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El Ejército vuelve a desplegarse contra el coronavirus

Los militares analizan las posibilidades para alojar a una treintena de temporeros que han dado positivo en la localidad oscense de Albalate de Cinca

El ejército instalando un hospital militar de campaña de unos 400 metros cuadrados, junto a la zona de Urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias, a 20 de marzo de 2020
El ejército instalando un hospital militar de campaña de unos 400 metros cuadrados, junto a la zona de Urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias, a 20 de marzo de 2020J. L. CereijidoEFE

La situación por los rebrotes en la localidad de Albalate de Cinca (Huesca) es “preocupante”. Así lo ha manifestado hoy la consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sira Repollés, después de que se confirmase que una treintena de temporeros que convivían en un asentamiento ilegal hayan dado positivo en coronavirus. De ahí que el Ayuntamiento haya solicitado a la Delegación de Gobierno la ayuda del Ejército para tratar de contener el brote.

De momento, los militares han acudido hoy al municipio oscense para estudiar la posibilidad de instalar tiendas modulares y un contenedor con aseos y duchas para alojar a los citados inmigrantes, tal y como ha confirmado el Ministerio de Defensa.

Una actuación que ya no se encuadra en el marco de la “Operación Balmis” (se dio por finalizada el pasado 21 de junio, cuando finalizó el estado de alarma) y se trata de un apoyo puntual ante la llamada de auxilio de las autoridades locales. “Con esta decisión se pretende ayudar a contener un posible brote”, añaden desde el Departamento que dirige Margarita Robles.

Le decisión se tomó después de que el presidente de la comarca del Cinca Medio, José Ángel Solans, y el alcalde de Albalate, Ricardo Chárlez, enviaran una carta al Gobierno para solicitar la intervención de las Fuerzas Armadas en el municipio. El regidor confirmó que tenían preparados los vestuarios del campo de fútbol para acoger a un máximo de 14 personas, pero con los nuevos casos confirmados (y a la espera de que puedan aumentar) necesitaban una alternativa de urgencia. Y las opciones, a día de hoy, pasaban por instalar tiendas de campaña o acondicionar el polideportivo para poner en cuarentena a los contagiados, que en su gran mayoría son asintomáticos.