parece bien la solución que adoptó la presidenta para su «cuarentena»?
–Fue su decisión y la respeto.
–¿Le ha dado pruebas de que se paga ella esa residencia?
–No tengo por qué dudar de su palabra.
–¿No cree que el pulso que mantienen los dos partidos que comparten el Gobiernode Madrid les debilita y genera desconfianza en los ciudadanos?
–Insisto en que somos un Gobierno sólido, unido por el respeto a los ciudadanos y al acuerdo de gobierno firmado el pasado mes de agosto.
–¿Cuáles deben ser las prioridades del Gobierno de Madrid para hacer frente a la pos-pandemia?
–Salvar vidas, salvar empleos e impedir que haya familias en situación de vulnerabilidad o pobreza como consecuencia de la crisis. En ellos estamos desde hace más de dos meses.
–¿Usted también ve mala intención política en la gestión del Gobierno de la desescalada?
–Es evidente que el Gobierno está improvisando, inventándose fases intermedias y anteponiendo criterios políticos a criterios técnicos. Ellos mismos están rompiendo sus propias reglas de juego para la desescalada. Han puesto una tirita para tapar una hemorragia.
–¿Qué pruebas tiene de que la política ha influido en la decisión de que Madrid no pase a la fase 1?
–Madrid cumple todos los requisitos exigidos por el Ministerio de Sanidad para pasar de fase. No nos han hecho llegar ni una sola explicación de por qué impiden que avancemos de fase ni tampoco ninguna medida a adoptar para poder optar a la fase 1 la próxima semana.
–La explicación oficial de Sanidad es que hay deficiencias en los centros de atención primaria y en el rastreo de los contactos.
–Me parece una huida hacia delante que no se corresponde con la realidad ni con las necesidades de los madrileños. El Gobierno está condenando a miles de negocios y familias a la ruina.
–¿Pero realmente Madrid tiene los centros de atención primaria en condiciones de asumir la responsabilidad que les corresponde en la desescalada? Le insisto porque todavía no han retomado la actividad normal, ni las citas aplazadas, y en algunos casos ni atienden por teléfono.
–La red de atención primaria está preparada. Se ha reforzado con 685 nuevos profesionales, a los que hay que sumar otros 400 técnicos más en salud pública, que se van a encargar de realizar el seguimiento y rastreo de los casos positivos que se detecten y el de sus familias y personas allegadas.
–¿A esos centros han llegado los medios de protección necesarios?
–Si, la red de atención primaria está preparada para atender a los ciudadanos que lo necesiten en condiciones de seguridad y máxima protección.
–¿Y se han resuelto las graves deficiencias en las residencias?
–El impacto de este virus entre las personas mayores está siendo devastador. Las residencias están pensadas para cuidar a nuestros mayores, no para curarlos. Por ello, hemos reforzado la colaboración entre la Consejería de Políticas Sociales y la de Sanidad, hemos realizado centenares de desinfecciones y asumido directamente el mando en algunas de ellas. El material de protección individual está llegando a todas a ellas y la situación es mucho mejor que hace unas semanas.
–¿Qué previsiones económicas manejan? ¿Hasta dónde pueden llegar los daños de la pandemia?
–Esta crisis ya no es solo sanitaria. También es económica y social. El confinamiento ha ayudado de forma decisiva a evitar que las urgencias colapsaran, pero no vence al virus. El virus está ahí fuera, esperándonos. Y va a estar muchos meses. Por eso hay que aprender a convivir con él, tomando las medidas de protección necesarias como el uso obligatorio de las mascarillas. Solo así podremos reabrir Madrid y volver a generar actividad económica, riqueza y empleo. Estimamos que cada semana que seguimos cerrados, perdemos cerca del 0,5% del PIB, lo que supone más de 1.000 millones. Eso significa que cada semana que Madrid está en la fase 0, cierran centenares de negocios y aumentan de forma alarmante las colas para recoger alimentos a las puertas de las parroquias y de las ONG.
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